CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- El oficio de tradición tamaulipeca que perdura con el paso del tiempo es el de los dulceros.
Antonia Olmedo Castillo pertenece a una familia que por cuatro generaciones se han dedicado a la elaboración de dulces artesanales regionales.
“Es una tradición familiar, el dulcero que aprende fuera de la familia no llega a durar, los dulceros que siguen, son los que crecieron dentro de la familia dulcera ¡esos son los buenos!, porque lo haces con amor. Si nuestros padres nos sacaron adelante con este trabajo pues tú creces agarrándole amor”, comentó Olmedo Castillo.
Antonia junto a su esposo, Martín Zepeda Beas, crearon “Antonio’s Dulces Artesanales”, y ofrecen una amplia gama de productos como: calabaza, camote, leche quemada, bolitas de nuez, barras de nuez, cacahuate garapiñado, cocada blanca, café, de leche o despeinada.
“El más difícil de elaborar es el de leche quemada porque hay que hervir mucho la leche, como tres horas y media tardamos en hacer, lleva tres procesos de elaboración y es muy poco lo que sale, el dulce de leche es el más chiquito pero ese es de calidad, no se va comparar con el de calabaza que es mucho más grande”.
Aseguró que el sabor del dulce del estado dista mucho al de otras regiones del país como en el bajío, donde los elaboran con una consistencia pagajosa, mientras que aquí son más secos.
Gracias a su padre, Antonio Olmedo, es artenasa de dulces regionales desde hace más de 50 años.
“Nos ponían a trabajar a todos parejo, aunque todos mis hermanos aprendieron a hacer dulce, no todos se dedican a esto. Yo estudié contabilidad pero me gustó el oficio de la dulcería, me encanta, lo hago con mucho amor”, agregó Antonia.
Los productos de Antonio’s son completamente artesanales, elaborados con ingredientes naturales y sin conservadores.
En la temporada de invierno elaboran el dulce de chilacayote, que es típico de la región “se cosecha en toda la sierra donde hace mucho frío y luego para bajar el fruto tardan hasta cinco horas en burro, nos lo traen a la venta como por diciembre, está riquísimo”.
El chilacayote es una planta típica de México, variedad de la calabaza común, cuyo fruto es comestible.
Pese a que es una tradición en la región, en la actualidad las ventas han bajado hasta un 50 por ciento, la principal causa es la falta de turismo.
“Los americanos los compraban mucho y pues ahora ya no vienen, la economía también no ayuda, este año es cuando más se ha resentido”, comentó.
Con precios accesibles están contrarrestando esta crisis sin dejar de usar insumos de la más alta calidad.
“Los comerciantes vivimos de la fe, por eso seguimos en esto, porque amamos lo que hacemos y tenemos fe en Dios”, dijo.
Variedad en dulces
Calabaza
Camote
Leche quemada
Bolitas de nuez
Barras de nuez
Cacahuate garapiñado
Cocada blanca
Café
De leche
o despeinada