Resulta interesante el diferendo en la percepción de los gobernadores de Tamaulipas y Nuevo León sobre la autorización en ambos Estados, de la portación de armas de fuego para defensa personal o del hogar.
Ayer en Reynosa, en el marco de una ceremonia militar en donde se destruyeron armas incautadas a la delincuencia, los dos mandatarios opinaron sobre la reforma que permita a los ciudadanos –en Nuevo León ya está vigente– el uso de las mismas.
En la visión del gobernador tamaulipeco Francisco García es una decisión complicada, por las posibles consecuencias en el aumento de la violencia, por lo cual el Estado le apuesta al trabajo de inteligencia para debilitar al crimen organizado. Una reflexión prudente, sin duda alguna.
Por su parte, el Ejecutivo nuevoleonés Jaime Rodríguez, no coincide en esa visión y en el mismo acto fijó la postura “regia”. Respaldó la reforma en cuestión al afirmar que los delincuentes lo pensarán más para atacar o robar a una persona, si saben que ésta tiene los medios para defenderse.
Las dos posturas tienen un común denominador y es positivo: Es evidente que en este caso específico Tamaulipas y Nuevo León tienen el objetivo es proteger a la sociedad. Pero –queda claro– por caminos diferentes.
Es difícil medir los alcances de ambas ópticas institucionales, porque pasará un buen tiempo antes de que se pueda establecer un balance confiable de las mismas, aunque en mi juicio podría aventurarse un panorama muy básico, pero de alguna manera revelador. Si me permite lo expongo:
En Nuevo León, en donde ya opera esa licencia para el uso de armas en defensa de la vida y patrimonio, los índices delictivos han mostrado una disminución en los pasados meses cercanos. Mientras, en Tamaulipas, donde no existe ese ajuste legal y parece que a corto plazo no se reformará la ley en la materia, los índices de la violencia han ido en aumento.
No quiere decir lo anterior que por ese dato una medida o la otra sea la correcta, porque como dijo el propio “Bronco”, Tamaulipas presenta características geográficas y políticas diferentes a las que le permitieron a Nuevo León llevar a cabo esa enmienda, pero los números, en su frialdad, suelen ser buenos consejeros.
El tiempo lo dirá…
Etiqueta
Ayer debió haber formalizado Sergio Guajardo Maldonado su renuncia a la Delegación Federal de SEDATU, de acuerdo al anuncio difundido.
Es Guajardo un priísta consumado sin duda y nadie puede rebatirle su trayectoria dentro del tricolor. De ser el líder del PRI tamaulipeco no haría un mal papel, aunque en mi opinión hay quien lo haría mejor.
Sin embargo, entre los dones de Sergio, un lastre lo estanca: su claro vínculo con el ex gobernador Egidio Torre, el cual si existe, requiere ser cortado en forma radical antes de que lo contamine aún más el rechazo generalizado a uno de los peores mandatarios priístas en Tamaulipas, azotado por una etiqueta atenazante, falsa o verdadera, entre la militancia de ese instituto:
La de traidor…
Trabajo en vacaciones
Si alguien pensaba que el período vacacional de la burocracia afectaría los servicios públicos del municipio victorense, se equivocaron.
Le doy un ejemplo: La recolección de basura mediante unidades motrices opera al cien por ciento en sus 72 rutas, sin excepciones, que permiten recoger alrededor de 380 toneladas diarias de desechos, apoyadas por las labores de barrido manual, en donde 150 trabajadores levantan cada día de las calles capitalinas más de 200 toneladas de basura. Sumadas, son casi 600 toneladas.
Sin duda, algo que reconocer al Ayuntamiento y a su alcalde Óscar Almaraz…
Twitter: @LABERINTOS_HOY