CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- Julio Alejandro Pérez Lores, es un victorense que ha perseguido sus sueños desde pequeño, como muchos en México, su máximo objetivo en la vida es ser futbolista profesional y desde hace cerca de cinco años ha trabajado con humildad para conseguir lo que se propone.
Salió de Victoria con la maleta llena de ilusiones a los 10 años de edad, al principio batalló para adaptarse a una nueva vida, sin su familia cerca ni amigos, pero consiguió nuevas personas cercanas como sus compañeros de equipo y entrenadores.
Ahora sigue en la batalla por buscar llegar a la primera división; aún le falta mucho por recorrer, pero ya ha superado varios escalones por lo que todos los sacrificios que ha hecho, hasta el momento han tenido su recompensa, pero Julio, va por más.
El victorense de 15 años habló con Oé! esto tras unas pequeñas vacaciones que tiene y que decidió pasar en Ciudad Victoria para ‘recargar pilas’ con su familia y viejos amigos; en esto momento no tienen otro objetivo más que ganarse un puesto titular en la categoría Sub-15, pues sabe que tiene que ir paso a paso.
Así inició
Siempre sobrio y con inteligencia, dio una de sus primeras entrevistas, pues no es mucho de los reflectores; recordó su etapa de infantil la cual comenzó con el equipo de Road Runners a influencia de sus padres, “siempre me han dicho que practique lo que me gusta y el fútbol me gustaba”, expresó.
“A los tres años comencé, con Road Runners, después Praderas me invitó a jugar jugué un Nacional en Veracruz, estuve como dos años con ellos y después se formó Furia Azul”, detalló.
Tras estar en León, Furia Azul se formó por iniciativa de algunos padres, Julio decidió irse con ese equipo donde él asegura “viví mis mejores momentos en etapa infantiles de aquí en Victoria”.
Tras vario tiempo en el equipo de Furia Azul mejoró mucho y fue invitado a un torneo estatal con Cuerudos, “fue en Tampico, en un juego ante Madero, estuvo el profe Miguel Mendoza, me vio y me invitó a visorías allá en Pachuca, una semana”, manifestó.
Dio el salto
En la semana de prueba dio buenos resultados, su estatura y buen fútbol que mostró le hicieron quedarse, era un delantero nato, goleador siempre que resolvía los partidos, “fue algo muy bonito sentía mucha emoción por la oportunidad que me llegó a muy corta edad”, dijo. Aunque después por
necesidad, los Tuzos lo entrenaron y lo hicieron un defensa central de mucha seguridad.
Pero antes de irse a Pachuca, tuvo buenas experiencias con Furia Azul que siempre recordará.
“Con Furia Azul en el Nacional de Colima antes de irme a Pachuca, llegamos a la final y estuvimos cerca de ganarla pero no se pudo pero igual fue una experiencia muy bonita y que siempre voy a recordar porque no se pensaba que fuéramos a llegar hasta la final”, expresó.
En Pachuca
Tras disputar el torneo nacional en Colima donde quedó subcampeón, varios días después se presentó con Pachuca, ya de forma oficial como jugador registrado del cuadro hidalguense. Su paso al equipo de los Tuzos no fue fácil, no sólo en lo deportivo sino en el tema personal, pues con 10 años
de edad tuvo que dejar su zona de confort, su casa, familia y la ciudad donde había crecido.
“Fue muy difícil, primero estuve sin más papás una semana, era la primera vez y la verdad que sí sufrí mucho. Ya cuando llegué después de que me aceptaron también fue difícil, no sólo un mes, sino todo el año, me sentía a veces sólo, extrañaba a mi familia”, pronunció.
Julio aún recuerda cuando su madre le insistió antes de irse que se quedara algunos años más, lo cual no aceptó, y ante ello no está arrepentido pues fue una buena decisión.
“Mi mamá me decía ‘cuando entres a la secundaria te vas’ y cosas así pero yo no acepté, me encantaba esto y hasta la fecha y era una oportunidad muy grande que no podía desaprovechar”, sostuvo.
Maduró rápido
Todo los ratos que pasaba solo, sin sus padres y amigos, le han ayudado, pues sabe que toda esa experiencia y responsabilidad que debió tener desde los 10 años lo han hecho una mejor persona que piensa firme en lo que quiere.
“Sí se madura luego luego, todo tienes que hacer tú sin tu familia, sabes el cambio que haz tenido y todo lo que haz crecido mentalmente, son cosas que aprecio mucho y que sé que me ayudarán en un futuro en todo lo que haga”, señaló el capitalino.
Experiencias internacionales
En su ahora larga carrera en las fuerzas básicas de Pachuca, Julio Pérez ha tenido la oportunidad de estar en muchos torneos nacional como la Olimpiada Nacional, Cuatro Torneos Sub-13 de la Liga Mx pero también ha tenido roce internacional. El cuadro de Pachuca como es costumbre manda a sus jugadores a tomar experiencias a torneos internacionales y él ha estado en la Copa Nike de Brasil además de una Copa en Japón, torneos de los cuales ha aprendido mucho.
“Me he sentido súper bien, te dejan mucho, van equipos muy competitivos, la calidad que tienen ellos y sabemos que les podemos competir y sí me dejó muchas cosas buenas el estar en esos torneos además de conocer otro países”, pronunció.
Siempre lo soñó
Toda su vida ha sido el fútbol, desde chico siempre tuvo en su mente ser o intentar ser futbolista y por el momento lo está logrando y está cerca de conseguirlo, aunque aún le queda mucho camino que recorrer.
“Yo siempre lo soñé, siempre lo quise, yo quiero vivir de esto, sí me imaginaba jugar en un equipo tan grande como Pachuca, aunque siendo sinceros no a tan corta edad, sé que falta mucho pero estoy trabajando para eso”, declaró.
“Todo el proceso es muy complicado, es mucha la competencia interna y todo el plantel pelean por un puesto titular, al que sea tienes que pelearle y tienes que avanzar contra eso”, expuso.
Un año de crecimiento
Aunque no era su categoría, Julio Pérez estuvo constante en el equipo de Pachuca Sub-15 esta temporada, donde jugó varios duelos de titular y otros de cambio, siendo el Clausura 2017 donde más juegos disputó con un total de 14 con 647 minutos.
“Este año fue muy bueno porque estuve con los mayores, agarré mucha experiencia”, pero este no el fin del proceso pues “ahora estaré de nuevo en Sub-15 pero con los de mi categoría pues se podrá hacer mucho más y aportar”, añadió.
Sus objetivos y sueños
Los objetivos de Julio no cambian son ganarse un lugar en la Sub-15, ser campeón y después escalar categorías. “Espero quedar campeón en estos torneos porque ya tiene tiempo que no se queda campeón en esta categoría después subir a la Sub-17 y 20 si Dios quiere”.
Pero su objetivo y sueño a largo plazo no lo olvida, “es debutar en primera división, jugar en Europa, jugar en la Selección Mexicana un Mundial” y sin olvidar a su más grande ídolo, “quiero ser como él, todo lo que ha logrado, su liderazgo y la entrega que tiene”, manifestó.
La escuela no la olvida
Aunque su vida es el fútbol, sabe que la escuela también deber ser algo importante a lo cual le da un espacio en su tiempo ya que Pachuca también le toma importancia a eso.
“Voy muy bien sé lo importante para ellos y hay que cumplir, además me servirá. También te apoyan en eso si le echas ganas”, comentó.
Dedicada a la familia
Toda sus logros deportivos y personales no se los dedica más que a su familia y amigos los cuales lo apoyan, sobre todo a los que lo han hecho desde que se fue a los 10 años.
“Agradezco a toda mi familia que siempre está atrás de mí, a todas las personas que me han apoyado desde que me fui a los 10 años, a todas ellas les dedico todo, espero seguir haciendo que estén orgullosos”, finalizó.