22 abril, 2025

22 abril, 2025

¡Por los clavos de Cristo!

Polvo en el camino

1.- La iglesia católica también se manifiesta contra la violencia. Desde el Vaticano lo hizo el Papa Francisco esta misma semana hasta en dos ocasiones recordando de manera específica el caso de los normalistas de Ayotzinapa y apoyando por supuesto a sus familiares, al tiempo que pide el retorno de la paz en México. El líder de mil millones de almas hizo suyo el sufrimiento de quienes enfrentan la tragedia de ver desaparecidos a los suyos en hechos que confunden, despiertan sospechas y se cubren de un velo misterioso que llama al olvido y la resignación.

En la capital del país el último domingo el arzobispo Norberto Rivera Carrera hizo lo propio con expresiones más fuertes, más directas y por tanto menos convencionales. Ya no fue el protocolo acostumbrado en los altos niveles de la política, sino la exigencia de una sociedad agraviada, agredida y torturada. Ya sabéis que la voz de Norberto es también la de los empresarios más poderosos que al igual que el resto del paisanaje la mortificación les corroe cuando está en riesgo su estabilidad económica. Y es que una crisis como la que vivimos puede arrasar con todo y con todos. Y si no pa´l baile vamos.

Más cerca, en ciudad Victoria, recién el obispo Antonio González encabezó la manifestación por la paz más numerosa de que se tenga memoria. A pesar de la inclemencia del tiempo, miles desfilaron llevados por la esperanza y la fe inquebrantable de que se produzca el milagro y todo vuelva a ser como antes. Algo difícil, algo imposible porque después de esto México no volverá a ser el mismo.

2.- Este miércoles la Conferencia del Episcopado Mexicano encabezada por su presidente José Francisco Robles Ortega, se alzó con el ¡ya basta! que se escuchó en las iglesias de toda la república, en la conciencia de todos los creyentes. Pero no bastó este grito desesperado porque más tarde los obispos del país se reunieron con el secretario de Gobernación para transmitirle el enojo y la indignación que priva entre los fieles seguidores de Cristo.

El clero católico que no es proclive a cuestionar acto de gobierno, ahora lo hace obligado por las circunstancias. Hace un llamado a la paz es cierto, pero también la demanda pública de aclarar los hechos y llevar las investigaciones hasta las últimas consecuencias, pero en serio y no con simulaciones. No tiene otra salida cuando la mayoría de los mexicanos aun creen en la religión heredada por sus antepasados. Sin embargo, la exigencia tiene otra lectura, es aquella que condiciona la supervivencia del poder católico que no es lo mismo que la fe religiosa. El primero lo ejercen unos cuantos, la segunda es propia de los millones que cada doce de diciembre celebran a Guadalupita y de paso a san Juan Dieguito.

En este sentido y por propia conveniencia al clero le toca colocarse del lado de las mayorías. No hacerlo pondría en riesgo su jerarquía y esto sí que conduce directamente al infierno.

¿Significa esto un enfrentamiento entre el supremo gobierno y el poder eclesiástico?. A lo mejor, podría ser, quién sabe, es probable, igual y sí. Uno nunca sabe.

Vamos dejándolo en un desafío en atención de que a río revuelto la ganancia es de los pescadores, ¿de almas?.

SUCEDE QUE

Ya tenemos presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos en la persona de Luis Raúl González Pérez. Fue electo este jueves en el pleno del senado de la república por consigna, mejor dicho por “tumultuosa” mayoría. El ex abogado general de la UNAM se carga una famita que no vea. Entre otras cosas no hace mucho fue acusado por el académico Enrique Carpizo Aguilar de plagiar un trabajo de su autoría para titularse como doctor en Derecho. Hecho que no ha sido aclarado debidamente, como tampoco fue aclarada debidamente la hipótesis del asesino solitario creada justamente por González Pérez cuando fungió como fiscal especial en las investigaciones del crimen de Luis Donaldo Colosio… A propo, no se requiere mucha ciencia para saber que en Tamaulipas la comisión de Derechos Humanos transita por la ancha alameda de la mediocridad. Y ni como negarlo cuando la actitud del actual ombudsman, José Martín García Martínez es la de un perfecto convidado de piedra. Por cierto que en diversas páginas electrónicas relacionadas con el tema sigue apareciendo José Bruno del Río como titular del organismo…Ahora una pregunta ociosa, ¿cuánto le estará costando al PRI estatal la campaña nacional contra la alcaldesa Leticia Salazar?. Deben ser muchísimos millones si consideramos los espacios comprados en los principales medios de comunicación. Dicese que en tiempos de emergencia política como los que vive el país, el PRI optaría por dirigentes estatales agresivos y decididos a arrebatar triunfos pisoteando los más elementales escrúpulos democráticos. Por supuesto no es el caso de Rafael González Benavides el que por lo mismo estaría en riesgo de ser devuelto a las reservas generales del partido. En síntesis, el sistema va por un PRI obligado a rescatar las viejas glorias del autoritarismo nacional. Vamos a ver si no les gana la presión popular que busca precisamente lo contrario. Como diría mi sagrada abue: “Todavía ven la tempestad y no se hincan”.

Y hasta la próxima.

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