Aunque de acuerdo con los estatutos, aquellos militantes que aceptan candidaturas por un partido político distinto, automáticamente quedan fuera del PRI, al interior del tricolor hay voces que exigen además que se exhiba públicamente la lista de priistas que dejaron la agrupación para afilarse a otra.
Una de ellas es la del Secretario Técnico del Consejo Político de Madero, Florencio Bonilla Barrios.
El directivo priista ha elaborado una propuesta que entregará al alto mando en la XXII asamblea nacional del 12 de agosto en la que demanda que se obligue a los integrantes de las comisiones de justicia partidaria a que elaboren los expedientes de los traidores y a que, tras los juicios a que haya lugar, difundan los fallos que declaran que ya no son miembros del ex invencible.
Pero no sólo esto, también que en cada municipio y entidad federativa el Revolucionario Institucional de a conocer a la sociedad el resultado de los enjuiciamientos igual que los nombres de los que, por las razones que hayan sido, optaron por abandonar las filas priistas.
Y que se advierta que jamás les volverán a aceptar en el instituto político, como lamentablemente ha sucedido con no pocos miembros que, después de abandonar al partido, desempeñaron cargos de gobierno con siglas y camisetas de otras organizaciones políticas y luego, cuando se dieron cuenta de que no es lo mismo militar en el PRI que fuera de el, regresaron sin que nadie se los impidiera.
Si decidieron irse, en opinión de Bonilla Barrios, por ningún motivo se les debe de permitir el reingreso.
¿Escucharán la propuesta del maderense? No se tiene idea, tenemos entendido que los organizadores de la asamblea que está en puerta han establecido filtros muy estrechos para no dejar pasar nada que vaya a empañar los trabajos de la asamblea nacional, como las expresiones de repudio y muy especialmente las que exijan la destitución inmediata del dirigente nacional Enrique Ochoa Reza.
Animadversión, por cierto, que ha crecido tras el revés de la elección de Coahuila que se anuló porque el abanderado priista Miguel Riquelme rebasó los gastos de los topes de campaña y, como el rebase fue de más del 5 por ciento, no podrá competir en la elección extraordinaria que se convocará para elegir al sucesor del gobernador Rubén Moreira Valdez.
Las causas de fondo por las que no quieren a Ochoa, sin embargo, son la falta de liderazgo, que nunca ha desempañado ningún cargo de elección popular ni de directivo del partido. Es como ser entrenador de natación sin saber nadar.
Coinciden los priistas en que las complicadas circunstancias en la que tendrá lugar la sucesión presidencial del 2018 requieren de un dirigente fuertemente vinculado a la militancia, que además de haber desempeñado cargos de elección popular, posea una amplia trayectoria al interior del organismo, que resulte ejemplar y de peso, que el ex director de la Comisión Federal de Electricidad no tiene.
Los responsables de la organización del magno evento no quieren que se vaya a estropear la asamblea con nada que pueda hacer pensar a los ciudadanos que el partido político que gobierna el país está dividido.
A propósito de jerarcas priistas, el PRI de Tamaulipas no solamente se encuentra acéfalo en la presidencia estatal, sino también en el comité directivo municipal de Tampico. Como sucedió en octubre con la renuncia de Rafael González Benavides, que dejó el puesto para aceptar la candidatura de diputado local de representación proporcional, Sergio Villarreal Brictson hizo lo mismo para asumir el mando de la delegación federal de la Secretaría de Desarrollo Agrario.
La designación saca del anonimato al jerarca porteño, ¿ acaso gracias a una recomendación de Mercedes del Carmen Guillén Vicente vía del Secretario
de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong?, y lo coloca en posición de eventual aspirante, si no a la alcaldía, porque esa posición parece apartada para la alcaldesa Magalena Peraza Guerra, si para eventualmente fuese compañero de fórmula de la Maestra pero como candidato a diputado federal.
Mientras se renueve la directiva priista tampiqueña, quedará al frente del PRI en calidad de presidenta interina la secretaria general, la activa Georgina Barrios González, quien, a diferencia de Zulema Aida Flores Peña, a la que parece que nadie quiere, si tiene de su lado a las huestes del priismo de la ciudad.
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