Tanto al interior como afuera del PAN de ciudad Madero se da como un hecho que el alcalde Andrés Zorrilla Moreno dejará el cargo, a más tardar el 1 de abril, para buscar la reelección en el proceso electoral del 2018.
¿Pero que sucedería si las encuestas indican que las preferencias con las que cuenta el munícipe no son las adecuadas para conservar el gobierno municipal en poder de Acción Nacional?
Sobre todo si, como algunos piensan, gran parte de los priistas y de los electores en general, que, hartos del PRI, favorecieron con el sufragio al candidato panista en los comicios del 2016, el año que viene deciden apoyar al representante de MORENA, Adrián Oseguera Kernion, resentidos por que el actual jefe edilicio blanquiazul no les cumplió lo que les ofreció en la campaña electoral.
Es un secreto a voces que algunos de los ex priistas ya están operando a favor del constructor y que otros más se sumarán al proyecto morenista en los próximos meses y semanas. Los jerarcas del tricolor saben que no están en posibilidades de recuperar la plaza política, ni recurriendo a un contendiente externo, por lo que votar por el abanderado del partido de AMLO podría ser la única opción viable con la que disponen para sacar al PAN
del palacio municipal.
¿Cuál sería el plan B o la opción alterna a la que recurriría el comité directivo estatal del partido de Francisco Javier García Cabeza de Vaca para enfrentar esa eventualidad? Aparentemente no lo tienen considerado.
La realidad es que los dirigentes albiazules recurrieron a Zorrilla Moreno porque no tenían mucho de dónde escoger. El actual Director General del CONALEP, Agustín De la Huerta Mejía, una de las cartas más conocidas, ya había perdido en dos ocasiones.
También deben de tener presente que el PAN no ganó la alcaldía de la urbe petrolera por el arrastre popular.
Es del dominio público que no fueron las simpatías despertadas por los anhelos de alternancia en el gobierno ni por los candidatos del partido de la derecha lo que favoreció la victoria panista, sino el hartazgo a todo lo que olía y tenía que ver con el Revolucionario Institucional, anhelos capitalizados por el entonces candidato a gobernador, que permeó entre la masa ciudadana.
Ante esas circunstancias, a los estrategas del partido que gobierna Tamaulipas no les queda de otra que apostarle todo a la reelección de Zorrilla Moreno y para reforzar el proyecto, así como para prevenir sorpresas lamentables, entablarán una alianza con el Verde Ecologista, partido que, a decir
de los sondeos de opinión, tiene el 5 por cientos de las preferencias de los electores.
Tenemos entendido, asimismo, que así como el PAN negocia una coalición con el PVEM y el PRD, el partido de Andrés Manuel López Obrador podría participar en los comicios que están a la vista aliado con otras agrupaciones afines, caso concreto del Partido del Trabajo, y en la urbe petrolera hacer causa común, además, con los sobrevivientes de la Quina y los perredistas .
En el ámbito nacional, por otra parte, la decisión del gobierno de México de sumarse la embestida emprendida por Washington contra el presidente de Venezuela Nicolás Maduro y desconocer la asamblea constituyente tendrá fuertes repercusiones políticas en nuestro país.
Respaldar la actitud del gobierno estadunidense después de que el presidente Donald Trump ha tratado a los mexicanos como violadores y delincuentes, va a aumentar la animadversión de amplios segmentos de la población contra el régimen del presidente Enrique Peña Neto.
Si la ocurrencia de traer a los Pinos al magnate que ahora gobierna a los estadounidenses impactaron negativamente al mandatario mexicano, tanto que se vio obligado a destituir al Secretario de Hacienda, Luis Videgaray Caso, supuesto autor de la invitación, el costo político de hacerle el juego a Norteamérica con el caso venezolano podría ser similar.
No hay que olvidar que, independientemente de las simpatías y el rechazo que la actitud del sucesor de Hugo Chávez ha generado en el continente, la doctrina de Genaro Estrada que pregona el principio de no intervención y la libre determinación de los pueblos, tiene aún muchos seguidores entre los mexicanos, incluidos los priistas de la vieja guardia, adversarios de la política exterior de los EE. UU.
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