Militante durante más de 30 años, priista destacado, el anuncio de la renuncia de Felipe Garza Narváez al PRI, como la de otros militantes que abandonaron al partido, no ha dejado de resultar sorpresivo.
Sobre todo porque además de haber sido diputado, presidente estatal, Secretario General de Gobierno, Presidente del Congreso del Estado y más recientemente coordinador de medios del candidato a gobernador, Baltasar Hinojosa Ochoa, cuesta trabajo aceptar que el profesionista haya decidido decir adiós al partido político en el que realizó su trayectoria de servidor público.
Garza Narváez se une así a la cada vez más larga lista de priistas distinguidos de Tamaulipas que, por motivos y razones distintas, dejaron las filas del Revolucionario Institucional. Otro victorense, Eduardo Gattas, lo hizo el 13 de octubre del 2016, Magda Peraza Guerra, el 2010, el ex alcalde Fernando Azcárraga López, el 17 de febrero pasado y una semana después, el ex dirigente de la sección uno del sindicato petrolero, Jesús Suárez Mata.
Igualmente renunció al partido el Profesor Javier Ávila Reyes, activista del ex invencible en Tampico a lo largo de 44 años.
¿Por qué se va Felipe? Se agotó un ciclo en su trayectoria a lo largo de la cual respondió con trabajo, entrega y dedicación a las comisiones que el partido le asignó en más de tres décadas de militancia, cumplió e hizo su chamba y a partir de este miércoles será un ciudadano más.
No lo ha dicho pero seguramente influyó en que tomara esa decisión que el tricolor de Tamaulipas se encuentra abandonado, a casi un año de la derrota y haber perdido la gubernatura, la mayoría legislativa y los principales ayuntamientos, no hay aún dirigentes formales, tampoco delegado, apoyos sin los cuales ya no hay mucho que hacer para rescatar a la agrupación de la inopia en la que se encuentra, por primera vez oposición pero por primer vez también sin rumbo y a la deriva.
Deja claro, no obstante, el ex Delegado de la Procuraduría Federal del Consumidor que no se separará del partido para irse a otro, tampoco porque no le hayan otorgado alguna candidatura o negado alguna posición política, como es habitual, aunque no sería extraño que si el futuro le invitaran a desempeñar una nueva encomienda, el médico la aceptara, si se ajusta a sus ideales y convicciones.
En asuntos de otra índole, por causas diversas, ubicación geográfica estratégica, 26 kilómetros de frente de agua para muelles, de los cuales solo operan 13 pero al cien únicamente 7 u 8, Altamira, actualmente capitaneado por la tenaz alcaldesa Alma Laura Amparan Cruz, reúne un potencial que en el correr de los años lo convertirán en el principal o en uno de los principales puertos industriales y polos de desarrollo de México.
Actualmente se exportan por esta moderna puerta al mundo más de 18 millones de toneladas de mercancía diversa al año, 150 mil automóviles, número que aumentará a casi el doble el 2018, según cifras y datos proporcionados por el Director de Desarrollo Económico, Lic. Italo Tajer Scavalli.
En una charla con siete columnistas políticos, el experimentado funcionario puso de relieve que por indicaciones de la titular del ayuntamiento se realiza una intensa promoción de las bondades de las que es dueño el puerto, tanto a nivel local, como estatal, nacional e internacional, para que los interesados las aprovechen e invierten en el área, que ha tenido una respuesta positiva.
Entre los proyectos inmediatos, así como a corto y mediano plazo, Tajer Scavelli mencionó la instalación de una armadora de autos y una industria aeroespacial, que aumentará la producción de empleos, como los que genera la construcción de plataformas petroleras que esta semana ha empezado a contratar a mil 600 trabajadores calificados, 800 soldadores y 800 ayudantes
Lamentablemente, dijo, como casi siempre sucede, hay algunos problemas que obstaculizan su desarrollo, la insuficiencia de carreteras o autopistas y que la autoridades federales no han atendido la alerta del aumento de los niveles del mar originado por el cambio climático y el calentamiento global que ha erosionado el cordón litoral y que, advirtió, si no se atiende con la celeridad que el caso requiere, eventualmente podría causar daños cuantiosos a la economía y muy severos a la población en cualquier momento.
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