Lo dije ayer y lo reitero, el que los partidos políticos en México por primera vez se vean obligados a renunciar a dinero que antes se ‘gastaban’ en campañas o se transaban, es un logro histórico que puede ser un parteaguas en la vida nacional. No es por agüitar a nadie, pero si comparamos lo que sólo 4 de los ex gobernadores del PRI se robaron en los últimos años el ‘donativo’ que tanto presumen los tricolores es como haberle quitado un pelo al gato.
Así es mis queridos boes, hoy los dirigentes del PRI se llenan la boca, se pavonean orondos, porque Enrique Ochoa Reza oficializó ayer la solicitud para ceder 258 millones de sus prerrogativas al fondo de reconstrucción por los sismos, pero para que nos demos una idea esa cantidad en millones es una ‘feriecita’ si se contrasta con lo que le reclaman como presunto desvío por ejemplo a Rodrigo Medina De la Cruz, el ex gobernador de Nuevo León.
Al priísta regio, de acuerdo con EXPANSIÓN, se le calcula un quebranto de 3 mil 683 millones de pesos, por lo que ya ha sido vinculado a proceso junto a un puñado de sus ex colaboradores. Pero qué creen, Medina es tal vez de los presuntos ladrones del horario público que se robó menos, porque a Roberto Borge, el ex gobernador de Quintana Roo y que recién fue detenido y acaba de iniciar una huelga de hambre, se le atribuye un presunto desvío de 5 mil millones de pesos, de acuerdo con EL UNIVERSAL.
De esos miles de millones de pesos, por lo menos 200 millones habrían ido a parar directo al PRI para las campañas anteriores.
Tampoco Borge fue el más ladrón entre los ex gobernadores del tricolor, porque a César Duarte, el ex de Chihuahua, le atribuyen un desvío de 10 mil millones de pesos, hasta banco se compró, información que se puede consultar también en EL UNIVERSAL.
De esos por lo menos también habría desviado hacia el PRI 200 millones, obviamente para las campañas.
Y por supuesto, el campeón tricolor entre los presuntos ratas, lo es Javier Duarte de Ochoa, el ex gobernador de Veracruz, al que se le documentaron presuntos desvíos ni más ni menos de 60 mil millones de pesos, según la Auditoría Superior de la Federación, aunque la PGR solo le ha acusado por 233 millones.
La constante en estos cuatro casos es que desde el gobierno de Enrique Peña Nieto se les protegió, a tres de ellos los dejó escapar y aprovechar para preparar su defensa y al de Nuevo León que no se fue hasta lo iban a hacer director general del INFONAVIT, pero le estalló el escándalo.
Obviamente hay más casos, ahí están Fidel Herrera, los Moreira, Granier de Tabasco y el de Eugenio Hernández Flores al que apenas se le investiga.
No es necesario hacer cuentas, los números a simple vista son una mentada para el pueblo de México, es dinero que debió servir para la educación de millones de niños y jóvenes, para evitar que cientos o miles murieran por falta de atención médica en los hospitales públicos carentes de casi todo.
Esa lana debió servir para apoyos a viviendas y con ello impedir que muchas de las viejas casitas de adobe matara a muchos en Chiapas y Oaxaca por ejemplo.
Pero además, señores, estamos hablando solo del dinero que sé descubrió que presuntamente se robaron, hay miles de millones más que han ido a parar a mansiones, aviones de lujo, yates, relojes, autos, novias, islas, departamentos y demás frivolidades, pero que los gobernadores han robado tan bien que no fueron descubiertos.
Por eso cuando veo a Ochoa Reza sentirse como el salvador de los afectados por el sismo, el de corazón noble, el caritativo me dan ganas de vomitar, como seguramente le ocurre a la mayoría de los mexicanos.
Insisto, esos 258 millones de pesos que la exigencia del pueblo en las redes sociales le arrebató al PRI y que ellos quieren presumir como un donativo no son nada para lo que los amparados en esa marca se han robado.
También hay ratas en el PAN por supuesto, ahí están Guillermo Padrés de Sonora, por cierto ese sí preso por el gobierno del PRI y algunos que del albiazul pueden haber desviado con más astucia y no fueron descubiertos, pero no me queda la menor duda que en eso de desaparecer los recursos públicos los tricolores han dado cátedra en los últimos años.
Por lo pronto tomémosles la palabra a los priistas, pero también a los otros partidos que quieren ‘regalar’ lo que no es de ellos y usémoslo en aliviar la emergencia que afecta a miles en el centro y sur del país.
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