El viernes pasado dejó de existir el distinguido abogado Humberto
De la Garza Kelly, personaje de nuestro estado, originario de Burgos, Tamaulipas, tierra de hombres de bien e intelectuales formadores de esta patria chica.
Siendo joven abogado fue presidente del Supremo Tribunal de Justicia de Tamaulipas, formando parte de una de las administraciones más respetadas de la historia contemporánea como lo fue el gobierno del Dr. Norberto Treviño Zapata.
Su carrera y actitud de vida lo convirtió en una persona influyente desde las páginas del periódico El Diario de Cd. Victoria, con su leída columna Punto de Vista. Diplomático. Fue consul de México en los Estados Unidos.
Y como buen Burgueño se ganó fama de gusto por la literatura y la música. En un hombre sensible al buen gusto y la amistad.
Para nosotros, jóvenes entonces De la Garza Kelly mostró una actitud crítica y generosa. La convivencia única, provocada por su amigo, el abogado Juan Guerrero Villarreal, director del Diario de Victoria, que reunía a un grupo de intelectuales victorenses que escribían para dicho periódico nos permitió conocer muy de cerca la calidad de persona y cultura de la Garza Kelly. Que ciertamente tenía mucho pegue con las mujeres por su lunar de canas.
Amigo jovial mantuvo una imagen de respeto y dignidad, lejos de la corrupción que impera en los caminos de la justicia.
Hombre estudioso del derecho, de inquietudes científicas, fue un hombre afectuoso con su familia y querido en nuestra comunidad.
Descanse en paz el abogado y amigo. Mi más sentido pésame a sus hijos e hijas. En especial a mi amigo Homero de la Garza Tamez.