Reynosa y sus dramáticas circunstancias están dejando varias lecciones. Una de ellas resulta además de curiosa, reveladora.
En medio del mar de reacciones de todo tipo desatadas frente a las graves circunstancias delictivas que vive hoy esa población, se volvió a demostrar que la experiencia y las “horas de vuelo” de muchos de quienes son considerados monstruos sagrados de la política tamaulipeca, no son necesariamente garantías para una actuación oportuna.
Todos se pronuncian al respecto, todos hablan para los medios, todos engolan la voz y adoptan un gesto adusto, pero a excepción de lo realizado por el gobernador Francisco García quien ya elevó su voz ante el gobierno federal para coordinar esfuerzos, sólo una figura legislativa ha plantado la cara de frente a los hechos para reclamar directamente su intervención, sin tapujos, al Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong.
No es un nombre conocido para muchos tamaulipecos. Es la senadora Andrea García García.
La legisladora panista dirigió una carta oficial como senadora al titular de la SEGOB donde le recuerda que su propuesta –de la dama– para un plan especial de apoyo a Reynosa, presentado desde la primera semana de marzo, no ha sido escuchada y mucho menos atendida. En el documento también remarca la penosa calidad de vida que sufren los reynosenses y urge a duplicar el auxilio a la sociedad de esa comunidad.
¿Por qué la importancia de esta acción?
Porque ningún diputado o diputada federal, ningún otro senador y mucho menos el Congreso Local se ha manifestado de esa manera frente al responsable de la política interior. Quienes se desgarran las vestiduras y se envuelven en la bandera en tiempos electorales han abordado ante la prensa el escabroso tema –debo reconocer también la postura valiente de la IP– de manera generalizada, pero sin poner al frente su rostro, nombre y apellidos, para fajarse los pantalones o en este caso la falda, ante el segundo hombre más poderoso de México y pedirle que deje de comportarse como si la virgen le hablara y demostrar así que en verdad les interesa su terruño.
Bien por Andrea.
Demuestra no sólo preocupación por su tierra, sino también valor para salir al frente. Y en el escenario actual, eso no es cualquier cosa…
Diferencias que calan
Y en el mismo entorno, a riesgo de parecer repetitivo, no puedo soslayar que en Tamaulipas, pese a la indeseable violencia que sacude a gran parte de su territorio, se observa una notable diferencia con lo que sucedía en la anterior administración estatal.
En lo personal, me es satisfactorio ver en Reynosa a un gobernador que atiende un problema de esa magnitud en el lugar de los hechos, en plena vigencia de estos y no desde el confort de un escritorio de Palacio.
Por eso, me parece justa la percepción que predomina en la Cámara Baja del Congreso de la Unión, sobre el trabajo de Francisco García Cabeza de Vaca, a quien le reconocen haber sido uno de los impulsores más activos de la Ley de Seguridad Interior, al ser quien más aportó propuestas para llevar a
la práctica ese ordenamiento. Hoy, lo confirma con esa postura.
No quiero citar nombres aunque muchos sabrán a quien me refiero, pero me da grima recordar a un ex gobernador que en calidad de electo se negó en forma terminante, a finales del 2010, a viajar a Tampico para sostener una reunión con empresarios, porque un día antes se había registrado un cruento enfrentamiento delincuencial. Usted dígame si hay o no diferencias.
Tal vez ese personaje del pasado cercano tuvo miedo que se le despenara su frondoso bigote…
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