Una vez más el cajero de conocida empresa bancaria que se localiza en la planta baja del palacio municipal de Llera se está tragando las tarjetas, por lo que los usuarios al ser víctimas de estos desperfectos no les queda más remedio que irse cuando menos a Ciudad Victoria a solicitar una nueva, lo que aparte de ser una molestia también resulta un gasto extra que no se esperaban, razón por la cual volvemos a insistir para que la autoridad municipal o clientes cautivos insistan para que otra casas comerciales instalen sus cajeros automáticos en esta plaza, lo que nos recuerda que hace algunos años se intentó algo parecido pero la empresa amenazó con retirarse de Llera lo que frenó el intento, detalle que importaría poco en estos días pues hay varias instituciones en el ramo que están deseando probar suerte en el Ombligo de Tamaulipas.
Los informes de gobierno han cambiado bastante y a fuerza de hacerlos austeros la gente se les está retirando al grado que sólo asisten quienes reciben una elegante invitación de los organizadores lo que me recuerda cuando estos se iniciaba con una breve caminata por toda la calle Hidalgo para llegar al Teatro Juárez donde tendría lugar la ceremonia.
Al paso del gobernante en turno la gente aplaudía y lanzaba confeti a su paso en tanto las largas hileras de estudiantes resguardaban las orillas a fin de evitar que fuera molestado, permaneciendo en los patios de la Plaza Hidalgo hasta que concluyera la ceremonia para volver a formar otra larga hilera de despedida.
Al final el gobernador, funcionarios públicos, alcaldes, legisladores y líderes de cierta importancia sindical eran invitados a un convivio donde la raza de bronce no tenía acceso, pues ésta sólo servía para aplaudir y nada más.
Hoy las cosas son distintas pues encajonan a la gente en grandes espacios y ahí la mantienen cuando mucho con un lonche y un refresco. No hay para más.
Allá por los años cincuenta- sesenta del siglo pasado, bien lo recuerdo, se contrataban camiones de redilas y ahí transportaban a la raza quienes deseosos de conocer la ciudad capital poco les importaba esto, después llegaron los autobuses y carros particulares.
Eso si, no faltaba la manta con un madero en cada orilla donde orgullosamente decía, palabras más, palabras menos, LLERA FELICITA AL C. GOBERNADOR…..
Al final las carreras de un lado para otro pues los autobuses, camiones y carros eran instalados a orillas de la ciudad siendo un “problemón” dar con ellos por eso había que andar bien listo porque si no te dejaban.
En fin eran otros tiempos.
El gusto por asistir a los informes del gobernador en turno poco a poco se fue acabando hasta volverse indiferentes, pues prácticamente hoy ni siquiera se escuchan por la radio y por lo que toca a la prensa escrita se publican pero sólo los políticos se interesan en ellos.
Bueno con decirles que son más populares y leídos los informes que rinden los presidentes municipales y a los que asisten personas de cada uno de los ejidos, poblados y rancherías que conforman un municipio.
No queremos despedirnos sin antes hacer la siguiente pregunta: ¿Por qué en lo que va del año una gran cantidad de varones adultos acostumbran andar con la camisa por fuera?.
Acaso se sienten muy fregones o de plano son descuidados.
Pregunto de pura curiosidad y nada más.
HASTA MAÑANA Y BUENA SUERTE