El autor es Premio Nacional de Periodismo 2016
El presidente Peña realizó una escala técnica este viernes en el aeropuerto de Tampico donde permaneció sólo el tiempo necesario para cambiar de nave. Al parecer ahora no utilizó el sorprendente avión con costo cercano a los diez mil millones de pesos (que ni Putin, el Papa o Trump lo tienen), sino uno más modesto el cual abandonó para trepar en un helicóptero adecuado a su gira por Tamuín, tierra de Gonzalo N. Santos, aquel terrible cacique que hizo de este paraíso su propia ganancia revolucionaria.
Por supuesto que en esta ocasión Tamaulipas no estuvo en la agenda de EPN salvo para efectos prácticos como el señalado operativo. No sabemos si las autoridades le hayan solicitado una visita al estado. (Recordéis que fue recibido por el gobernador Cabeza de Vaca). Si nos remitimos a la lógica más elemental es probable que así haya sucedido.
Al margen de la cortesía política y todo lo que esto significa podríamos preguntarnos si existen suficientes razones para que EPN “nos honre” con su presencia. El escribidor supone que no. Y es que Tamaulipas no le ha sido muy favorable que digamos.
Para empezar aquí perdió con diferencia de cien mil votos frente a Josefina Vázquez Mota. Este fue quizá el motivo principal de su fría actitud con el sexenio anterior encabezado por Egidio Torre Cantú y muy probablemente también de la ausencia de obras de participación federal. (Y de toda índole pa’ acabar pronto).
En este sentido usted dirá que si no hubo obras fue porque los funcionarios de entonces dieron prioridad a “satisfactores” ajenos al bienestar social y pue-que esté en lo correcto.
El asunto es que pareciera existir cierto resentimiento hacia la entidad desde entonces, pero bueno los tiempos cambiaron y la mera verdad los tamaulipecos estamos urgidos de que el régimen federal nos eche la mano. Cierto es que gobierna un partido ajeno al de EPN pero eso es circunstancial y propio del ánimo de los electores y lo que ahora importa es salir de la difícil condición en que nos encontramos.
De manera que EPN no ha sido favorecido por estos andurriales. Y uno se pregunta qué tanta culpa tiene el supremo gobierno cuando dejó que en Tamaulipas se agravaran situaciones que pudieron evitarse a tiempo. Y hablamos de lo que todos sabemos, es decir, de la inseguridad en primer término, como el fenómeno que condiciona la existencia de millones de familias atrapadas por la incertidumbre y el miedo.
¿Aceptaría Peña Nieto realizar una gira por Tamaulipas cuando las obras de beneficio colectivo apenas despegan conforme el estado se libera de la crisis económica heredada?. Tal vez cuando haya listones que cortar sonriente lo tendremos por acá.
Usted dirá que otro factor de ausencia presidencial sería la paupérrima presencia del PRI y está en lo justo. Sea que no encontraría cobijo partidista con fines políticos. Y es que resulta imposible construir sobre un cadáver cuya militancia también está herida de muerte. Y ni modo que sea invento.
En conclusión, EPN por ahora no tiene motivos para visitar nuestra tierra y a como se observa el futuro a lo mejor el tiempo ya no le alcanza. ¡Órale!.
Más funcionarios sin fuero
Hasta ahora son cinco estados y la capital del país donde la representación popular ha decidido retirar el fuero a los funcionarios públicos. Ha sucedido en Jalisco, Querétaro, Yucatán, Nuevo León, la CDMX y apenas esta semana en Quintana Roo.
Un avance con profundo sentido democrático sin duda porque dentro de los respectivos acuerdos se incluyen a las cabezas del poder, es decir a los gobernadores y en el caso de la capital al Jefe de Gobierno. Sea que en dichos lugares la impunidad dejará de ser la pesadilla y desgracia para la ciudadanía que ya podrá celebrar que los políticos privilegiados con el poder puedan ser llamados a cuentas en cualquier momento sin obstáculos ni trampas legaloides. Si es que en verdad son llamados a cuentas si no, psss no.
Usted dirá que más que desaparecer el fuero en México lo que hace falta es voluntad política para combatir en serio la corrupción. Tiene razón toda vez que por lo general los legisladores son seleccionados por el gobernante en turno. ¿Se atreverán a golpear a su protector?.
Sea como fuere la república ve con agrado la desaparición del fuero oficial pese a que sólo ha sucedido en poco más de la quinta parte de los respectivos congresos. Y la pregunta es obligada, ¿cuándo lo veremos en Tamaulipas?. Que responda Carlos García González aunque sea en el intermedio de su partido de fútbol semanal.
Sucede que
Cuando en el rancho alguien se quiere “pasar de lanza” dicen: “este salió más cabrón que bonito”. Es lo que pasa con Vicente Fox cuando asegura que él se encargará de que AMLO no gane la presidencia de México. ¡Ahora hasta brujo resultó el bato!.
Y hasta la próxima.