El presidente Enrique Peña Nieto dirigió un mensaje a la nación el 24 de mayo para dar a conocer la mejoría económica que había obtenido en el primer trimestre del año, mejoría que el Secretario de Hacienda, Antonio Meade, celebró, aunque inmediatamente después pidió que tomaran las cosas con cautela.
En el video-mensaje transmitido en red nacional, el primer mandatario del país destacó en la fecha aludida que en ese lapso de noventa
días el PIB creció 2.8 por ciento y que igualmente se elevaron los índices del empleo y las exportaciones.
Fue tal la euforia de que la noticia causó que autoridades hacendarias subieron las expectativas de previsión, que eran del 1.3 al 2.3, del 1.5 y el 2.5. Ante las reacciones de beneplácito, sin embargo, el responsable de las finanzas nacionales matizó el asunto.
Hay motivos, dijo, para estar contentos, pero al mismo tiempo recordó que los problemas de volatilidad y otras de las dificultades en que se vio envuelta la economía mexicana a principio del año no han desaparecido, por lo que hay ser optimista pero no echar las campanas al vuelo.
El alza de la inflación, que se elevó a 6.17 por ciento, el nivel más alto en ocho años, es una de ellas. Aunque de acuerdo con el gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, hay probabilidades de que a finales del 2018 descienda al entre un 3 y 4 por ciento, ligeramente arriba de la meta del 3 por ciento fijada originalmente.
Mientras son peras o son manzanas, en el alto mando nacional del PRD ya están afilando la guillotina. Se sabe que después de la elección del Estado de México se ajustarán cuentas a aquellos perredistas que llamaron a votar por otros partidos políticos a pesar de que el Partido de la Revolución Democrática tenía candidato propio a la gubernatura mexiquense.
Si gana Delfina Gómez podrían emigrar a MORENA, pero si el triunfo lo obtiene el Revolucionario Institucional se convertirán en damnificados electorales a esperar a que alguien le lance una cobija para subsistir.
Para los priistas de Tamaulipas, como para los del resto del país, la eventual victoria de Alfredo Del Mazo les devolvería el alma al cuerpo. Después de la debacle electoral del 2016, en la que perdieron siete de la 12 gubernaturas que se renovaron, conservar en poder del tricolor la gubernatura del Estado sede del grupo Altlacomulco, sería como un bálsamo.
Les renacería la esperanza de que, a pesar del rechazo de la población al partido que gobierna la República, tendrían posibilidades de sobrevivir a la sucesión presidencial del 2018, como lo hicieron en las del 2000 y el 2006, y mantenerse en pie de lucha hasta volver de nueva cuenta a los Pinos.
Los que se sabe que andan arrastrando la cobija, en cambio, son los priistas tamaulipecos que, en vez de reagruparse y dar la pelea para reponerse de los daños políticos que sufrieron en los procesos electorales del 2016, abandonaron las filas del ex invencible con la esperanza de que el Movimiento Regeneración Nacional les abriera las puertas y les ayudara a reconectarse al presupuesto de gobierno.
La causa, que los jerarcas morenistas decidieron que el partido político de AMLO no postulará a militantes de otras agrupaciones como candidatos a alcalde y diputaciones federales, quienes tendrán que hacer fila y méritos para ganarse el derecho a disputar esas posiciones.
Considerados traidores en el PRI y arribistas y convenencieros en el partido del Peje, se convertirán escarnio de la opinión pública.
Hablando de otras cosas, lo que provocó toda clase de suspicacias y especulaciones fue la reunión que la dirigente estatal interina del PRI, Aida Zulema Flores Peña, sostuvo ayer en Tampico con la alcaldesa María Magdalena Peraza Guerra, en compañía del Secretario General, José Hernández Cuesta, del dirigente priista local, Sergio Villarreal Bricston y de la Segunda de a bordo de este, Georgina Barrios González.
La versión oficial, no obstante, es que se trató sólo de una visita de cortesía tras las reuniones que previamente sostuvieron con los comités directivos de Madero, Altamira y Tampico, de cara a las asambleas municipales previstas para el 10 de junio en las que se elegirán a los delegados a las convenciones estatal y nacional que tendrán lugar, la primera el uno de julio en Victoria y la segunda el 12 de Agosto en la capital del país, en las que se escucharán todas las voces del partido.
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