En los frescos y abundantes caminos de la narrativa de la esquina de la patria, Tamaulipas, nos encontramos con nuevas visiones del acontecer político que a su vez nos lleva al encuentro con la identidad literaria.
Nuestro maestro, siempre citarle, Juan Fidel Zorrilla apuntaba que “aun no se había escrito la novela política” de Tamaulipas, aquella que revelara los momentos apasionantes de nuestra historia contemporánea.
Incisivo, conocedor de nuestra patria chica, Juan Fidel Zorrilla mantuvo en sus últimos años una actitud crítica e irreverente al estado de cosas de Tamaulipas.
Hace algunos días festejamos el encanto de una obra de teatro Las Veredas del Dante, escrita por José Ángel Solorio Martínez, periodista incendiario y con fortuna crítica que le ha valido el aplauso y el desdén de sus coeterráneos.
La obra a la batuta escénica de Medardo Treviño, dramaturgo de talento y una de las piezas claves para entender el teatro mexicano de nuestros días. Se dibuja en la propuesta la mano pulcra de Medardo, en el juego de los parlamentos que ofrece ligereza al escenario, cuya escenografía, muy gráfica, minimalista interactúa con actores y público con fortuna.
Que tenga memoria, dentro de los grandes episodios de la “decena trágica tamaulipeca”, el trabajo de Solorio Martínez constituye a una visión estética de la política de calidad.
Me sorprende la actuación intachable de Marcos Beas, en el papel del gobernante agobiado por las sediciones humanas, que escoge entre el placer del poder y el dinero, al desdén y olvido sobre el asesinato de su hermano.
En realidad Solorio Martínez ha clavado un dardo sobre la moral y la falsa moral de los hombres del poder.
Brillante Édgar de la Sancha, ‘El Guate’, gesticulador de los justicieros, que atrae los reflectores sobre las vivencias de un estado de cosas que nos revuelve el estomago.
Nestor Corona, Larisa López y Alejandro Lustral, componen un electo magnífico, que hace lucir a José Ángel Solorio Martínez como un autor crítico y permite que la batuta de Medardo Treviño, recree con convicción estética, su trabajo teatral.