CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- A pesar de que Tamaulipas ha recibido declaratorias de desastre natural cada año desde el 2014, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) abandonó los proyectos para evitar inundaciones y desde entonces ha recortado más de 1,000 millones de pesos para la entidad.
Por lo menos desde el 2015, Tamaulipas no ha recibido un solo peso del presupuesto destinado a “infraestructura para la protección de centros de población y áreas productivas”.
La tendencia continuará un año más, pues el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación 2018 no contempla proyectos de infraestructura hidráulica en Tamaulipas.
El problema es que mientras el gasto federal se reduce, crece la urgencia de obras anti inundaciones en diferentes municipios de la entidad, para las cuales se estima que se necesitarían más de 2 mil millones de pesos.
En Matamoros, Reynosa y Nuevo Laredo se necesita reforzar el bordo de contención del río Bravo. Y en el sur lo más urgente es dragar el sistema lagunario y construir más drenes para desfogar el agua de las lluvias.
Este mismo año, la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA) emitió una alerta al detectar que distintas obras urbanas han ido alterando los niveles del bordo de contención del río Bravo en las ciudades de Reynosa y Matamoros, lo cual podría generar inundaciones graves, como la que se está viviendo actualmente en Nuevo Laredo.
Ante este problema, la CILA advirtió que es necesaria la intervención de la Conagua para fortalecer el bordo.
También en la frontera las constantes inundaciones que sufre la ciudad de Matamoros han llevado al Instituto Municipal de Planeación a proponer la construcción de resacas que pudieran recibir el exceso de agua durante la temporada de lluvias y con las precipitaciones atípicas; para ello también sería necesario rediseñar el sistema de drenes.
Mientras que para Reynosa, además de un nuevo sistema de canales, drenaje y cárcamos de bombeo sería necesaria una presa rompepicos. En conjunto, las dos ciudades necesitarían más de 1,800 millones de pesos para comenzar a atacar sus problemas de inundaciones, de acuerdo a estimaciones que presentó la Comisión Estatal de Aguas de Tamaulipas el año pasado.
En el sur es donde se han invertido más recursos, particularmente en dos hidrotúneles de grandes dimensiones, que en conjunto representaron un gasto de cerca de 400 millones de pesos.
Pese a eso, las inundaciones han seguido afectando a la zona conurbada por lo que el gobernador Francisco García Cabeza de Vaca urgió a la Federación a aterrizar 600 millones de pesos para la construcción de otros seis túneles, la mayoría en el municipio de Ciudad Madero.
Si la Comisión Nacional del Agua ha dejado de invertir en proyectos hidráulicos de Tamaulipas, no lo ha hecho en otras entidades, particularmente en Tabasco donde para el 2017 se aprobaron 599 millones de pesos para distintas obras que contribuirán a “la protección de centros de población y áreas productivas”.
Otra gran tajada se la llevaría el Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México que contemplaría 414 millones de pesos para proteger sus instalaciones todavía en construcción.
Tamaulipas no ha merecido una parte de ese presupuesto pese a que en el 2014, 2015 y 2016 se declararon zonas de desastre natural en diversos municipios a causa de las inundaciones provocadas por las fuertes lluvias; en todos los casos -como es requisito- las declaratorias fueron avaladas por la Conagua.