Todos los ojos de la prensa estatal van a estar puestos hoy, por ahí del mediodía, en el Penal de Victoria, ahí donde está preso desde el viernes pasado el ex gobernador Eugenio Hernández Flores al que hoy le tendrán que dictar el auto de formal prisión o la libertad por falta de elementos.
Así es mis queridos boes, dependiendo de lo que suceda con el detenido más famoso de la sangrienta cárcel de Victoria hoy, podríamos vislumbrar la ruta del escalándolo político-judicial más mediático desde la muerte de Rodolfo Torre Cantú.
Recordemos que a Geño se le acusa de peculado y lavado de dinero, apoderarse de un predio de 1 mil 600 hectáreas que eran del patrimonio estatal por las que se pagaron 16 millones y el costo ahora es de poco más de 1 mil 500 millones de pesos, no son cosas menores, pero aún con ello su defensa insiste en que es inocente y alegan por qué lo dejen libre hoy.
A la par de la defensa que hacen los abogados ante la justicia estatal, otro equipo, trabaja a marchas forzadas para conseguirle amparos que le protejan de otras órdenes de aprehensión, pero sobre todo que eviten su eventual extradición a los Estados Unidos.
La moneda está en el aire, es obvio que la fiscalía local tiene la firme intención no sólo de mantenerlo ahí para que pague por los delitos que le imputan, pero cuando uno platica con funcionarios cercanos al caso, establecen que también se trabaja por lograr que sea llevado por los gringos para que sea enjuiciado allá.
No está fácil para el ex gobernador priísta, sobre el que había un ‘manto protector’, pese a la ficha roja de la Interpol que pedía su localización y detención, porque si bien la autoridad federal se hacía la desentendida sobre la petición de los gringos para detenerlo, ahora no podría evadir esa responsabilidad.
Y es que Eugenio iba y venía por las carreteras del país rumbo a Victoria en motocicleta, sin el mayor problema, hace unas semanas fue fotografiado en un vuelo rumbo a Monterrey; es decir estaba seguro que a nivel federal nadie lo buscaba, o todos lo protegían.
Por eso su situación está más complicada, porque en una eventual liberación por parte del juez Segundo que lleva el caso en lo local, la autoridad federal podría verse ‘obligada’ a detenerle atendiendo la famosa ficha roja de la Interpol; esa que no vieron en los últimos años, aunque en varios medios se había publicado.
Podría ser incluso que hoy, las propias autoridades locales le ejerzan alguna otra orden de aprehensión por más delitos.
Todo, claro, es especulación, habrá que esperar a que la autoridad defina la situación legal del ex gobernador, porque también de ello dependen muchos proyectos políticos rumbo a la elección del 2018.
No tendría nada que ver el proceso contra Geño con el proceso político, pero lo tiene, porque el ex gobernador era hasta antes de su detención el patrocinador, el padrino y el fiel de la balanza, en la designación de buena parte de las candidaturas de su partido.
Insisto, si a Eugenio hoy le dictan formal prisión, algunos van a tomar decisiones tan importantes, como no competir para alcaldías o diputaciones federales, cuando menos.
Porque si eso ocurre, júrenlo que habrá más de uno que de inmediato compre un boleto de avión rumbo a ‘donde no me encuentren’.
Es el tema que domina en los cafés de la grilla política, todos coinciden en que muchos políticos encumbrados, no pocos empresarios y notarios públicos no duermen bien desde el viernes pasado y tienen sus barbas remojando.
Más si leemos las declaraciones de ayer del Procurador Irving Barrios Mujica, quien en su comparecencia ante el Congreso del Estado reiteró que la administración de Francisco Javier García Cabeza de Vaca va por la recuperación de más terrenos que fueron a parar al patrimonio particular de ex funcionarios.
Obviamente no dio más pistas para no alertar a los que estén en la mira de la Procuraduría, pero en Victoria y en el sur de Tamaulipas muchos nombres de esos que se sospecha se beneficiaron del reparto ilegal son harto conocidos.
En el puerto hay quienes apuestan a que podrían recuperarse terrenos en Miramar y en otras zonas cuyo valor se ha disparado con el crecimiento industrial y comercial, mientras que en la capital, casi por los cuatro puntos cardinales hay a donde pegarle.
Existe de hecho una versión que indica que hace ya muchos años, antes de que la Casa de Gobierno fuera edificada donde está, se dio la compra de un terreno por parte del Estado, pero nunca se hizo la casa oficial ahí y con los años resultó con dueños particulares.
Así anda la cosa en Tamaulipas, son tiempos de cacería de gandallas, veremos que tanta puntería tienen los cazadores; por lo pronto la primer presa es de esas de colección.
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