La organización periodística Quinto Elemento Lab consiguió nuevas piezas de ese rompecabezas que es la trama corruptora de Odebrecht en México.
El lunes, en el espacio televisivo de Ciro Gómez Leyva se emitió un video con el que arrancó la difusión de esos documentos.
En él, Luis Alberto Meneses Weyll, exdirector de Odebrecht en nuestro país, explica a las autoridades brasileñas cómo fue que, supuestamente, Emilio Lozoya solicitó dinero –cinco millones de dólares–, y por qué, supuestamente, la empresa sudamericana decidió pagar parte de ese monto.
El funcionario brasileño –que dirigió en México la empresa por siete años– habla en ese video de contratos que Odebrecht pretendía en Tula, Hidalgo, de empresas locales –la hidalguense Construcciones Tapia– que le habrían sido sugeridas por el propio Lozoya para concursos en Pemex, y del espacio ganado por Lozoya en el equipo de la campaña priista de 2012.
Lozoya ha dicho, reiteradamente, que las versiones que lo involucran con sobornos son falsas.
Quinto Elemento Lab publicó ayer mismo en su sitio de internet (https://www.quintoelab.org/) más documentos de los supuestos depósitos a quien fuera coordinador de la agenda internacional en la campaña de Enrique Peña Nieto. Lo que se exhibe en la web coincide plenamente con estados de cuenta que el reportero Raúl Olmos, de Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad, publicó hace cuatro meses, un día después de la primera exclusiva sobre esta temática de los periodistas de Quinto Elemento Lab, Alejandra Xanic e Ignacio Rodríguez Reyna, que en agosto revelaron las declaraciones ministeriales de Meneses contra Lozoya.
Aunque el abogado de Lozoya, Javier Coello, dijo el mismo lunes que lo exhibido por Gómez Leyva era un “refrito” (porque en efecto, en el fondo el reportaje de Xanic y Reyna, de agosto, y la declaración contenida en el video versan sobre lo mismo), esta versión audiovisual del reportaje tuvo gran impacto. Redes sociales y múltiples medios, nacionales e internacionales, dieron cuenta del video a lo largo de este martes.
A nadie escapa, seguramente tampoco al abogado Coello, el poder del video conseguido por Quinto Elemento Lab.
Pero más que a Lozoya, el impacto de estos nuevos documentos pega de lleno a la presidencia de Peña Nieto y a su partido.
El testimonio de Meneses es de diciembre 16 de 2016. Es decir, está a punto de cumplir un año. Y ocurrió una semana antes de que en Estados Unidos, en una corte de Nueva York, se diera a conocer el acuerdo mediante el cual Odebrecht reconocía un esquema continental de corrupción, y en el que se menciona que 10.5 millones de dólares de esos sobornos recayeron en México entre 2010 y 2014.
En otras palabras, el video de Quinto Elemento Lab hace más profunda e inexplicable la tardanza (¿o la negativa?) del gobierno mexicano para procurar justicia en torno a las corruptelas de Odebrecht en México.
¿Qué pensaron en Los Pinos? ¿Que el tema se evaporaría? ¿Que con jurar inocencia la tormenta amainaría?
Puede que el abogado de Lozoya tenga razón, puede que ese video no esté contenido en la carpeta que se le sigue en la PGR a su cliente. Eso significaría que México nunca suscribió el convenio de colaboración que pedía Brasil, ese que protegía a Odebrecht y sus funcionarios de las autoridades mexicanas.
Si tal cosa es así, si ese video no está en la investigación, tras haber sido emitido el video se convertirá en una losa gigantesca para el gobierno y su partido, que vivirán la campaña de 2018 espantados por el fantasma, irreductible, del crimen sin castigo de Odebrecht en México.
Esta columna dejará de publicarse un par de semanas.
Twitter: @SalCamarena