Sólo con inversiones directas se crean empleos, por eso me parece muy bien que el Gobernador y sus secretarios de Desarrollo Económico y rural vayan a EUA, China y Corea en búsqueda de inversiones.
Sin embargo no es suficiente si se considera que la inversión pública avanza lento.
Según los datos del IMSS, de octubre a febrero, solo se reportan 3,695 empleos formales; y por su parte, el INEGI /STPS registran que Tamaulipas se encuentra entre las cinco entidades con la tasa de desempleo más alta del país.
Si consideramos lo manifestado por María Estela Chavira, titular de la Secretaría del Trabajo, la meta comprometida en la materia, es de 30 mil empleos formales por año y esperamos que así se confirme en el Plan Estatal de Desarrollo.
Si tomamos en cuenta que el sistema escolar de media superior y superior generan 20 mil jóvenes que abandonan la escuela al año y que los egresados de licenciatura son poco más de 15 mil por año, y 1800 de posgrado, más los que se sumen con el recorte de personal del gobierno, la demanda anual de empleo se inflará por encima de la meta de los 30 mil.
Desafortunadamente, el segmento de la población con estudios superiores es donde el desempleo crece más rápido, de acuerdo con la información más reciente de la STPS, el nivel de desempleo de la población con estudios superiores era en el año 2000 igual al 19% y al finalizar el 2016 creció en 7 puntos, llegando al 26%. Eso nos indica que hemos estado atrayendo el tipo de inversión equivocada, hasta ahora las maquiladoras, de donde proviene el secretario Carlos Talancón, ha enfocado sus inversiones bajo un modelo de empleo predominantemente operativo, que ocupa pocos profesionistas y sólo busca los salarios más bajos. No más de dos dólares por hora.
En la actualidad cada vez es más fuerte la tendencia a automatizar las operaciones industriales e incluso las de servicios, por lo que será más complicado resolver el desafío del empleo. Según el IMSS en México se perdieron 43,157 empleos formales en el sector industrial entre el 2001 y el 2015, principalmente en los estados fronterizos. Y otro de los sectores en los que se han perdido empleos en Tamaulipas es el de Energía, amén de que la creación de empleo en la
petroquímica representa una inversión de casi 20 millones de pesos por cada empleo y en la energía eólica del doble.
El problema es que todos nuestros problemas se concatenan en un mismo sistema. El desempleo puede propiciar la inseguridad y la migración, misma que lleva a la informalidad y al rompimiento del Estado de Derecho, lo que a su vez reduce la confianza de los inversionistas en la capacidad del gobierno para garantizar sus intereses y acaban por invertir en otro lado más seguro. Y todo ello reforzado por la caótica política exterior del gobierno del norte.
Los tamaulipecos necesitamos que el Plan Estatal de Desarrollo defina soluciones factibles, que faciliten la inversión local y no sólo la extranjera, que promueva y apoye a los emprendedores y que fortalezca el mercado regional, que estimule el desarrollo de proveedores locales del sector de hidrocarburos, que se inviertan bien los recursos públicos. La seguridad y la ocupación de la gente es lo más urgente e importante.
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