TAMPICO, Tamaulipas.- Llegar a los 100 años de edad, es considerado una hazaña. Pero llegar a los 100 años de edad, lúcido, caminando, sin usar lentes, sin diabetes ni colesterol lo es aún más, en estos tiempos actuales.
Don Antonio Cruz Durán es uno de ellos. Ayer cumplió 100 años de edad. Nació el 5 de julio de 1917 y sigue valiéndose por si mismo.
“Me siento perfectamente” responde con alegría don Antonio cuando se le pregunta como se siente en esa fecha especial.
“Gracias a Dios estoy bien de salud” agrega este hombre que se dedicó al comercio. Permanece con la memoria intacta, camina aunque lento y con la ayuda de un bastón que a veces desdeña y solo el sentido del oído, le falla un poco a la par de que algunas palabras no se le entienden bien, pero en general su salud es buena y ni siquiera sigue una dieta.
“Tomo refresco (Coca-cola) y café” admite sin reparo y agrega: “También como carne de puerco”.
Ha vivido dos siglos distintos y aunque nació en Pedernales Veracruz, llegó a Tampico a los 7 años de edad. Es el único vivo, de una familia de 10 hijos.
Se casó a los 30 años y duró casado 63 años. Su esposa se llamaba Sara Bolado y era originaria de Altamira, quien falleció hace 7 años.
Tiene 7 hijos, Francisco Antonio, Teresa de Jesús, Ana Carolina, Olinda, Olivia, Rosa María y Alberto. Además tiene 20 nietos, 25 bisnietos y un tataranieto de 6 meses.
“Llegué de 7 años de edad a Tampico. Estudié el primer año de primaria en la escuela Manuel Altamirano,segundo año en la Juan B. de la Garza, tercer año en la Justo Sierra y losa demás en la Gabino Barreda y luego la comercial en la Academia San Luis”, relata don Antonio.
Su rutina es sencilla, se levanta entre las 7 u 8 de la mañana, toma sus alimentos, se pone a leer el periódico y espera a que lleguen sus hijos si es que tiene que salir a alguna parte o si no, se queda en su casa sentado.
A las dos de la tarde hace la comida y a las 6 de la tarde sin falta, toma café y un pan o un sandwich, para dormirse cerca de las 9 de la noche.
Casi toda su vida de dedicó al comercio “Comercio y Representaciones” por lo que ayer recibió un reconocimiento por parte de la Asociación Regional de Comerciantes e Industriales Mexicanos por tener 70 años de socio.
“Yo introduje en Tampico varios artículos que hasta la fecha están en las zona como lo son los jugos de la marca Jumex, además de la empresa “La Costeña”, refiere.
Relata los ciclones que han pasado por Tampico y que le ha tocado ver. “Desde el 33 vi el primer ciclón” señala al referirse al ciclón Inés.
Su hija Teresa de Jesús, relata que el estado de salud de su padre es muy bueno y que los médicos están admirados, ya que no tiene colesterol, diabetes ni hipertensión.
La principal distracción de su padre, dice, es leer y jugar dominó, ya que por muchos años fue socio de Los Caballeros de Colón, sitio al cual iba antes varias noches a la semana.
“Cuando mi padre cumplió un año de edad, allá en el rancho en Topila, Veracruz, ya estaba todo listo para la fiesta (comida, dulces y pastel) y en eso, llegaron los carrancistas, invadieron y se llevaron todo y pues mi papá, se quedó sin fiesta”, indica.
“Toda la familia, estamos muy orgullosas de tenerlo con nosotros” señala su hijo mayor Francisco Antonio.
ARCIM LA DA RECONOCIMIENTO
El consejo directivo de la Asociación Regional de Comerciantes e Industriales Mexicanos que preside José Eduardo Hernández Cabrera acudió ayer a la casa de Don Antonio ubicada en Tampico a entregarle un reconocimiento por sus 70 años de ser socio de la ARCIM, el más longevo de todos.