ESTADOS UNIDOS.- En el segundo juego de la Serie Mundial 2017 entre los Houston Astros y los Dodgers de Los Angeles, Corazones a nada de estallar. Y un supuesto duelo de pitcheo en el pronóstico se convirtió en el partido con más homeruns en la historia del Clásico de Otoño.
Los Astros parecían darle apoyo a Justin Verlander, cuando Alex Bergman conectó un sencillo que llevó a Josh Reddick a la registradora en la tercera entrada. El volcán que permanecía encendido desde la aparición de Scully, Valenzuela y Yeager, parecía apagarse.
Verlander lucía dominante en la lomita, sin siquiera aceptar hit durante prácticamente medio partido, hasta que en la quinta entrada, con dos outs, Joc Pederson le encontró un lanzamiento y voló la pelota entre jardín derecho y central. El apoyo al estelar abridor de los Astros no había sido suficiente.
Y lo fue menos cuando, en la sexta, Corey Seager, el Novato del Año de la Nacional de 2016, le recetó otro cuadrangular, por el jardín izquierdo y con Chris
Taylor por delante. Verlander, en seis entradas, sólo había permitido dos imparables que le costaron tres carreras.
En la octava, Carlos Correa conectó una rola que partió el diamante y llevó a Alex Bergman a la registradora para el 3-2. El cerrador Kenley Jansen fue enviado a la lomita por anticipado y lo pagó rompiendo una racha de 28 entradas sin recibir carreras para el bullpen de los Dodgers. Los Astros estaban vivos.
Y en la novena, fue Marwin González quien calló en definitiva al sur de California, con una poderosa línea por jardín central que se fue detrás de la barda para empatar el partido 3-3.
Yasiel Puig respondió con otro homerun por los Dodgers. Vivían. Y después, Logan Forsythe se ubicó en segunda y Enrique Hernández conectó un imparable que lo hizo volar a home, a donde llegó de cabeza para volver a empatar el partido. Los Astros se impusieron 7-6 en un partido para la memoria y tienen la opción de llevarse el título con tres victorias en casa.