Está visto que el gobierno federal no ha podido con la crisis económica que se ha apoderado del país y la agrava más todavía implantando impuestos por cualquier cosa al grado que el causante cautivo no encuentra las formas para superarla.
El gobierno cree y está convencido que la solución es el impuesto sin embargo tire su mirada en su entorno y no encuentra obras por lo tanto preguntamos ¿Qué se hace con los miles de millones de pesos recaudados?.
No lo sabemos pero si entendemos que una buena parte se va en servicios públicos, otros en pago de la nómina y el restante donde lo ubicamos.
Eh, ahí el gran dilema de México.
Creo que se vivía mejor hace cincuenta años.
Caray, en los últimos días he agarrado la costumbre de recorrer el pueblo de mis mayores y no les miento si les digo que veo calles largas y solitarias, una plaza también sola, una presidencia municipal que el pueblo no visita, una larga hilera de taxistas que se desesperan ante la falta de clientela, un comercio y una iglesia solitaria, un buen número de viviendas que nadie habita, en fin, es ni más ni menos que el terrible rostro de la “jodencia”.
Los únicos espacios donde se ve gente son en las escuelas pero la antes divertida juventud ya no es como antes de juguetona, alegre y traviesa, hoy
recorren el camino de la casa a la escuela o al revés-voleado prácticamente en silencio.
Pero les diré también que ayer me tomé mi tiempo y abordando mi pequeño carrito enfilé con rumbo al poblado El Encino con miras de llegar al río Sabinas pero me arrepentí por lo mojado que se veía el camino y aunque no lo crean pero todo eso está solo, un comercio sin clientes y la familia encerrada en sus casas.
Vimos un campo solo, sin siembra alguna, pero eso sí algo enmontado.
La carretera, antes con un buen número de comercios en sus orillas, hoy en un ochenta por ciento mantiene sus puertas cerradas.
Pero además, asómbrese, la mayoría de las escuelas solas y abandonadas.
Bueno con decirles que no me topé de ida y regreso con un autobús aunque eso sí con dos que tres vehículos particulares en tránsito.
La conclusión es la siguiente: Llera se está quedando solo.
Pero no nada más en la campiña se observa esto pues también lo vemos en la cabecera municipal: Casas abandonadas, solares baldíos y enmontados, calles solitarias y un comercio tratando de sobrevivir.
Bueno, con decirles que hasta las iglesias en sus diversos ritos se ven sin gente y aunque no lo crean pero solo se llenan cuando hay una boda, una quinceañera o un velorio.
Aún así mantenemos la esperanza que todo esto se componga.
Ojalá.
Hoy es día de fiesta para los maestros del municipio de mi nacencia pues el Alcalde y su esposa, respectivamente Héctor de la Torre Valenzuela y Patricia Quintanilla Arcos, les organizan una comida allá por el rumbo de La Peñita.
¿Qué van a dar?
No lo sabemos pero que va a estar de “pelos” ni duda cabe, por lo tanto vamos a tratar de cubrir la reseña y si nos ofrecen un taco, pues no me les rajo.
Por lo tanto, vayan nuestros saludos para todas las maestras y maestros de Llera.
HASTA MAÑANA Y BUENA SUERTE.