García Cabeza de Vaca tiene definido su proyecto, pero habrá ajustes
La esencia: recomponer el tejido social para recuperar paz y bienestar
Elección de Estado se daría en la entidad mexiquense, contra Morena
La limpieza de drenes es preventiva, pero permanente aquí en Victoria
La recomposición del tejido social, es la asignatura que más preocupa al gobernador Francisco Javier García Cabeza de Vaca, puesto que de ahí depende, en gran medida, recuperar la paz y el bienestar que le quitaron a Tamaulipas los grupos delincuenciales en connivencia con políticos de anteriores regímenes.
Así lo deduzco porque los tres ejes de su Plan Estatal de Desarrollo lucen entrelazados hacia el mismo objetivo: diezmar la violencia a través de acciones sociales que en verdad impacten en el conglomerado.
Incluso el mandatario sostiene que “la libertad de un pueblo no tiene precio”, en clara referencia al espectro de inseguridad que (aún) priva en el estado.
¿Ésta producto de la complicidad entre malhechores con o sin fuero oficial?
¡Vaya Usted a saber!
Lo cierto es que, en la presentación del documento, el mandatario le pidió a la sociedad tamaulipeca no sólo tomar conciencia del trance, sino la incitó a participar, activamente, en la reestructuración del tejido social, pues dijo: “no es para nosotros esta herencia que dejamos a Tamaulipas para bien o para mal, será para nuestros hijos y futuras generaciones.
“La paz significa no solamente la participación de la ciudadanía. Es la tranquilidad; es un sinnúmero de acciones que se tienen que llevar a cabo; y la prosperidad tiene que ver con mejorar la calidad de vida de todas las personas que habitamos en el estado, áreas de oportunidades para nuestros jóvenes, las inversiones y por supuesto la generación de empleos”.
El Plan Estatal de Desarrollo (PED 2016-2022), consigna tres ejes fundamentales:
1) Seguridad ciudadana;
2) Bienestar social; y
3) Desarrollo económico sustentable.
Los pormenores de cada rubro han sido ya ampliamente difundidos por los medios de comunicación masiva.
Y como dice el mandatario “va más allá de un plan, de un Gobierno, de un gobernador. Es un plan que fue hecho y creado por parte de quienes son los que pueden sacar adelante a Tamaulipas, que son las familias tamaulipecas”.
Los responsables
Para ejecutar las acciones gubernamentales, Francisco García Cabeza de Vaca todavía no ha conformado el equipo definitivo de trabajo que lo acompañará en esta travesía, aunque todas las carteras de primer nivel hasta hoy ya están ocupadas.
Lo advierto por su mensaje a la estructura estatal del Partido Acción Nacional (PAN) de hace una semana, cuando dejó en claro que ninguno de los funcionarios de su administración está seguro en el cargo.
Es decir, que aún están a prueba.
Y con justa razón, pues hay secretarios que desde ahora se sienten con posibilidades de alcanzar una candidatura al Congreso de la Unión y lo que es peor, hasta filtran su aspiración a suceder al mandatario, como si éste ya fuera de salida.
Eso se llama traición.
Por tanto, no me extrañaría que en breve el Gobernador diera fuerte sacudida a su gabinete legal y ampliado a fin de poner a cada cual en su lugar.
Sobre todo para que su proyecto transite hacia buen puerto.
Para sustentar esta apreciación, basta comentar que en su mensaje (del domingo que nos antecede), afirmó: “Sé que el término paciencia no cabe por lo que se vive en Tamaulipas, pero les pido que confíen en los cambios y en los términos de los cambios.
“En este sentido faltan muchos cambios por hacer… porque quiero asegurar que cada funcionario entienda que está para servir… lo dije en su momento y tengo la tranquilidad de no haber engañado a nadie. Dije que los cambios se iban a llevar a tiempo…”
A la fecha ha dispuesto relevos en las secretarías de Finanzas y de Salud. Pero en los días sucesivos podrían darse otros como parte de un ajuste necesario en la maquinaria gubernamental, para quitar las piezas que no funcionan.
También habrá movimientos en el ocaso del año que cursamos con la definición de las candidaturas albicelestes al Senado, la Cámara baja, y, obviamente, los 43 ayuntamientos del estado, aunque estos se harían más por estrategia política que derivados de la incompetencia.
Prueba de fuego
En siete días más habrá comicios para elegir gobernadores en el Estado de México, Coahuila y Nayarit.
En los dos últimos se elegirán alcaldes (igual que en Veracruz), y se renovarán congresos locales.
Pero ‘la prueba de fuego’, para el señor de Los Pinos, se dará en el feudo del Grupo Atlacomulco (al que pertenece y tanto privilegia) por ser considerado este proceso como el preámbulo de su propia sucesión.
O sea, si Alfredo del Mazo Maza ganara en urnas, su primo Enrique Peña Nieto abrigaría la esperanza de imponer al candidato que lo releve en el Palacio Nacional; sea priista, albiceleste o producto de una alianza en aras de impedir que el mentado ‘Peje’ se fortaleza, todavía más, en la carrera sexenal donde (por cierto) asoma favorito.
En la edad media ‘la prueba de fuego’ se empleaba para confirmar o negar una acusación. Y al sujeto que no sufría quemaduras graves, se le consideraba inocente.
Adecuada al escenario político en México quiere decir que entonces el Presidente estaría perdido (ante el veredicto ciudadano) y derivado de tal rechazo también el abanderado tricolor a la gubernatura mexiquense, con todo y su despilfarro económico para comprar voluntades. Y votos al por mayor.
Desde luego nada está dado (ni escrito), pues enfrente aparece una candidata con cuestionable desenvolvimiento en su quehacer público.
Delfina Gómez Álvarez, se llama, quien fuera alcaldesa de Texcoco.
Ella es maestra por convicción y política circunstancial.
La acusan de haber despojado a los trabajadores del ayuntamiento, cuando fuera edil, del 10 % de sus salarios, para financiar al Movimiento Regeneración Nacional (Morena), así como de cederle las posiciones de mayor importancia en la alcaldía texcocana a su ‘padrino político’ Higinio Martínez Miranda, quien actualmente es la autoridad máxima en aquella localidad mexiquense.
Así que el cierre del hándicap se antoja de pronóstico reservado.
En tercera posición aparece Juan Manuel Zepeda Hernández (PRD) –tras desbancar a la panista Josefina Vázquez Mota (PAN)–, tratando él de pescar a río revuelto, aunque con pocas posibilidades de ganar. Pero sabe que a cambio habría ‘cañonazos’ apetitosos (por su participación) y un extra por provocar la división del voto para que el abanderado tricolor salga airoso.
Bajo esta tesitura cobra fuerza la versión de Andrés Manuel López Obrador, en el sentido de que ‘la mafia del poder’ prepara una elección de Estado.
Habría alianzas
En la geografía nacional ha cobrado mucha fuerza la versión acerca de las alianzas que intentarían construir los partidos políticos con registro oficial.
Y, aunque todavía no se definen estas sociedades ocasionales, se advierte la posible conformación de al menos tres coaliciones.
Una estaría integrada por los membretes albiceleste (PAN) y del Sol Azteca, siempre y cuando el PRD cediera la candidatura presidencial, en aras de impedir que ‘El Peje’ se mantenga a la alza; otra la acordarían el Movimiento Ciudadano (MC), Nueva Alianza (Panal) y Verde Ecologista de México (PVEM) –sólo en caso de que el PRI les negara, a los dos últimos, llevar mano en el reparto de las candidaturas al Congreso de la Unión–; y la tercera por los partidos Movimiento Regeneración Nacional (Morena), del Trabajo (PT) y Encuentro Social (PES), si es que aceptan, los dos últimos, las condiciones que les sean planteadas por ‘el guía moral’ de la corriente de izquierda, Andrés Manuel López Obrador.
Bajo este panorama presumo difícil conciliar intereses para alcanzar acuerdos que le permitan a la oposición disputarle la supremacía política al Revolucionario Institucional (si acaso saliera triunfante en los comicios del estado de México, Coahuila, Nayarit y Veracruz), aun cuando estamos a casi ocho meses de que venza el plazo legal para el registro de las coaliciones ante el Instituto Nacional Electoral (INE).
De esto bien enteradas están las dirigencias partidistas.
Como igual saben que la ley les permite formalizar alianzas como les venga en gana –en relación a la candidatura presidencial y, es obvio, a las candidaturas al Congreso de la Unión– y eso mismo ocurre con las nominaciones plurinominales.
Por eso desde ahora quieren asustar con el petate del muerto.
Estatutos desatendidos
La desconfianza y pérdida de credibilidad hacia los partidos políticos que habrán de participar en el proceso electoral 2018, encuentra sustento en la marcada incongruencia y poca seriedad con que se conducen.
Esto lo evidencian los mecanismos antidemocráticos utilizados para renovar sus estructuras dirigentes estatales y municipales, pese a tener bien definidos los estatutos y reglamentos que rigen su quehacer interno y actuación pública.
Generalmente son los grupos de interés quienes malinterpretan la reglamentación partidista, en un claro afán de adecuarla a los caprichos de las camarillas o facciones que en los procesos comiciales se adueñan de los membretes.
A este preocupante fenómeno, por cierto, no escapa ningún partido tradicional ni los de reciente creación.
Es más, cuando de pelear se trata para defender parcelas, los jefes de los clanes pierden la compostura y no asoman el menor pudor al exhibir sus mezquindades que degradan y enturbian la vida democrática de las organizaciones, como se ha visto durante (al menos) las últimas tres décadas.
Así, los pleitos de lavadero sesgan los buenos propósitos y exhiben falta de ética, de principios y sobre todo de madurez política, por lo que los partidos han dejado de ser espacios ideológicos para convertirse en pancracios donde afloran pasiones e intereses individuales y sectarios.
Hay más: la lucha resulta encarnizada hacia adentro de los partidos, cierto, pero al exterior no es menos halagadora.
Usted lo ha visto.
Corrientes malogradas
Bajo este panorama, es harto notorio que cuando la dirigencia de un membrete se confronta con los adversarios no mide consecuencias y usa cualquier recurso para degradarlos y tratar de anularlos.
El colmo surge cuando les da por establecer alianzas (en apariencia sustentadas en la coincidencia de proyectos), para postular a personajes con arraigo y posibilidades reales de ganar, ya que las más de las veces éstas se pactan al vapor y sin reglas claras, u obedeciendo a mandatos centralistas de los grupos de interés económico.
De ahí que no deba extrañarnos la manera poco cordial en que los aliados de coyuntura muestran hoy públicamente sus ‘coincidencias’.
Y por cierto, alzando el tono de su voz en contra de los intereses de sus socios ocasionales, como siempre, al ser descubiertos, se echan en cara el modo burdo y ruin de imponer voluntades, a fin de alcanzar las posiciones que con candidatos unipartidistas no son capaces de ganar.
Y durante este ‘ensayo democrático, los dirigentes de oposición han hecho todo tipo de acusaciones principalmente contra sus pares del PRI, PAN y PRD, mientras algunos de sus militantes más destacados, pero con muy pocas posibilidades de ser nominados, amenazan ser los escurrimientos del presente, ‘pero en favor del cambio y del avance democrático’, según dicen.
Resultado de lo anterior es la pérdida de credibilidad partidista.
Y de las escisiones, que, en su momento preciso, comentaré con amplitud. No moderada.
Limpieza de drenes
El ayuntamiento de Victoria, que preside Óscar de Jesús Almaraz Smer, estableció el programa de limpieza de drenes, con el fin de evitar que el acumulamiento de agua (producida por las recientes lluvias) afectara el patrimonio de los ciudadanos.
Para ello la Comisión Municipal de Agua Potable y Alcantarillado (Comapa), donde manda galleta Gustavo Rivera Rodríguez, se hizo cargo del retiro de la basura y maleza que se acumula en los canales de desagüe citadinos.
Esta disposición se dio como parte de los trabajos preventivos a la temporada de lluvias y contribuyeron a sacar de manera rápida el agua en las zonas bajas, pese a la gran cantidad de lluvia que se presentó hace días.
El programa de limpieza de drenes otrora se activaba previamente y durante la temporada de lluvias, pero considerando la necesidad de ofrecer un mejor servicio, el alcalde giró instrucciones para que los trabajos se ejecuten de manera permanente.
“Tendremos una máquina en el desazolve de los drenes, que dará constantemente mantenimiento retirando basura y maleza, a fin de que en el momento que se presenten precipitaciones, sea más ágil la salida del agua”, ha reconocido el gerente de la Comapa.
Así, tanto la dirección de Limpieza, como la de Parques y Jardines, colaboran en el retiro de los desechos que son sacados de los drenes. Y con ello se evitan taponamientos que impiden la salida del agua, cuando la lluvia nos bendice.
Aunque inunde calles y avenidas.
¿Qué no?
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