A menos de que se presente una sorpresa mayor, José Andrés Suárez Fernández será el próximo rector de la UAT, en un proceso de sucesión que de hecho iniciaría hoy con la aprobación de la convocatoria que se supone es el tema de temas en la Asamblea Universitaria a la que se supone ya se ha citado en Victoria.
Así es mis queridos boes, no es un secreto que la autonomía universitaria en la UAT tiene sus peculiaridades y cada sexenio se acomoda a la línea del
gobierno en turno, por lo que desde hace meses el nombre de Suárez Fernández se repite una y otra vez como el sucesor de Enrique Etienne Pérez Del Río.
Hace días platicaba del tema con un colega y acompañada de una sonrisa soltó la frase: no tiene cara de rector.
Le respondí que en realidad no hay cara de rector, porque las contiendas por las rectorías (donde se dan) son entre académicos con perfiles muy diferentes a los de los candidatos a las alcaldías o gubernaturas.
De hecho, me tocó cubrir como reportero al menos dos campañas en la UANL y los candidatos no tienen como aliado al Photoshop, sino al currículum y tampoco hay singles a ritmo de banda, sino propuestas bastante serias en el sentido académico.
Pero además ataje que el actual director de Servicios Escolares y ex fundador de la Facultad de Agroindustrias si tiene cara de rector.
Y es que resulta que el inminente candidato único a la rectoría de la UAT tiene un parecido, que al menos a mí me parece impresionante con Rafael Rangel Sostmann, quien fue ni más ni menos que rector de de 1985 a 2011 del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey. Entonces si tiene cara de rector reconoció mi interlocutor.
Pero más allá de la anécdota del parecido entre Suárez Fernández y Rangel Sostmann, hay que decirlo que en la UAT ya le ven cara de rector y no precisamente porque se esté extralimitando en sus funciones o invadiendo las de Etienne Pérez Del Río, sino porque el personal ya da por un hecho que él es el sucesor y hay muchos que están buscando un puente hacia él.
De hecho a principio de año cuando se comenzó a perfilar el fin del rectorado de Etienne Pérez Del Río, del que hay que anotar renuncia a la posibilidad de reelegirse, había al menos tres nombres en el tintero para sucederle, desde un personaje del sur de Tamaulipas al que antes se le manejó para la SET en el periodo de transición y un funcionario más de la UAT.
Hoy al arranque del proceso, Suárez Fernández llega solo, como candidato único, apuntalado por los dichos de que tiene una excelente relación con el gobernador Francisco Javier García Cabeza de Vaca y quien en esa adaptación muy tamaulipeca del término ‘autonomía universitaria’ estaría dándole el visto bueno.
Como sea, lo que hay que decir del tan nombrado próximo rector de la UAT, es que goza de una imagen respetable entre los cuadros académicos de la Máxima Casa de Estudios en el estado, que en otras sucesiones lo mencionaban con méritos para llegar, pero hasta ahora le favorecen los vientos de cambio.
Nadie podría decir, al menos hasta ahora no lo ha dicho, que el virtual próximo rector carece de carrera universitaria, de perfil o que tendrá que ser impuesto a rajatabla por el mandatario estatal en turno, como sí ocurrió por ejemplo con José María Leal por Eugenio Hernández, con Jesús Lavín Flores por Enrique Cárdenas González y dos o tres más.
El caso es que don José Andrés y su cara de rector, parecen tener el cargo en la bolsa. La convocatoria que saldría hoy establecerá que para finales de septiembre sería electo y tomaría el cargo a finales de diciembre; aunque insisto habría que esperar que no ocurrieran contratiempos.
Del rector Etienne Pérez Del Río deberá darse un saldo positivo: ha puesto orden en el tema de las cuotas en las facultades y acabó con cotos de poder que mantenían a raya a la universidad, además de los logros académicos que pusieron el nombre de la UAT en el plano internacional.
Matamoros, traje a la medida…
En la tierra de Rigo, el alcalde Jesús De la Garza Díaz del Guante hizo el llamado a los contribuyentes a ponerse al corriente con el pago del Impuesto Predial para lo que ofreció ‘trajes a la medida’ de cada deudor, hasta el pago de manera bimestral.
El Alcalde dijo que por concepto de predial apenas llega en lo que va del año a entre 55 y 60 millones de pesos, cuando el cien por ciento debe ser casi de 130 millones.
Dijo que es necesario que los ciudadanos hagan conciencia de que el pago de dicho impuesto es aplicado a obras de pavimentación y el pago del servicio de alumbrado público por el que Matamoros líquida a la CFE 6.5 millones cada mes.
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