ALTAMIRA, Tamaulipas.- Treinta y dos cabezas de ganado fallecieron durante los últimos cuatro meses a causa de la sequía y la ingesta de zacate tierno.
José Luis Padrón, ex dirigente de la Asociación Ganadera Local, informó que las perdidas económicas ascienden a un estimado de 160 mil pesos.
Durante la temporada de estiaje los ganaderos no tuvieron oportunidad de salvar a los animales.
Las presas y represas quedaron sin agua y la ayuda con abastecimiento tardó hasta una semana en llegar.
En el caso de los animales “envenenados” fue por ingerir pasto tierno, luego de que se registraron las primeras lluvias.
Padrón dijo que los ganaderos invierten mucho con altos riesgos y sin muchas posibilidades de recuperación.
El intenso calor registrado entre 2016 y 2017 fue factor para que las presas y represas no estuvieran en posibilidades de recuperarse.