CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- A sus escasos 17 años de edad pasó por la experiencia de traer vida al mundo, no como mamá, sino como partera. Hoy, más de 100 adultos llaman “abuelita” a Acacia Rincón Sánchez, la mujer que los recibió en este mundo.
Originaria de Villa de Casas, Tamaulipas, la abuelita Acacia se inició como partera por la necesidad del pueblo; fue contratada por su municipio para tomar clases de primeros auxilios en Coahuila, y entre otras cosas, aprendió el oficio de ser partera. “Tomé primeros auxilios en un hospital de Coahuila, me mandaron de Villa de Casas, de Tamaulipas, para allá. De la Presidencia Municipal de Villa de Casas, estaba un pariente mío, entonces me invitaron a tomar el curso en Coahuila”.
“Cuando llegué a Villa de Casas no había partera, entonces inicié a los 17 años con un parto, que me salió bien y claro que la gente me empezó a pedir que los apoyara. Me llamaron, empecé a ver a la embarazada, la revisé, chequé sus contracciones, empezamos a controlar los dolores”.
Acacia no tuvo miedo, por el contrario, era más la emoción por ayudar a otras mujeres a traer vida.
“Nos dieron una preparación, empecé a arreglar al niño, corte el ombligo, lo amarré, y ya arreglé al niño. Ayudar a traer vida es muy bonito. Me he encontrado a esos bebés y hasta me dicen abuelita”.
Formó su familia en Villa de Casas, allí su suegra, que también era partera, le ayudó a dar a luz a sus cuatro hijos.
Trabajó en Sector Salud durante ocho años, tanto en Villa de Casas, como en Victoria, donde hoy reside.
“Trabajé en Salubridad seis años, yo recibí el centro de salud de Villa de Casas, me empezaron a llevar instrumental y cosas, estuve seis años y luego me pasaron al Centro de Salud de la Loma, en Victoria, allí estuve dos años y luego me salí, fueron ocho años de estar en Salud y luego seguí parteando en particular, en Villa de Casas duré como cinco o seis años, luego me vine aquí a la ciudad”.
Acacia era una de las 100 parteras reconocidas y avaladas por la Secretaría de Salud del Estado, hoy, ya no ejerce la profesión debido a que se lastimó la columna cuando cayó del techo de su casa.
“Me retiré porque ahora estoy enferma de la columna, andaba en el techo tendiendo ropa, estuve un mes inconsciente en el Hospital General, luego una semana en el Seguro y luego me pasaron a Monterrey, y ya me vine, estuve un año sentada con un aparato puesto, luego el médico me dijo que ya me había soldado la columna, pero muy mal, que iba a ser jorobada, pero ya pasaron seis años y estoy igual. El parto es mucha fuerza para uno, por eso ya no los hago”.
“Soy de Villa de Casas, mi esposo murió pero también era de allá, y mis cuatro hijos nacieron allá, ellos me los trajo mi suegra, fue partera antes que yo”.