No obstante los alardes del gobierno federal de que en ningún otro sexenio se habían creado tantos empleos y logrado tantos avances como en el actual, las expectativas de crecimiento económico del país siguen a la baja, en tanto que la inflación continúa gradualmente hacia a la alza.
De acuerdo con los informes más recientes de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, CEPAL, la economía mexicana no alcanzará los pronósticos oficiales más conservadores. El último reporte ubicó el crecimiento, no en el 1.3 que se preveía, sino en el 1.1 por ciento, mientras que el INEGI dio a conocer que la inflación anual llegó en abril al 5.62 por ciento, la más alta desde 2009.
Como es natural, los índices negativos han activado la preocupación de los diferentes segmentos de la sociedad que temen que las cosas vuelvan a la época de las crisis económicas sexenales recurrentes que caracterizaban a los regímenes priistas de Luis Echeverría Álvarez, José López Portillo y siguientes y causaron graves penurias a la población, principalmente a los sectores que menos tienen que fueron, como siempre, los más afectados.
El índice de precios al consumidor afirma que, como resultado de ese fenómeno, los productos alimenticios que más aumentaron este mes fueron el pollo, la leche, los automóviles, la vivienda privada, el jitomate, el aguacate y el chayote y crecieron igualmente los productos agropecuarios y los servicios.
Ya que hablamos de alzas, el que, como los alimentos y vehículos, también se ha encarecido, por otra parte, ha sido el voto en el Estado de México. Según la información de últimas fechas, a 40 días de la elección del nuevo gobernador de la entidad mexiquense, la venta del sufragio se cotiza a 2 mil pesos.
Y si son correctas la apreciaciones de los enterados, conforme se acerque el día de las votaciones, el precio del voto podría incluso superar los 3 mil pesos.
La mecánica es la habitual. Los encargados de la tarea le piden a los electores que por esa suma les entreguen la credencial de elector y que les regresarán el documento de identificación hasta después de los comicios.
El asunto de moda, sin embargo, no es la compra del sufragio, sino la balconeada que le dieron a la diputada de MORENA, Eva Cadena, quien, al igual que René Bejarano, el señor de las ligas, fue sorprendida recibiendo dinero presuntamente en favor de la causa de Andrés Manuel López Obrador.
Aparentemente, el impacto ha sido demoledor, sin embargo, las reacciones de la gente en la calle indican que las repercusiones no han sido tan devastadoras ni dañinas como esperaban sus detractores y adversarios políticos.
El motivo, que, además de que no son pocos los que piensan que se trata de un montaje o una grabación amañada, como sucedió en Tamaulipas en el proceso de elección de gobernador del 2016, en que de nada valieron las acusaciones de que Cabeza de Vaca era un delincuente y un corrupto, el hartazgo originado por el problema de las raterías de los servidores públicos es tan nefasto que hay personas a las que no les importa si el Peje es tan corrupto como los de otros partidos políticos, insisten en que ya es necesario que sean otras agrupaciones las que deben de gobernar al país.
Ya se cansaron, dicen, del PRI y el PAN y coinciden en que es tiempo de encomendar las gubernaturas y presidencia de la República a representantes de otros organizaciones o a candidatos sin partido o independientes.
La realidad es que si, como asegura AMLO, el caso en cuestión fue o no una trampa la que le tendieron a la legisladora morenista con licencia,
esta cayó redondita como el perredista y le ha asestado sin duda un fuerte golpe a las aspiraciones presidenciales del nativo de Macuspana, cuyas verdaderas consecuencias todavía no alcanzan a precisarse con exactitud.
En las votaciones del Estado de México, quizá, se verá con mayor claridad qué tanto influyó el asunto en el sentir de los ciudadanos.
Antes de concluir, una aclaración. En las redes sociales se difundieron al inicio de la semana una serie de fotografías de una fastuosa residencia que se atribuye al diputado de Madero Esdras Romero Vega, sin embargo, a decir del ex alcalde de la urbe petrolera, el inmueble no le pertenece sino que es propiedad de otra persona y está ubicado, no en la Villa como señala la información, sino en el Fraccionamiento Flamboyanes de Tampico, que les pasamos al costo a los lectores para que la valoren.
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