Como nunca se había visto, la expulsión de ex gobernadores del PRI se ha convertido a últimas fechas en un cuento de nunca acabar.
A la lista de los que perdieron la militancia priista, como Tomás Yárrington Ruvalcaba, de Tamaulipas, Javier Duarte de Ochoa, de Veracruz , y César Duarte Jacques, de Chihuahua, se agregó el del ex dirigente nacional y ex gobernador de Coahuila, Humberto Moreira Valdez.
A diferencia de los tres primeros, que fueron expulsados de la agrupación por corruptos, sin embargo, al mencionado en último término lo sacaron del organismo político porque aceptó la candidatura de diputado local por un partido distinto al Revolucionario Institucional, el Partido Joven, que viola el artículo 227 de los estatutos del tricolor, al que claro, el profe bailarín acudió después de que el tricolor le negó la postulación.
Como resultado de la disposición, la fotografía del coahuilense fue retirada de la galería del ex presidentes nacionales del instituto político.
Moreira ha sido acusado de toda clase de delitos pero de todos fue exonerado tanto en nuestro país como en el extranjero. En el 2016 el juez español Santiago Pedraz no lo encontró responsable de los delitos de blanquear operaciones relacionadas con organización criminal alguna que se le imputaban.
Legalmente, pues, el ahora político ex priista, es una blanca paloma.
Además de los mencionados, se encuentran en riesgo de correr una suerte similar, el ex gobernador de Quintana Roo, Roberto Borge Angulo, que ha sido suspendido en sus derechos partidarios y el de Nuevo Léon, Rodrigo Medina Cruz, a quien se le sigue proceso por peculado, daño patrimonial y enriquecimiento ilegal.
A causa de ello, el neoleonés es investigado por la Comisión Nacional de Justicia Partidaria del PRI, instancia que ha recibido de la militancia varias solicitudes de expulsión del organismo que podría aplicársele en cualquier momento.
Otro ex que podría terminar fuera del PRI es el ex mandatario tamaulipeco Eugenio Hernández Flores. Aunque en México no se le investiga, para la justicia de los Estados Unidos, el priista es un presunto delincuente.
Sin embargo, el fenómeno que acaparó ayer la atención pública, no fue la expulsión de Moreira, sino la onda cálida que azotó ese día a gran parte de la República, que en el caso de Tamaulipas y muy particularmente a la zona sur, subió el termómetro arriba de los 40 grados y en algunas regiones de los Estados de Veracruz y San Luis Potosí, los 45, que no se veía desde hacía mucho tiempo y que constituye una alerta de lo que podría suceder en forma permanente, si las autoridades no toman en serio el calentamiento global y la sociedad no hace la parte que le corresponde para evitar una catástrofe climática de magnitudes imprevisibles.
Mañana sábado, si son acertados los pronósticos del Servicio Meteorológico, el termómetro volverá a superar los 40 grados, para que tomen las providencias del caso, especialmente aquellas personas que por necesidades del trabajo, como los trabajadores de la limpieza, los choferes del transporte
público y los albañiles, tienen que exponerse en forma prolongada a los rayos del sol.
De no haber sido por las bondades del aire acondicionado, inventado a principios del siglo pasado pero que empezó a comercializarse en 1940, por el Ingeniero Eléctrico Willis Carrier, al que no se le ha erigido ningún monumento ni impuesto su nombre a alguna calle o ciudad en agradecimiento, como se hace con algunos políticos, seguramente las consecuencias del intenso calor habrían sido mayores y más graves.
Y es que lo que ocurrió el miércoles fue apenas una probadita de lo que estamos en riesgo de sufrir, si no es frenado drásticamente el crecimiento poblacional y la consecuente depredación irracional de la naturaleza, que ha empezado a cobrarnos la factura. Cada metro cúbico más de pavimento y cada metro cuadrado menos de áreas verdes o boscosas, es un paso más hacia el desastre.
En asuntos de otra índole, los que parece que no están haciendo bien su trabajo son los responsables de cuidarle la imagen al alcalde de Madero, Andrés Zorrilla Moreno, las fotografías del funcionario edilicio que gobierna la urbe petrolera difundidas el jueves en las páginas principales de algunos medios impresos así lo demuestran. ¿O no?
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