Este martes asistí al entrenamiento de Correcaminos de Segunda División, equipo de jóvenes que mañana disputa la final de ida por el Ascenso a la Premier contra Yalmakan.
Gustoso como lo hago desde hace casi diez años en el periodismo, me senté en las gradas a apreciar el entrenamiento dirigido por Jorge Urbina, realizó el estratega trabajo táctico para afinar su plantel de cara el encuentro contra el equipo de Carlos Bracamontes.
Esperé junto a algunos compañeros de diferentes medios a que culminara el entrenamiento para bajar a hacer entrevistas a la cancha y tener las impresiones de los futbolistas, y es que un día antes, llegó al correo un comunicado donde Correcaminos apuntaba que la atención a medios en zona mixta, sería una vez finalizado el encuentro.
Esperamos a recibir la indicación del Jefe de Prensa José Vélez y nos dispusimos a comenzar las entrevistas.
Pude tomar las reacciones de Leonardo Franco y “Lalo” Juárez, mientras esperaba para entrevistar más jugadores, en la zona de tartán del estadio, escuché una voz a mi lado derecho, que me cuestionaba “¿Por qué escribes lo que escribes, quién es tu fuente?”, cuando volteo me percato que es el presidente Rafael Flores con un rostro molesto quien me habla.
Tras contestarle que siempre escribo mi opinión, seguía hablando molesto el Presidente, al ver eso saqué mi celular para grabar la acción, inmediatamente tapó mi lente y me dijo que no podía grabar, por lo que le pedí a mi compañero de EXPRESO, Daniel Vázquez, que grabara; con él hizo lo mismo.
Luego me dijo que no podía estar ahí porque no tenía una acreditación. Nadie la tenía y nunca se han dado para entrenamientos, menos para los de Segunda División.
Le cuestioné que si iba a impedir que hiciera mi trabajo y me dijo que me saliera del Estadio Marte R. Gómez, nos acompañó a Daniel y a mí con su palma en nuestras espaldas, incluso cuando el Marte no es de su propiedad, es más, ni de Correcaminos.
Al llegar a la entrada principal dejó que Vázquez saliera del inmueble y después cerró la puerta, me dijo que conmigo quería hablar, yo contesté que ahí estaba para hablar, insistió que lo quería hacer en una oficina del equipo, me negué tres veces y después accedí; nunca había estado en una situación así.
En el camino, ahí por donde se pone mi amigo Cruz Valadez, se encontraba José Vélez, le preguntó que dónde podíamos entrar, finalmente dijeron que en una oficina cercana al sanitario de hombres.
Claro, antes de ingresar me dijo que entrara sin celular, no quería que grabara nada de lo que pretendía hacer ahí, accedí.
Ya adentro, cerró la puerta y se colocó del otro lado del escritorio, enojado de nuevo y golpeando el escritorio en el que nos encontrábamos, comenzó a gritar y alegando que en mis columnas atento contra él y que escribía puras mentiras.
Cuestionó enardecido la situación de la última columna, donde escribí que pidió a Pachuca apoyo para el equipo de Reynosa, diciendo que mis fuentes estaban mal y que él sólo había ido a pedir informes de un jugador que quiere para Correcaminos. Además dijo que cuidara lo que escribía porque yo no lo conocía enojado.
Nunca he sido de pelear, afortunadamente, me controlé ante la situación y le indiqué que si seguía alterado me iba a salir, minutos después parecía que estaba con otra persona, cambió totalmente su estado y por fin habló tranquilamente.
Tuve el error de permitir que el momento llegara a tanto, pero sí recalco que lo que escribo es una opinión y lo hago con información confiable que tengo.
Repruebo enérgicamente la manera en que se dirigió a mi persona y sobre todo, que impidió la labor periodística. Afortunadamente EXPRESO, medio para el cual trabajo hace más de seis años y la empresa MULTIMEDIOS, para la cual también colaboro, han confiado en mi trabajo y en este momento me han brindado su apoyo total.
Gracias a las personas que han creído en mí y que ayer me brindaron palabras de aliento.
El periodismo que he realizado desde octubre de 2007 lo seguiré ejerciendo libremente y bajo las normas que las empresas para las que colaboro tienen, siempre realizando un ejercicio periodístico sustentado y sin ofender a nadie, con puntos de vista personales en las columnas y elaborando géneros periodísticos imparciales en el resto del trabajo.
Cuando no aceptas críticas, ¿Qué se puede esperar en un momento de presión importante en un equipo de fútbol o trabajo?.
@daniriosmm