MÉXICO. “Alcohorexia” se refiere a la práctica de comer menos para poder beber más, ya sea para mantenerse delgado o para intensificar los efectos del alcohol, o ambos. Según los datos presentados en una conferencia el año pasado, es un padecimiento increíblemente común, que se presenta en más del 80 por ciento de los jóvenes bebedores.
Sin embargo, es una cuestión del tipo ‘¿qué fue primero, el huevo o la gallina?’, pues no se sabe si es más un trastorno alimenticio o un problema de abuso del alcohol. “Algunas personas piensan que es un tipo de desorden alimenticio. Otras personas piensan que es sólo parte del consumo irresponsable de bebidas alcohólicas”, dice Dipali Rinker, profesora asistente de psicología de la Universidad de Houston. En junio pasado, Rinker presentó algunos hallazgos sobre el fenómeno en la 39a Reunión Anual de la Sociedad de Investigación sobre el Alcoholismo en Nueva Orleans, y encontró que ocurre en ambos sectores demográficos.
“Es algo bastante común entre los grandes bebedores y entre aquellos con un trastorno alimenticio”, dice Rinker. Sus datos examinaron los hábitos de consumo de alcohol de 1,184 grandes bebedores universitarios de entre 18 y 26 años de edad, y encontraron que el 81 por ciento de ellos reportaron haber desarrollado comportamientos de alcohorexia en un período de tres meses. Rinker se sorprendió al saber que la alcohorexia afectaba a hombres y mujeres por igual, al menos en la población estudiada.
Sin importar qué la motive, es una mala noticia tanto física como socialmente. “Si no obtienes calorías de los alimentos y las estás sacando del alcohol, estás consumiendo muchas calorías vacías”, dice. “Tendrás problemas de deshidratación y pérdida de vitaminas. Simplemente estás bebiendo de manera más irresponsable y riesgosa”.
Con informacion de Vice.