CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- Las prisiones de Tamaulipas, igual que las de otros seis estados, son catalogadas por la Comisión Nacional de Derechos Humanos como “bombas de tiempo” por las condiciones de autogobierno que privan en ellas desde hace por lo menos siete años.
En su recomendación general #30, la CNDH detalla que al menos tres CEDES de la entidad sufren esta práctica de manera continua desde el 2011 sin que ninguna autoridad le haya puesto fin.
Se trata de los penales de Matamoros, Reynosa y Nuevo Laredo, pero en el mismo documento advierte que la ingobernabilidad de los centros penitenciarios ha ocasionado los recientes motines en el CEDES de Ciudad Victoria, y en los penales de Topo Chico, Apodaca y Cadereyta, en Nuevo León.
El problema, advirtió la tercera visitadora regional de la CNDH, es compartido entre los niveles de gobierno y los diferentes poderes.
Por eso pide al Poder Judicial poner de su parte para ayudar a descomprimir el sistema penitenciario estatal.
“Si se tiene la necesidad de un traslado, el juez tiene que estar totalmente interiorizado de la problemática; si no se lleva a cabo, hemos tenido casos como en Tamaulipas, que hubo un motín, muertos, se hacen los traslados y luego el juez dice que lo regresen”, señala Ruth Villanueva.
Entre las recomendaciones de la Comisión Nacional de Derechos Humanos está el monitoreo de la seguridad y las condiciones de gobernabilidad de todos los centros penitenciarios.
También pide que se destine suficiente presupuesto para cubrir las necesidad básicas de operación y vigilancia; así como aumentar la plantilla de custodios, sobre todo en aquellos penales donde se tiene detectado autogobierno de los reos.
En especial hace énfasis en detectar a los servidores públicos que por corrupción o incapacidad propician las fallas en los sistemas de seguridad; de ser necesario, advierte la CNDH, hay que proceder contra ellos de forma penal.
Uno de los problemas más graves de los centros penitenciarios de Tamaulipas es el exceso de reos federales que albergan.
Actualmente hay 1,142 reos del fuero federal, quienes representan más del 20% de los 5,411 reclusos en prisiones estatales.
En más de una ocasión, la Secretaría de Seguridad Pública ha advertido que su presencia complica las labores para “limpiar” los centros de ejecución de sanciones, por lo que ha pedido a las autoridades federales su traslado a otros penales.
El CEDES de Reynosa es el que tiene más reclusos federales, con 497.
Ese centro penitenciario donde actualmente hay 1,575 internos en un espacio proyectado para 1,400, es el único del estado que actualmente sufre de sobrepoblación.
Después está el de Nuevo Laredo, con 214 presos federales, Matamoros con 169 y Victoria con 131; en Altamira hay 128 y en Tula sólo tres.
La mayoría están detenidos por delitos contra la salud y portación de armas.
Tamaulipas cuenta con un Centro Federal de Readaptación Social en Matamoros, sin embargo éste se encuentra inactivo desde noviembre del 2015 para ser rehabilitado
por completo.
Hasta la fecha la obra no ha concluido.