+ PRI, se juega todo en Edomex + Casi seguro, conflicto postelectoral
+ Preparan cambio en el Tricolor + Oseguera-Zorrilla pelearían Madero
Para nadie es ninguna novedad, el rechazo al PRI en el país adquirió tales dimensiones que la disputa de la gubernatura del Estado de México se ha convertido en un caso de vida o muerte no solamente para el tricolor sino para el propio gobierno del presidente Enrique Peña Nieto.
La eventual derrota de Alfredo del Mazo sería un golpe letal para el grupo Atlacomulco y aniquilaría lo que dejaron en pie del gobierno federal la masacre de estudiantes de Ayotzinapa, la inseguridad y el exacerbamiento social derivado de la falta de resultados, así como de la corrupción y la impunidad.
Los estrategas del priismo, sin embargo, no están únicamente preocupados por las dificultades que implica conservar el cargo de Eruviel Ávila, también la inesperada caída en las preferencias ciudadanas de la candidata del PAN, Josefina Vázquez Mota. Temen que el fenómeno no sea sólo resultado de la impopularidad de la ex candidata presidencial sino del propio Acción Nacional.
Ya que sí así fuese, tendrían que inventar algo al vapor, una candidatura independiente o un frente amplio para evitar el triunfo de Andrés Manuel López Obrador en la sucesión presidencial del 2018. El intenso golpeteo de que este ha sido objeto en las semanas recientes indica que, contra lo que aseguran sus rivales, AMLO sigue siendo el enemigo a vencer de la próxima carrera de los Pinos.
Las negociaciones iniciadas por los dirigentes nacionales del PAN, Ricardo Anaya Cortes, y del PRD, Alejandra Barrales Magdaleno, lo confirman.
¿CONFLICTO POSTELECTORAL?
Es necesario señalar, además, que si, como aseguran las encuestas y los analistas, las votaciones de este domingo entre MORENA y el tricolor resultan cerradas, pero favorecieran a Delfina Gómez, los abogados del ex invencible llevaran el proceso a los tribunales, en donde tienen muchos amigos, para hacerlo tablas e impedir la probable victoria morenista.
Si, en cambio, el triunfo es del PRI pero por una margen muy reducido, los seguidores del nativo de Macuspana no solamente impugnarían la contienda ante el TRIFE sino que realizarán movilizaciones callejeras para impedir lo que de antemano calificarían como un nuevo fraude electoral.
En cualquier caso, parece que si la definición de la jornada electoral del Estado nativo de EPN no es contundente, el conflicto postelectoral parece inevitable.
Mientras se conoce el desenlace de la competencia mexiquense, en Tamaulipas todo está listo para el inicio del proceso de renovación de los mandos del CDE del ex partido oficial. Antes del 13 de junio, según han adelantado algunos de los interesados en la presidencia estatal, caso concreto de Juan Alonso Camarillo, será emitida la convocatoria y el alto mando nacional el dará el visto bueno para el tardío inicio el proceso selectivo interno que pondrá fin a uno de los interinatos más desafortunados, el de Aída Zulema Flores Peña.
El principal reto, sin embargo, no será a quién elegir, sino zanjar las diferencias y raspones que dejó la debacle electoral del 2016, pero sobre todo las del gobierno de Egidio Torre Cantú, de triste memoria, que es el que impuso en la cúpula priista al ahora diputado plurinominal Rafael González Benavides y a la ex Secretaria General actualmente al frente de la agrupación.
Para conseguirlo tendrán que resolver la elección mediante una consulta a la base y que el nuevo pastor sea, de preferencia, un elemento ajeno al grupo de Torre Cantú y de sus adversarios. ¿Lo lograrán? No se sabe, pero como están de encontradas las posiciones no será esa una tarea sencilla ni fácil.
EFECTO EDOMEX
Ahora que si, como auguran algunas encuestas, el PRI retiene, aunque sea con las viejas trampas y marrullerías, el Estado de México, el proceso priista tamaulipeco sería menos ríspido, de lo contrario, es decir, si el partido político que aún gobierna la República pierde la joya de la corona, los priistas van presionar para que nadie meta la mano en el relevo y las pugnas podrían agudizarse.
La eventual derrota del Movimiento Regeneración Nacional tendrá igualmente repercusiones en el resto de la nación, negativas si la victoria priista es amplia y contundente, positivas, si es estrecha y huele a fraude. En el primer caso, la euforia lopezobradorista que se vive actualmente decaería, en el segundo avivaría el coraje y la lucha para combatir a los gobiernos de extracción tricolor.
Algo similar está sucediendo con la baja de las simpatías populares que ha sufrido Josefina. Los panistas de Tamaulipas, como los de otros Estados, se sienten desanimados, piensan que la elección de la Vázquez Mota, impulsada por Ricardo Anaya, no fue la mejor y si eso se confirma este domingo la molestia llegará a los Estados y a los municipios.
A propósito, en el de Madero, municipio que gobierna el PAN, por ejemplo, ya se empiezan a cruzar apuestas.
Si, como se afirma tras bambalinas, a Jaime Turrubiates se le cayera la candidatura del Verde Ecologista, pero no por obra de Jesús González Macías sino de maniobras manejadas desde ciudad Victoria directamente ante el CEN para evitar la postulación de un contendiente competitivo, que es el proyecto que apoyaría la sección 1 del sindicato petrolero, la pelea del ayuntamiento no la protagonizarían el PRI y Acción Nacional, como algunos piensan, sino el alcalde Andrés Zorrilla Moreno y el empresario Adrián Oseguera Kernion, virtual abanderado de MORENA.
Este último, por cierto, recorrió el fin de semana las colonias Miramápolis, Carrillo Puerto, Primero de Mayo, Lucio Blanco y el Polvorín, en las que una de las principales quejas de los moradores fue la de las inundaciones que afectan al sector en la temporada de lluvias y huracanes, problema tan grave que la urbe petrolera es considerada ya la segunda ciudad más inundable del país, después de Villahermosa, la capital de Tabasco.
Oseguera les dijo que si la nueva opción de la izquierda lo elige candidato a presidente municipal y los ciudadanos lo llevan al palacio el año que viene, uno de los programas prioritarios de su gobierno será mandar dragar los vasos lacustres y mejorar la infraestructura hidráulica con canales pluviales funcionales, entre otras obras que se requieren para terminar con los molestos y costosos encharcamientos.
No hay que olvidar que el perfil social del municipio maderense es obrerista y que si ganó el PAN, partido político de corte empresarial, fue por el rechazo generalizado al PRI y al gremio de Pemex, así como el voto en cascada a favor del candidato a gobernador Francisco Javier García Cabeza de Vaca.
Es del dominio público que fueron los propios priistas resentidos y cansados de los grupos que controlaban y controlan aún al instituto político tamaulipeco, no los seguidores de la causa albiceleste, los que al conjugarse hicieron posible la llegada de un empresario al palacio municipal. Bajo las nuevas circunstancias, sin embargo, los resultados podrían ser distintos.
Zorrilla representa sólo al sector empresarial, Oseguera, en cambio, es también un miembro distinguido de la Iniciativa Privada pero al mismo tiempo defendería a un partido más identificado con la clase trabajadora que el edil panista, factor que, en determinadas condiciones, podría resultar más atractivo para los votantes que el probable abanderado de los azules.
EL PAPEL DE JOACO
¿A quién apoyarían los quinistas?
Todo indica que al PAN, si el candidato fuese el diputado local Joaquín Hernández Correa, a Oseguera, si Joaco queda fuera de la contienda, aunque en este caso seguramente el gobierno del Estado encomendaría al vástago de “La Quina” la misión de reclutar adeptos a favor del panista que tendría que cumplir, obligado por su condición de integrante del grupo de Cabeza de Vaca, gracias al cual llegó al Congreso del Estado.
O también si, como se especula en las mesas de café y en los círculos políticos locales, Hernández Correa es designado compañero de fórmula del titular del ayuntamiento, si este busca la reelección por supuesto, como candidato a diputado federal, a la que se echaría mano para atraer a los petroleros y a los obreros a los que no les cuadra que los gobierne un patrón de derecha.
En Tampico, que, a diferencia de Madero, posee un perfil social empresarial, la situación es diferente. Además, la significativa “visita de cortesía” que el pasado fin de semana le hiciera la dirigente interina estatal del PRI a la presidente Magdalena Peraza Guerra puso de relieve la intención de los jerarcas priistas de volver a tener de su lado en la próxima contienda política, como candidata o como aliada electoral, a la profesora que gobierna la ciudad.
Propios y extraños coinciden en que el factor Magda sería fundamental para que el PRI impidiera otra vez que el actual Director del Instituto Tamaulipeco de Infraestructura Física Educativa (ITIFE), German Pacheco Díaz, o quien al final de cuentas resulte elegido candidato blanquiazul a la alcaldía, vaya a sacar al Revolucionario Institucional del palacio de la calle Olmos.
Un papel similar al de Magda jugaría en la sucesión municipal de Altamira del año que viene desempeñaría el ex alcalde Armando López Flores, al que el Partido del Tucán ha anunciado que abanderaría otra vez, si el profesionista decidiera pelear por segunda ocasión la comuna que actualmente gobierna y gobierna bien la alcaldesa Alma Laura Amparan Cruz.
Para finalizar, al que parece que salvó la campana es al Cardenal Norberto Rivera Carrera. En el momento en que el clérigo es acusado ante la PGR de presunto encubridor de 15 sacerdotes pederastas, se inició el proceso de renuncia al cargo del arzobispado que, por disposición del derecho canónico, se aplica a los prelados que han llegado a la edad de 75 años de edad, que le permitiría al incriminado enfrentar el caso separado de la función.
Aunque, como dijera el igualmente controvertido ex Obispo de Ecatepec, Onésimo Cepeda Silva, en México, como en muchos otros países, un hombre de sotana jamás sería enjuiciado y mucho menos iría a prisión.
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