CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- El muro de concreto que planea construir la administración de Donald Trump podría quedar en parte dentro de territorio mexicano, además, amenazaría a las ciudades ribereñas del Bravo al incrementar el potencial de las inundaciones, y dañaría la biodiversidad a lo largo de la frontera.
Al menos en dos puntos de la frontera actual, existen 85 mil hectáreas que hace más de 150 años se deslindaron indebidamente que siendo territorio mexicano quedaron dentro Estados Unidos, dijo en entrevista con EXPRESO, el Senador chihuahuense, Patricio Martínez García.
El también ex Gobernador de Chihuahua, ha alertado que al bardear la frontera entre Chihuahua y Sonora, el muro que pretende construir el gobierno de Estados Unidos, se erigiría a lo largo de 386 kilómetros que equivocadamente fueron situados en Arizona, en lugar de en Sonora y casi 50 kilómetros indebidamente otorgados a Nuevo México cuando en legalmente pertenecen a Chihuahua.
“Hay dos fronteras -dijo—una señalada en el terreno y otra en los textos de los tratados”, afirmó.
“Investigaciones realizadas desde hace años, sobre la colocación de algunos puntos y monumentos topográficos, así como la determinación de los respectivos rumbos y distancias definidos en los Tratados los límites no corresponden a lo acordado y para México eso representa una pérdida de 845 kilómetros cuadrados”, dijo Martínez García en entrevista para Expreso.
A pregunta expresa, Martínez García dijo que los derechos mexicanos sobre este territorio que fue equivocadamente adjudicado a Estados Unidos al realizar el deslinde derivado del Tratado de Guadalupe, no han caducado pues se trata de límites entre el territorio de dos países y no entre dos particulares.
El problema dijo no está en el texto de los Tratados con los cuales luego se fijaron los límites entre Estados Unidos y México, luego de la invasión de Estados Unidos a México, sino al materializar y fijar físicamente en el terreno los límites, pues se trazaron líneas en forma equivoca entre Chihuahua y Nuevo México y entre Sonora y Arizona, las cuales no corresponden a la letra de los documentos.
Dos abogados cuestionados al respecto coincidieron que la caducidad en el caso de los límites entre dos países no existe, por lo que el Gobierno mexicano y el Senado de la República están en tiempo de hacer la reclamación ante los organismos multinacionales conducentes y exigir la devolución del territorio afectado
por errores de deslinde.
El también ex presidente municipal de Chihuahua, Martínez García, dijo que lo que se cuestiona son lo límites convenidos en los Tratados sino la ejecución física de los acuerdos.
“La localización de los puntos pactados, la localización de las mojoneras, o monumentos que provocaron una retención indebida de una superficie enorme por parte del país vecino”, agregó.
Martínez García solicitó un Punto de Acuerdo al Pleno del Senado, para solicitar “una Comisión Especial” o que “se autorice que una comisión ordinaria (…) analice y se le proporcionen los elementos jurídicos y técnicos y económicos para que se definan y en su caso se comprueben y revisen, los límites territoriales entre México y Estados Unidos.
Las líneas de la frontera trazadas al terminar el deslinde en 1858, no corresponden físicamente con la líneas de los paralelos y meridianos descritos en el tratado y por tanto le quitaron indebidamente territorio a México y, el Muro que plantea el Gobierno de Donald Trump es la oportunidad para exigir la revisión y corregir estos errores, dijo el chihuahuense.