Cuauhtémoc Cárdenas se puso de moda tras las declaraciones de Manuel Bartlett, quien aseguró en entrevista abierta que en el 88 Carlos Salinas perdió la elección. Fue aquella famosa “caída del sistema” manipulada desde la Secretaría de Gobernación por instrucciones del presidente Miguel de la Madrid. Recordéis que el ahora senador petista fungía (o fingía) como titular de la dependencia.
Mucha agua ha corrido bajo el puente desde entonces y sin embargo Cuauhtémoc supone que podría ser de nuevo candidato “de las izquierdas” o quizá de “la santa alianza” a que convoca Alejandra Barrales para derrotar a MORENA y a López Obrador. Así lo dejó entrever en reciente plática con Ciro Gómez Leyva.
Hace casi treinta años “el hijo del tata” pudo pero no quiso, ahora quiere pero no puede y hay razones, la más importante es la edad que alcanza ya 84 inviernos y su pensamiento estará más atento a los “achaques” que en la forma y manera de procurar mejor calidad de vida a los mexicas. Digo, en el remoto y poco probable caso de que lograra la victoria.
Pero no sólo es la edad porque Cárdenas acumula fama de “utilitario” del sistema (algunos le llaman “esquirol”) lo cual quedó evidenciado durante la sucesión presidencial del 2006 al dar la espalda al movimiento democrático que proponía AMLO. Ni cómo ignorar que el panismo resultó beneficiario con un margen que apenas rebasó los 200 mil votos y cantidad de dudas en la misma proporción.
Cuauhtémoc negó el apoyo al candidato de izquierda más representativo y mucho significó porque gran parte de sus seguidores de entonces también lo hicieron dejando libre el paso a gobiernos conservadores, neoliberales y entreguistas que mantienen a la república en terapia intensiva sino es que agonizante.
El asunto es que CC pretende convertirse en opositor a MORENA patrocinado por la Barrales, “los chuchos”, algunos destacados panistas y otros priistas no tan destacados pero probados en el arte de la maroma y “el chanchullo.
Todos bajo la coordinación del régimen tricolor que prefiere un candidato contrario “a modo” y no uno de esos tecno-burócratas de derecha que como dijo aquel: “creen que apagan el infierno a flatulencias”. Y no es que lo rechace por voluntad propia sino porque la sociedad civil llegó al límite de la tolerancia. Así que al supremo gobierno Cuau les parece idóneo como “opositor” al tricolor en el 018.
Usted preguntará: “¿Y el candidato del PRI?”. Ya sabéis que el partido oficial huele a difunto así que quien designe el presidente Peña está destinado al ridículo y hasta podría “irle pior”. Y es que el desastre gubernamental brota por todas partes con cargo ineludible a las urnas. A propo, ¿sabía usted que durante su gestión EPN ha disminuido en 5 millones la votación del PRI?…y lo que falta.
Quedamos en que a pesar de su edad, Cuauhtémoc Cárdenas podría ser idealizado como candidato presidencial de las fuerzas que temen a MORENA y a López Obrador. Ahí incluyamos al PRI, PAN, PRD, PVE y todo “el pedacerío” que resulte de este raro, antinatural y perverso revoltijo. Pero bueno allá ellos y su mala cabeza.
¿Se va Ruiz Esparza?
¿Qué os parece “el socavón” en la carretera a Acapulco a la altura de Cuernavaca?. Esta obra programada por algo más de mil millones de pesos cuyo costo se duplicó sin mayor explicación a los contribuyentes y que a los tres meses de inaugurada resultó un fiasco. ¡Ah, pero qué lucida del secretario Ruiz Esparza!, pero el hombre es inmune y no es la primera ocasión que despierta suspicacias. No olvidéis que el funcionario es el encargado de la construcción del nuevo aeropuerto mexica. ¡Nada más imagine la hartadota!.
¿Se va o no se va Ruiz Esparza?, es la pregunta que mortifica a la redes sociales. El escribidor lo supone difícil porque EPN le ha perdonado cosas peores. Por lo pronto “se lava las manos” culpando a otros y despidiendo a funcionarios menores sin que ello logre contener el enojo generalizado.
Ya se perdieron vidas en la señalada obra como resultado de la irresponsabilidad gubernamental pero ello no parece preocupar a la burocracia que considera que una pequeña indemnización a la familia de los desaparecidos (padre e hijo) resuelve la situación. ¿Si Peña Nieto ordenó el cese de los responsables porque mantenía a Ruiz Esparza en el cargo a la hora en que se escribía esta columneja?.
El titular de SCT es uno de los dos amigos de más confianza de Peña Nieto dentro del gabinete, el otro es Luis Videgaray, por tal motivo lo más probable es que lo conserve a su lado, salvo que la presión se convierta en fenómeno inédito, es decir, que el encabronamiento popular rebase el importa-madrismo oficial…y aun así.
Sucede que
Según los ingenuos, a partir de que se elija la nueva dirigencia “ahora sí” el PRI se convertirá en verdadera oposición en Tamaulipas. El problema es que la mayoría de los que están en el cubilete son como el Lucifer de las pastorelas que ya no asusta ni cambiando de disfraz….y menos de tambor y de grito. ¡Ah, raza!.
Y hasta la próxima.