En lugar de los seis manejados con anterioridad, serán tres ejes los que marquen el rumbo de Tamaulipas en el actual sexenio.
Y en la opinión de su servidor, no tienen desperdicio.
Al margen de colores, ideologías o siglas, el Plan Estatal de Desarrollo presentado ayer por el gobernador Francisco García Cabeza de Vaca a la sociedad en general, es el primero en muchos años que aborda de manera directa, cruda, la devastación que provoca la delincuencia y que anuncia sin maquillaje las acciones que aplicará para enfrentar algunos de los delitos más graves que sufren los tamaulipecos.
Le invito, como dice la voz popular, a “echarse un clavado” en las versiones de este plan en por lo menos cuatro administraciones previas. Tengo la certeza de que no encontrará una referencia a la inseguridad como la incluyó el actual mandatario en su exposición.
No pretendo demeritar a los dos ejes restantes, insertados en el terreno económico y en el del desarrollo social, pero el de la seguridad pública era el más esperado y en la percepción de su servidor, no decepcionó. De él, dependerá que las demás áreas tengan oportunidad de crecer.
¿Ejemplos?
Anuncios como el compromiso de terminar con la extorsión, uno de los delitos que más afectan a la tranquilidad familiar y a la economía en todos sus niveles; como la creación cercana de seis cuarteles para las corporaciones policíacas en donde los agentes vivan en condiciones dignas; adecuación de la ley en la materia para aumentar la penalidad a la actividad conocida como “halconeo”, que alcanzarían hasta 15 años de cárcel; modernización de los llamados “C4”, para la vigilancia, atención y monitoreo de acciones delincuenciales. Vamos, hasta la fabricación de “poncha llantas” será, de acuerdo a las palabras del gobernador, tipificado como una violación específica a la ley, con condenas acordes a su impacto.
Ciertamente tienen una relevancia sustancial los programas y acciones para atraer la inversión, generar empleos, apoyar la generación de energía limpia, mejorar sustancialmente a la educación, optimizar los servicios de salud y procurar un nivel de vida digno a las mayorías. Todos, renglones que revisten una trascendencia innegable para las familias y economía estatales.
Pero esos apartados, tan significativos sin duda, siempre han sido un contexto habitual en los Planes de Desarrollo. No podría existir la posibilidad de un futuro de progreso sin ellos, pero sobre todos esos segmentos es la seguridad pública la que pone el piso firme, la que crea las condiciones para el crecimiento y la competitividad, la que permite a los ciudadanos y a sus seres queridos respirar con tranquilidad y disfrutar de un patrimonio honesto.
Por eso la diferencia en esta ocasión. Por eso la enorme importancia de visualizar en este listado de compromisos al estado de derecho como la piedra angular del desarrollo.
Por eso me parece este plan, sin falsas poses cortesanas ni adulaciones desfasadas uno de los más trascendentes para Tamaulipas en por lo menos los 30 años más cercanos.
Ojalá se cumpla…
Más eficiencia
La fórmula de trabajo conjunto aplicada por el Ayuntamiento de Victoria y la COMAPA de la misma ciudad, sigue rindiendo resultados positivos.
Un ejemplo de lo anterior es la visita del alcalde Óscar Almaraz Smer, como presidente del Consejo de Administración de la Comisión mencionada, a las instalaciones de la misma, acompañado del gerente General Gustavo Rivera Rodríguez, para entregar uniformes y equipo especializado a todos los trabajadores sindicalizados.
La importancia de lo mencionado va más allá de un acto protocolario, sino que alcanza en sus beneficios a todos los usuarios de la COMAPA y en general a los victorenses, por la mayor eficiencia que se generará con el equipamiento al personal, con lo cual cumplirán sus labores con más eficiencia y mejores resultados.
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