Una lluvia de publicaciones positivas sobre Correcaminos se vivieron este viernes, algo que hace mucho no ocurría, y no fue por algo bueno que haya hecho la actual administración del equipo, nada de eso, sino que los aficionados del plantel y diferentes medios de comunicación, inundaron las redes, programas y páginas de periódicos con trabajos sobre lo que ocurrió el 23 de junio de 1987 en el Estadio Azteca, aquel día histórico donde la UAT conquistó su máximo logro futbolístico desde que la institución fue creada.
No era para menos, en realidad, en el equipo son pocas las fechas que se pueden rememorar con tanto júbilo, si acaso también se recuerda así el título del 2011 que se logró en La Piedad, que fue un campeonato, muy meritorio, pero no se puede comparar con la gloria de acceder a la máxima categoría, eso es punto y aparte y se debe marcar con letras doradas como lo que es, lo máximo que ha alcanzado “El Corre” en su historia.
Aparecieron los recuerdos de la final de ida que se jugó en Victoria con un Marte R. Gómez llenísimo, hasta con gente en los árboles que se ubicaban a un costado del coloso, el accidente que lamentablemente sufrió el equipo de Gallos Blancos donde tres jugadores perdieron la vida, el duelo de vuelta donde empataron a un gol y los de Tamaulipas fueron ‘acuchillados’ por el arbitraje.
También vinieron las memorias del tercer partido, el definitivo, el que fue en el Estadio Azteca, cancha neutral (Ay ajá), donde tras un empate sin goles en el tiempo regular y extra, llegó la tanda de penales, momento donde apareció la personalidad, garra y talento de los elementos de Correcaminos, Sansininea atajó dos penales y se hizo grande, enorme, aparte de que en los cobros atinaron “Pepe” Treviño, Serratos, “Capi” Garibaldi y ‘Panchito’ Cervantes.
Lograron el objetivo, tuvieron ganas y lo hicieron, sobreponiéndose incluso al malestar general que existía en el vestidor con el entrenador Diego Malta, con quien no congeniaban mucho, pues todos eran agradecidos con Héctor Hugo Eugui, quien armó el plantel y fue corrido tras una derrota a mitad de la temporada.
A esa generación tampoco le importó que había otros equipos con más posibilidades económicas, era un plantel humilde con gente que quería trascender, y así lo hicieron.
El futbol en México es algo casi cultural, un puente con la sociedad, algo que da alegrías y esperanzas en momentos difíciles o de crisis, y en ese entonces, Correcaminos pudo generar júbilo en toda la Ciudad y muchos otros municipios, fue algo increíble.
Fue poco el tiempo que le duró el gusto a Correcaminos de estar en la máxima categoría, en 1995 bajaron y no han podido ascender de nuevo, a pesar de probar de mil maneras, con equipos super armados, técnicos mediáticos y jugadores de nombre, no se ha podido, hoy por las reglas que puso la Liga MX y las indudables problemáticas que ha provocado la propia directiva del “Corre”, volver a vivir un ascenso deportivo pronto, es algo muy poco probable.
Correcaminos debe volver a esos tiempos donde el jugador y directivos eran alcanzables, cuando un aficionado podía acercarse a ellos en cualquier momento, el plantel debe ser de y para la raza, como antes y ojalá la directiva encabezada por Rafael Flores se haya empapado ya de este tipo de historias que ha vivido el equipo, del sentir de la afición por tener tantos años de fracasos continuos, para dirigir es importante saber cada detalle de lo que ha pasado para partir de ahí y encaminarte uno a uno a tus objetivos.
Sé que hasta ahora los históricos jugadores que ascendieron en el 87 no han recibido por parte de la institución el reconocimiento que se merecen, hace un año hubo un partido en el Marte donde participaron, pero fue organizado por ellos mismos, lo hizo Sansininea, estos jugadores lo merecen todo, deben ser vistos como los máximos ídolos de Correcaminos, su logro es inolvidable, son leyendas.
@daniriosmm