Las encuestas lo dicen, Andrés Manuel López Obrador podría ser el próximo presidente de México y MORENA, su partido, arrasar en la elección del 2018 lo que sin duda es una buena noticia para los de esa ‘religión’, pero administrar esa ventaja será el chiste, luego de que los recién llegados están aferrados a ser candidatos aunque tengan que pasar sobre la gente de la izquierda que se supone tendría mayores méritos.
Así es mis queridos boes, en ese escenario, en el que una ola como la que provocó en el 2000 Vicente Fox hizo ganar a cientos de panistas que ni lo habían soñado siquiera, se inscribe la lucha que al interior del movimiento pejista están dando personajes como Felipe Garza Narváez, que está aferrado a ser candidato a Senador.
¿Sus méritos?, al interior de MORENA y de la construcción de la candidatura de AMLO ninguno, pero el ex dirigente estatal del PRI y ex coordinador de la campaña de Baltazar Hinojosa tal vez considera que el ‘favor’ que le hace a la izquierda al unirse ahora es suficiente para ser considerado para la candidatura al Senado.
Recordemos que en el PRI de Garza Narváez éste siempre buscó ser alcalde de Victoria, no se la dieron nunca, quiso ser candidato a diputado federal, menos y ser
Senador ni siquiera lo olé porque sin la oportunidad para las otras posiciones menores, llegar al Senado era impensable.
Hoy el ex priista ha iniciado, aunque nunca lo reconocerá, una batalla contra Héctor Garza ‘El Guasón’ a quien todo mundo veía ya como candidato al senado, sobre todo antes de que llegara la fiebre de los PRIetos hacia el partido del Peje; obvio tras la derrota ante el ahora gobernador Francisco Javier García Cabeza de Vaca.
Y es que Héctor Garza, era de los pocos ‘loquitos’ que estaban de lleno sumados a la campaña de AMLO, a la que los priistas como Felipe Garza le hacían el ‘fuchi’ seguros de que para estas fechas llevarían ya varios meses en el poder de la mano de Baltazar.
El asunto fue que la desgracia los alcanzó y ahora sin chamba, están en la búsqueda de la ubre de MORENA donde piensan establecerse al menos por los próximos seis
años.
Pero entre “el Guasón” y Felipe ¿quién tiene el power para ser candidato al Senado?, para responder habría que recurrir al método que aprobó la asamblea nacional de los morenos, en la que se establece que serán los consejeros estatales los que decidan las candidaturas.
¿Quién entre Felipe y Héctor tienen más ascendencia con los consejeros morenistas?, la respuesta es obvia, pero también habría que anotar que una de las cláusulas de
la decisión de MORENA indica que desde la dirigencia nacional tendrían que dar el aval a las decisiones de los consejeros estatales; es decir, si a AMLO se le antoja que Felipe sea candidato lo puede imponer desde la CD.MX.
Suena sencillo, pero la ambigüedad con la que se maneja el Peje todo podría esperarse y es ahí donde las buenas noticias del primer lugar en las encuestas pueden ser al mismo tiempo el talón de Aquiles para la causa lopezobradorista porque la guerra al interior se puede volver encarnizada y minar la posibilidad de todo un proyecto nacional.
¿Si por ejemplo, Felipe no es candidato lo ven en las colonias buscando el voto a favor del “Guasón” y AMLO?, ¿descartarían ustedes una traición o un juego a las contras de los PRIetos si no les dan las candidaturas por las que se fueron a MORENA?
Y ahí me refiero no solo a Felipe, sino a gente como Erasmo González al que en Madero por muchas vías ya le han dicho que no los morenistas que se inclinan mayoritariamente por Adrián Oseguera.
¿Y si por el contrario Felipe es candidato imaginan a Héctor Garza haciendo campaña para que gane un priista al que hace apenas unos meses combatía?
Es decir, en el partido de AMLO la cosa no es sencilla, porque si bien ante sus ojos los PRIetos se vuelven santos apenas pisan su templo, hay muchas dudas insulso entre los suyos de la inclinación de gente como Felipe Erasmo, Lino Korrodi, Manuel Barttlet, Esteban Moctezuma y demás que pasaron de demonios a santos y que pueden pasar de desempleados a senadores, diputados o sectarios federales, mientras que la raza de a pie de la izquierda se queda con las ganas de saborear el poder. La guerra recién inicia pues.
Egidio, la envidia de Duarte…
Este fin de semana circularon en las redes sociales imágenes del ex gobernador Egidio Torre Cantú y su familia recorriendo tiendas y sitios turísticos de San Miguel de Allende.
Entre los comentarios de las fotos, nada halagüeños por cierto para los Torre, se mencionaban la diferencia de circunstancias entre el ex mandatario tamaulipeco y el de Veracruz Javier Duarte.
¿Por qué compararlos?, en principio porque la gente tiene el derecho a hacerlo y más en las redes sociales, pero añadamos que ambos salieron muy cuestionados de sus gobiernos, a ambos entregaron por primera vez el poder al PAN en sus estados, Estados por cierto aterrorizados por la inseguridad, solo que uno se pasea libre por Guanajuato, mientras que el otro antes incluso de terminar su gestión ya andaba a salto de mata.
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