Son muchos los funcionarios que ya han sido expulsados del presupuesto, y nadie a expresado alguna condolencia por dicho desastre. Ante tanta falta de caridad y apoyo solidario durante la presente crisis económica, no me queda otra que consolarlos en su dolor, y para ello rasgo la guitarra y les canto la:
Canción a la
nómina
Puedo escribir los versos más
tristes del sexenio,
escribir por ejemplo,
me corrieron de la nómina, la
banca fría me espera,
el desempleo me asedia, y los
billetes verdes se esfuman
y se alejan, muy lejos de mi vida.
Ella me quiso y yo
también la quería,
cómo no haber amado
sus cifras amorosas y
su cheque magnífico y puntual.
Irme a la banca fría, sin
ella, sin coche, sin gasolina y
sin viáticos; es como vivir un
doble infierno en una sola vida.
Soportar “el fuego amigo” de
los viejos amigos,
las intrigas de los favoritos,
y las puñaladas de tinta
de los columnistas,
fue el precio de sangre
que tuve que pagar
para seguir fielmente a su lado.
Al perderte yo a ti,
nómina amada, los dos hemos
perdido. Yo, porque eras tú
la que más amaba. Tú,
porque era yo, el que te amaba más.
Pero de nosotros dos, tú
pierdes más que yo, porque
quizá muy pronto yo amaré a
otra nómina tanto como te
amaba a ti, pero a ti no te
amarán tanto como te amaba yo.
Pienso que ya no te quiero;
es cierto, pero cuánto te quise,
durante todo un año mi
mano buscó tu blanca piel
para firmar con alegría.
De otros, serás de otros,
como antes de mis besos,
tu sábana de números,
el negro de tu tinta, y el olor
del billete fresco,
soberbio y colosal.
Ya no te quiero, es cierto
pero tal vez te quise,
es tan corto el amor y
es tan largo el olvido.
Te digo adiós y acaso con esta
despedida mi más hermoso sueño
muere dentro de mí,
pero te digo adiós, nómina amada,
para todo el sexenio, aunque
todo el sexenio siga pensando en ti.
Porque en muchas quincenas
como esta te tuve entre
mis brazos, mi alma de
nominauta no se contenta con
haberte perdido, aunque este
sea el último cheque que tú me
entregues, y estos sean los
últimos versos de amor que
yo te escriba.