Mientras en el PRI estatal siguen los escurrimientos hacia MORENA ayer el PAN, los panistas, recibieron del gobernador Francisco Javier García Cabeza de Vaca una especie de voz de arranque rumbo al 2018 en que se renovarán las 43 alcaldías, diputaciones federales, senadurías y la presidencia de la República.
Así es mis queridos boes, el marco fue la sesión de la Asamblea Estatal blanquiazul en la que ese partido eligió a su consejo para lo que resta del 2017 y hasta el 2019, primera prueba de Cabeza de Vaca como líder moral del PAN, prueba de la que evidentemente salió avante, fortalecido.
Fueron electos 47 hombres y 47 mujeres para el nuevo consejo, en una asamblea sin contratiempos, sin enfrentamientos.
De hecho se puede decir que los panistas de Tamaulipas llegaron a la reunión con horas de trabajo previas, con acuerdos adelantados y se apersonaron ayer en Victoria solo para darle legalidad al apoyo incondicional a quienes ya estaban palomeados.
De ahí que lo de ayer sea un triunfo para las huestes de Cabeza de Vaca, para el equipo que en el papel lideran Kiko Elizondo e Ismael García Cabeza de Vaca, porque pese al pronóstico de análisis que apuestan al enojo, al desencanto, indicaban que hacía el interior de ese partido había malestar y podría haber venganzas, lo de ayer demostró que el equipo fuerte y el que aglutina es el del gobernador.
Por eso Cabeza de Vaca dedicó parte de su discurso como panista a dar la voz de arranque para el año que viene, año en que tendrá su primera gran prueba como gobernador en las urnas.
“Vamos rumbo al 2018 y sé que van a estar ahí ustedes junto conmigo para que Acción Nacional vuelva a recuperar la Presidencia de la República, en Tamaulipas vamos a hacer nuestro trabajo y ustedes allá afuera en las calles”, dijo.
“Aquí en Tamaulipas, el PAN va a estar listo y va hacer las aportaciones necesarias para sacar adelante las elecciones y sé que todos ustedes y yo vamos a estar dando la batalla”.
El reto para Cabeza de Vaca y los suyos no es sencillo, recordemos que habría que superar al menos lo que ocurrió hace cinco años, cuando Josefina
Vázquez Mota ganó en Tamaulipas y que el ahora gobernador venció en la elección para senador.
Ahora la elección se vuelve concurrente con la de alcaldes y entonces se agrega ese ingrediente, con el hecho de que los tamaulipecos tendremos por primera vez la oportunidad de evaluar en las urnas al primer gobernador no priista.
Más aún, por primera vez tendremos en las boletas la oportunidad de elegir a los actuales alcaldes, la mayoría de ellos del PAN, la mayoría ya apuntados para repetir.
Por eso el llamado de Cabeza de Vaca es a tiempo y mientras el PRI está envuelto en un conflicto interno ante la falta de líder, ante la guerra de facciones, el señalamiento de unos contra otros, reparto de culpas y ante la peor de las desbandadas de sus militantes distinguidos hacia la izquierda de López Obrador y de los militantes y operadores de a ras de suelo hacia el PAN.
Y si, en el PRI aún no hay para cuando, por eso hay que resaltar que el llamado Cabeza de Vaca podría abrir más la brecha de diferencia entre ambos partidos de cara al ya inminente 2018.
Los penales…
El Gobernador aprovechó ayer su estancia con los panistas para resaltar las acciones que su gobierno ha emprendido contra el crimen organizado, en los penales por ejemplo.
“Los gobiernos pasados tenían 10 años, más de 10 años sin entrar a los penales de Tamaulipas, nosotros ya entramos y vamos a poner orden en cada penal del Estado, cosa que ellos no quisieron hacer”, dijo.
Y pidió paciencia para seguir avanzando: “Les pido no solamente paciencia, sino también que confíen en las acciones que está llevando mi Gobierno, pero, sobre todo, en los tiempos que está llevando para hacer los cambios”.
El Guty, ataque y defensa…
Este fin de semana ocupe al menos tres horas para leer de corrido todo lo que se publicó en el Facebook sobre Agustín de la Huerta a propósito de la publicación de un bloguero que le acusó de cosas tan delicadas como por ejemplo la presunta compra de un riñón que le fue trasplantado hace unos años, hasta asegurar que muchos deseaban su muerte.
Eran cuentos de comentarios, reacciones, respuestas del bloguero y la del propio director general del Conalep Tamaulipas.
No quiero involucrarme en una disputa que puede tener un trasfondo político, pero si he de decir que el 95 por ciento o más de las reacciones que la publicación contra De la Huerta se hizo eran para defenderlo, para agradecer apoyos de él o su familia y desearle salud y éxito.
El tema me puso a reflexionar sobre la facilidad con la que en las redes se difama, se denuesta, se ataca, por voluntad o por encargo. Me queda claro que al funcionario las cuentas al final de ese episodio le deben haber salido a favor, seguro se dio cuenta de que sus bonos no están nada mal.
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