Mara, Miroslaba, Valeria y Pilar son historias diferentes pero coincidentes, la primera estudiante de Veracruz radicada en Puebla, la segunda periodista en Chihuahua, la tercera una menor del Estado de México y la española que radico en Tamaulipas, disímbolas en edades, gustos, profesiones, todas coinciden en género, tiempo y espacio, en México.
Hoy de nuevo el colectivo indignado, aún no terminan los funerales de una cuando ya se llora por otra, el feminicidio se ha vuelto una constante, pero no de ahora, desde los años setentas y ochentas la prensa amarillista presentaba titulares de impacto como los de Alarma: La violó, la mató y la enterró; las enamoraba para matarlas; se las lleva y no deja ni rastro; lo de ahora no es nuevo y sigue siendo alarmante, los títulos en redes sociales son: Ni una menos, nos queremos vivas a todas, si me matan es por ser mujer.
Cambió el término de asesinato a feminicidio, pero la impunidad persiste, el sistema político judicial así lo determina, ¿Por qué la mató? Porque puede ¿Por qué tantos casos sin resolver? Porque no se tienen los elementos para la acción punitiva que inhiba este delito, la muerte acecha a la mujer no por ser el sexo débil, sino porque históricamente en nuestro país la vida no vale nada, sobre todo si se es mujer.
En todo este drama de la vida real, es más indignante ver la indiferencia de los gobernantes y la revictimización de las mujeres que son juzgadas socialmente para justificar la muerte. Los cuestionamientos sobre la vida que llevaban, son desquiciantes, enojan y frustran y sobre esos tampoco se puede hacer nada.
Tanta mortandad de féminas debe urgentemente replantear los sistemas en su totalidad, los de seguridad pública y de justicia, así también el educativo y el cultural, porque mientras en Toledo España se frena la divulgación masiva de música que denigra a la mujer, en nuestro país se viste como héroes a los que la retratan como símbolo sexual y de banalidad. Los gobernantes virreyes las utilizan como acompañantes de moda y el Instituto de la Mujer o la CONAPRED se hacen de la vista gorda.
El Estado es el responsable, coinciden los activistas que salieron a la calle a manifestar el repudio del feminicidio de MARA, lo es en su conjunto porque al día de hoy se sigue contabilizando que el 66.1 por ciento de las mujeres en México han padecido violencia.
No es culpa de las víctimas es culpa del estado que ha normalizado la violencia señaló Tania Reneaum Directora Ejecutiva de Amistía Internacional.
“Estamos frente a un contexto que desprecia la vida de las mujeres, y a un Estado machista que tiene una histórica deuda pendiente, que debe revisar sus responsabilidades y su deber de diligencia respecto a la vida, la integridad y la dignidad de las mujeres”
Estamos en emergencia nacional por feminicidios.
En Boca Cerrada
La poca burocracia estatal que queda por fin escuchó una buena noticia, se confirma que BLANCA VALLES se va, sí, después de cuatro gobernadores al hilo, no hay acuerdos con el actual, así que de que se va, se va y aunque ella asegura que será hasta el 2019 cuando termina su ciclo, los sindicalizados juran que la moverán antes y como no, sí se ocupa recuperar esa clase trabajadora para la elección que viene, así que se le adelantará el tiempo libre para estar con su familia.
En la nube
#MedioSiglo.- La Facultad de Derecho de la UAT inicia una semana de celebración por los 50 años de su fundación, conmemoraciones enmarcadas con un ambiente de armonía y tranquilidad que da muestra de la estabilidad que ha alcanzado con la excelencia académica.
@LupitaEscobedoConde