CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- En Tamaulipas, no solo los agricultores, citricultores o ganaderos, sufren el ataque de las plagas, también los pescadores sufren, al ser invadidas las zonas de pesca por especies exóticas como el pez León y el pez Diablo, los cuales se han convertido en un problema para quienes viven de esta actividad, debido a que son devoradores de especies de escama de gran valor.
Uno de los investigadores de esta problemática del Instituto de Ecología Aplicada de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT), Leonardo Uriel Arrellano Méndez, señala que esto se ha convertido en un problema ante el impacto negativo que significa la presencia invasora del pez León en los sistemas naturales protegidos del Golfo de México.
Dijo que ante esto especialista de la máxima casa de estudios, contribuyen con otras instituciones de investigación para estudiar este fenómeno y evitar así afectaciones a los ecosistemas y la producción pesquera.
En colaboración con instituciones como el CINVESTAV Mérida y el Instituto de Ciencias Marinas y Pesquerías de Veracruz, se estudian los problemas referentes a los sistemas arrecifales mexicanos.
“Aquí es donde entra el tema de las especies invasoras como el pez León; queremos estructurar un proyecto, porque no sabemos cómo se está distribuyendo esta especie en la zona del Golfo de México, ya está ahí, es un gran problema pero aún desconocemos como se mueve”, indicó.
Comentó que es primordial conocer el método de transporte del pez León, para posteriormente, estructurar esquemas que permitan evitar que siga afectado también a los esquemas pesqueros de la entidad.
“Son muchos las afectaciones, principalmente, porque como especie invasora no tiene un depredador, debido a ello se reproduce y ataca muy fuerte, sobre todo en los sistemas coralinos, que en el caso del Golfo de México ya se encuentran devastados por estas especies”, asentó.
Explicó que el pez León ya está en todo el Caribe, en Veracruz y en el Golfo de Texas.
“En el margen costero de Tamaulipas, no hay puntos donde se haya observado pero por las mismas corrientes sabemos que por ahí pasa, pero no sabemos la distribución”, señaló el investigador.
Refirió que el proyecto cuenta también con la participación de organismos internacionales y se pretende, además, involucrar a estudiantes de la UAT.
Detalló que en México aún no se ha profundizado en el problema que significan las especies invasoras.
“La idea es ver los sistemas de transporte, vamos a estudiar las corrientes, porque además de los sistemas coralinos, se esconde en los manglares. En Tabasco, por ejemplo, había peces León debajo de los puentes buscando sombra y sitios donde pudiera alimentarse”, concluyó.
El pez diablo es dolor de cabeza de los pescadores
El sistema Lagunario de Champayán y el Carpintero, en el sur del estado una plaga conocida como el pez Diablo, espanta a los pescadores y los pone a temblar, ya que esta especie ataca a las especies nativas de la zona, por lo que baja la producción de peces en la región, afectando a 3 mil familias que viven de la pesca en esta región.
Informes de la Sub delegación de la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (CONAPESCA), señala sobre la posibilidad de que este pez haya llegado mediante negocios dedicados a la venta de acuario, porque no es nativa en este sistema lacunario.
El problema con esta especie, es que ocupa nichos de otras nativas del sur o parte del Golfo, además deteriora las orillas de los embalses y eso es grave tanto biológico como ecológico tanto ha sido que de hecho ya se organizó un grupo de pescadores para tratar de quitar esta especie que tanto daño hace en lo comercial.
Quiere UAT usar partes oseas de pez Diablo para uso dental
Asimismo, Investigadores de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT), proponen usar las partes óseas del pez Diablo, para la construcción de biomateriales que sirvan como auxiliares en los tratamientos odontológicos.
El Coordinador del Departamento de Diseño y Análisis de Datos de la Facultad de Odontología de la UAT del Campus Universitario Zona Sur (CU-Tampico Madero), Jorge Humberto Luna Domínguez, comentó que el proyecto “Obtención de hidroxiapatita por medio de recursos naturales”, contiene fines medioambientales pero también sociales, al poner a disposición de las familias vulnerables la tecnología que resulte de estos trabajos.
“En la zona sur hay una actividad pesquera importante y nos damos cuenta que hay desechos de esqueletos de pescado que podemos usar para los trabajos, además de las especies invasoras como el pez Diablo, endémica de Sudamérica, que está afectando a los pescadores y a la producción de especies comerciales de la región”, indicó.
Refirió que la idea es tomar el cráneo y esqueleto del pez, y mediante un tratamiento térmico obtener hidroxiapatita (mineral que es el principal componente del esmalte dental), una sustancia que en la odontología puede tener diversas aplicaciones, como para recubrir implantes, o en este caso usarlo como relleno en cavidades de extracciones molares, ya que puede ser un auxiliar en el tratamiento para la recuperación de las piezas dentales en su conjunto.
“Actualmente estamos haciendo diseños factoriales para saber cuáles son las variables que pueden tener mayor influencia en respuestas, tales como porosidad, cristalinidad, luego vamos a hacer pruebas para ver cómo responde al estar con células”, apuntó.
Preocupa en el sur su sobrepoblación
Por su parte el presidente de la Asociación Captura del Pez Diablo, Felipe Bracho Ugarte, lamentó que hasta el momento ninguna autoridad de ecología y del municipio de Tampico, hayan hecho algo para tratar de terminar con esta especie.
“Es verdaderamente preocupante la manera en que dicho pez ha invadido las lagunas del Charro y del Chairel”.
Con ello determinó que ambos vasos lacustres están prácticamente llenos de esta especie, pues con sólo lanzar una atarraya se capturan entre 15 y 20 peces de gran tamaño.
Además algunas personas comentan que han sacado alrededor de 100 crías en una pequeña red, por lo que la fauna de todo el sistema lagunario de la zona conurbada está en un grave peligro por la invasión de esta especie calificada ya como una plaga.
Este pez es depredador y está acabando con las especies aptas para el consumo humano, mismas que son una fuente de ingresos para pescadores de la región.