La amplia difusión que se ha dado al incidente vial en el que se ha visto involucrado, aunque en calidad de testigo no de responsable del hecho, el Secretario de Ayuntamiento de Madero, Juan Torres Sáenz, ha provocado suspicacias y una oleada de especulaciones en las mesas de café de la urbe petrolera.
Primero porque, no obstante que el percance, un atropellamiento en el que habrían resultado lesionadas varias personas, ocurrió hace más
de dos años y repentinamente las autoridades del Ministerio Público citan a comparecer por tercera ocasión al aludido, que, según se ha señalado, por razones que se ignoran se ha acatado la orden de comparecencia.
Segundo, que se trata de un asunto menor, al que se le ha publicitado de manera desproporcionada.
Para los mal pensados, que nunca faltan, la forma en la que se ha manejado el asunto hace suponer que se trata de demeritar públicamente al funcionario, quien, de acuerdo con lo se que comenta en los círculos políticos locales, es un presunto aspirante a candidato del PAN a presidente municipal, cargo en el que se supone que también está interesado el alcalde André Zorrilla Moreno.
¿Será acaso que, además de deteriorar la imagen política del segundo de a bordo del titular del ayuntamiento, el objetivo es obligarlo a desistir de sus pretensiones futuristas y quitarle piedritas al camino de la reelección? No se sabe.
Si las apreciaciones son correctas, muy pronto le van a pedir también al Director Estatal del Conalep, Agustín De la Huerta Mejía, que se olvide de buscar otra vez la candidatura al gobierno de la ciudad, a la que el empresario seguramente accederá, como accedió a retirar de la contienda por la presidencia del comité directivo municipal a su candidato José Alfredo Jiménez, para llevar al cargo a la palomeada desde Victoria, María Esther Lozano Hernández.
Maniobra que, por cierto, dejó fuera de la contienda partidista al ex regidor Francisco Castañeda Cruz, para muchos el elemento más capaz y con mayor experiencia política para dirigir al partido que actualmente se desempeña como director de los servicios médicos del sistema DIF.
La declinación José Alfredo, desde luego, no fue gratuita, a cambio, el alto mando estatal de Acción Nacional que encabeza Francisco Elizondo Salazar, le regresó el favor a Guty designando a su esposa, la señora Lorena Purata Hernández, directora del CREDE, Centro Regional de Desarrollo de la Educación.
Ya que hablamos de Madero, la instalación de una oficina apócrifa de MORENA en el municipio, concretamente en la colonia Felipe Carrillo Puerto, para promover sus aspiraciones de candidato del partido de AMLO a alcalde de aquella jurisdicción por Alfredo Pliego Aldana ha obligado a los representantes de la agrupación a tomar medidas para evitar artimañas de esta naturaleza que pueden confundir a los ciudadanos y simpatizantes del nuevo partido de izquierda.
También para poner un freno a las habladurías del ex munícipe que pregona que personalmente el Peje le ha encargado manejar los asuntos electorales del Movimiento Regeneración Nacional en el municipio, ya que esto ha generado reacciones de desconfianza.
La oficina oficial del partido de Andrés Manuel López Obrador se localiza en la calle Colima de la colonia Unidad Nacional.
Cambiado de tema, los priistas de Altamira se encuentran tan desesperados por la desbandada de militantes a otras organizaciones que el aún dirigente en el municipio, Eulogio Sánchez de la Rosa, dice que el ex invencible no les haría el feo a los traidores, que pueden reincorporarse al partido cuando quieran, siempre y cuando respeten algunas condiciones que se impondrían a los arrepentidos.
Cualesquiera que sean, dijo, los motivos o razones por los que dejaron al tricolor no van a rechazar a nadie que haya decidido regresar.
Para concluir, aunque no es ninguna novedad, a decir de la OCDE, Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, la mejora de la economía mexicana no beneficia a las familias. Ni el crecimiento del PIB, ni de las exportaciones, tampoco la baja del dólar, se traducen en mejoras tangibles para las clases populares, que, por más éxito que logre la macroeconomía y digan lo que digan los indicadores, a los de abajo nadie los saca de la miseria.
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