CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- Todavía no es verano y el calor en Victoria ya ronda los 40 grados centígrados; abogados, arquitectos, albañiles, voceadores, periodistas y políticos buscan aminorar el calor con una bebida espirituosa.
Por las calles del centro, unos de los lugares más tradicionales que recibe a todo tipo de personajes desde hace casi 70 años es el “Salón Manolete”, que a diario ve correr por su barra cientos de “tanques”.
Sí, “tanques”, la monumental bebida de más de un litro compuesta por Clamato, salsa Maggi, salsa inglesa, sal, limón y dos cervezas de media, la de su preferencia; bebida que va de lleno contra esa “sed de la mala”, de la “peligrosa”, por tan sólo 55 pesos.
“Es lo que más pide la gente, “El Tanque”, las que toman al mismo tiempo que disfrutan de la botana del día” platica Marte Alejandro Reyes, hijo de Manuel Reyes Cázares, quien logró crear un concepto de cantina que ha aguantado estoica el embate de discotecas, antros y demás lugares que son sólo efímeras modas.
Platica que su padre logró crear la primera cantina luego de trabajar durante tres años en los Estados Unidos, después de la Segunda Guerra Mundial, para regresar a Victoria, lugar que lo vio nacer el 19 de febrero de 1919.
Tras contraer matrimonio con la señora María Evangelina Uvalle, cuyo sazón fuera clave en el éxito de la cantina, decidió iniciar negocio en 1949 en el 9 y 10 Juárez, frente a la casa de huéspedes que en aquel tiempo llevaba por nombre Tampico.
Respecto al nombre “Salón Manolete” se debe a que las contantes amistades españolas de Don Manuel, le empezaron a llamar Manolo, luego Manolete, y como en aquella época existía un gran torero con ese nombre, decidió llamarle así al negocio.
El sabor de platillos como filete de pescado ranchero, croquetas de jaiba, camarones y otros antojos que traían directamente desde las playas de Madero, hicieron que la barra estuviera llena día y noche, en aquellos tiempos de bonanza.
Fue hasta a principios del 1975 cuando se mudó al lugar que hoy ocupa en el 9 Juárez y bulevar, sitio en donde por el gusto de Don Manuel por el boxeo, además de una estrecha amistad con “El victorense más famoso del mundo”, José Sulaimán, presidente del Consejo Mundial de Boxeo, visitaron múltiples personalidades de este deporte, así como la tauromaquia.
“Aquí vinieron boxeadores campeones mundiales, comieron Ultimino Ramos, ‘El Toluco’, Rúben ‘Púas’ Olivares” además de políticos de aquella época como Enrique Cárdenas y sus hermanos, quienes gustaban de la botana y una buena cerveza fría”, dice el heredero de ‘Manolete’ Reyes.
En la actualidad, se ha cambiado el giro de cantina, por restaurante, bar y ahora se permite la entrada a mujeres, lo cual ofrece a jóvenes la misma experiencia que tuvieron sus padres o abuelos, en un ambiente agradable pintado de carteles de aquella época.
Aun siguen yendo personalidades de la actualidad y los políticos no dejan de frecuentar el sitio.
Cómo olvidar aquella noche de hace tres años cuando el famoso voceador, pintoresco personaje urbano, “El Mache”, hombre de baja estatura quien recorría las calles vendiendo periódicos, terminó su jornada laboral en la barra del ‘Manolete’ y también su vida. Pues al dar el último sorbo a su ‘helada’, la muerte cargó con él en este mismo lugar.
“Aquí damos caldo de res, de pollo, pozole, menudo, caldo de pescado, mole de olla, cacahuates, chicharrones, servimos botana todo el día” por lo que las horas en que más va la gente es de 1 a 4 y de 5 a 8, asegura el propietario.
Si usted gusta también puede echarse un ‘palomazo’ ya que es común que entren los músicos del fara fara, hasta mariachis para deleitar con su música, o ya de plano ponerle una moneda a la rockola.
Ubicado en la zona centro, el Manolete es punto de reunión de trabajadores de la zona, de oficinistas, de estudiantes universitarios y hasta de padres que invitan una “fría” a su hijo para aminorar el calor.