Aunque pareciera que son harina del mismo costal no lo son, me refiero a los Sergios, uno Guajardo Maldonado y el otro Villarreal Brictson, el primero larga la delegación de SEDATU y el segundo la toma, el primero va por la dirigencia estatal del PRI y el segundo largó la del tricolor municipal de Tampico.
Así es mis queridos boes, la salida del ahora ex delegado de la Secretaría de Desarrollo Territorial y Urbano estaba anunciada desde hace semanas, desde que su jefe Egidio Torre Cantú lo mandara a contender por el cargo que hace más de un año dejó vacante Rafael González Benavides y que nunca llenó Aída Zulema Flores Peña.
No se pierde gran cosa en la SEDATU con su salida, de hecho el paso de Guajardo por esa oficina puede calificarse, si se trata de colores, muy gris, opaco.
He leído de sus simpatizantes que es un político de verdad, pero la realidad es que en tres años al frente de la delegación que le permitía ir y venir a lo largo y ancho del extenso, diverso y disperso Tamaulipas, no pudo ni por asomo convertirse en una figura estatal.
Eso sí, nadie le puede tachar de que uso su cargo público para promoverse, porque en la modorra en la que se manejó siempre era imposible.
¿Y entonces cómo quiere ganar una elección interna para ser dirigente estatal del PRI?, es muy sencillo, Guajardo sabe que aunque no es una figura estatal, no es un líder, que aunque es un desconocido en la mayoría de los municipios de Tamaulipas y que en la calle pasaría como cualquier mortal sin pena ni gloria, las reglas de la convocatoria para la dirigencia lo convierten en el más fuerte de los contendientes.
Recordemos que el ordenamiento del PRI nacional es que la elección (lo dice la convocatoria) sea por voto directo de los consejeros estatales; es decir entre unos 600 priistas que tienen derecho a elegir.
Y ahí está el gran detalle; la mayoría de los consejeros del PRI en Tamaulipas ingresaron a ese órgano ‘colegiado’ gracias a la recomendación, palomeo, o imposición de Egidio Torre Cantú, titiritero de Checo Guajardo, por eso el tipito es quien tiene más posibilidades de ser el ganador.
Ayer se hacía el occiso cuando le preguntaban sobre sus aspiraciones en la rueda de prensa en la que anunciaron su renuncia y a su relevo en la SEDATU.
“Por lo que he leído los tiempos de la convocatoria marcan a inicios del mes de agosto y si bien habremos de iniciar algunos recorridos, para efectos de poder llegar a esa fecha”, señaló el ex funcionario federal.
“Por lo que he leído los tiempos de la convocatoria marcan a inicios del mes de agosto y si bien habremos de iniciar algunos recorridos, para efectos de poder llegar a esa fecha”, señaló
“Donde el Comité Ejecutivo Nacional, el Comité Ejecutivo Estatal pues abrieron la posibilidad para que sea el voto de los 600 consejeros políticos estatales los que en asamblea en el mes de agosto definan quien habrá de encabezar la nueva dirigencia”
La gira entonces será en realidad una serie de visitas a los consejeros de Egidio, a los que el ex gobernador les dio chamba y a los que les ‘cantará’ el favor de haber pertenecido a la corte del gobierno que se fue y al que según Guajardo y los suyos le deben regresar la cortesía.
¿Y si los consejeros de Egidio deciden retirarle su apoyo?, sería una tremenda derrota para Guajardo que sin embargo no se debe descartar, porque recordemos que para muchos propios priistas el ex gobernador no es más que un traidor y podrían cobrárselas en los cueros de Guajardo. No descarten esa posibilidad.
El otro Checo, el nuevo delegado de SEDATU tiene mucho que aprender de las lides burocráticas estatales y federales, su nueva chamba de hecho es la primera chamba oficial en el servicio público, porque como decía arriba si bien el PRI antes era una especie de dirección o Secretaría del gobierno en turno, ahora va a tener que trabajar y de verdad.
Sergio Villarreal Bricston, acostumbrado a mandar desde la IP, tendrá que aprender a lidiar con los laberintos institucionales, con la prensa de la capital de Tamaulipas (eso creo le traerá algunos dolores de cabeza sino se aplica) y navegar sobre el piso político donde el que manda no es de su mismo partido y donde
solo sus artes podrían mantenerlo a salvo ante una eventualidad.
Si sobrevive podría graduarse como político, sino tiene chance de regresar a su muy exitosa; en lo económico, carrera como constructor, luego platicamos de todas las obras que hizo en Tampico y la nueva como restaurantero en crecimiento.
¿Por qué digo que no es harina del mismo costal que Checo Guajardo?, porque en su designación no intervino para nada el ex gobernador Egidio Torre, pero eso luego se los platico.
Cabeza y el “Bronco”…
Ayer conocieron en Reynosa los gobernadores de Tamaulipas y Nuevo León, el de acá Francisco Javier García Cabeza de Vaca y el de allá Jaime Rodríguez.
El de acá y el de allá reiteraron su compromiso de trabajar por la seguridad de las carreteras que comunican a ambas entidades. El de allá dijo que las carreteras de Tamaulipas son seguras y que a los regios les gusta venir a La Pesca y a Tampico y que pasan por Reynosa y Laredo para ir a Texas. El de acá debió sentirse satisfecho del reconocimiento.
Comentarios:
meliton-garcia@hotmail.com
Twitter: @melitong