22 abril, 2025

22 abril, 2025

La odisea de la vida humana

Mirilla

Soy fanático de Christopher Nolan, no hay absolutamente nada de su filosofía que no me interese sino todo lo contrario, he visto sus películas desde que tengo 14 años y algo me cautivó a tan temprana edad cuando en realidad no tenía aún noción de muchas cosas pero existía ya un sentimiento, recuerdo perfectamente cuando la película Memento salía a la venta y la vi, recuerdo no haber entendido (en ese entonces) absolutamente nada pero haberme sentido totalmente atraído a una trama llena de un misterio sumamente original y verla varias veces hasta que finalmente me atrapó como también recuerdo haber visto el poster de “Insomnia” y haberla visto ocho años después de su estreno (teniendo 20 años) y haberme sentido desilusionado por una película que pudo dar más, tomando en cuenta que ya había visto “El gran truco” “Batman inicia” y “El caballero de la noche” y haber descubierto a un gran cineasta digno de ser llamado el nuevo Stanley Kubrick y así saber que era garantía ver cualquier película de Nolan.

Es un recuerdo que tengo muy en mí el día que se estrenó la última parte de la trilogía de Batman que en Brownsville se estrenaba junto al maratón de toda la trilogía y que fuéramos dos amigos y yo desde las cinco de la tarde para ver las primeras dos que había visto ya más de diez veces cada una y esperar con ansias el estreno de “El caballero de la noche asciende” cuando todo terminó se me salieron las lágrimas como todo un niño chiquito, pero eso era lo que en mí despertaba, me recordaba mi infancia, me llenaba de nostalgia, me hacía sentirme un niño siendo un fanático de aquel hombre murciélago que era mucho mejor que Ricky Ricón y lograba lo que nadie podía y desde ese entonces supe que ya era una historia insuperable (al menos en mí) y fue tanta la espera, dos años de no ver una película que te garantiza genialidad es mucho y no podía perderme el estreno, ahí estuve el día que Interestelar se estrenó. Nolan sentencia “la razón por la que decidí hacer Interestelar fue para explorar la conexión de los seres humanos en un contexto donde la aventura te lleva al cosmos” y con esto comenzamos el viaje, en donde se nos presenta a Cooper (Matthew McConaughey) como un antiguo astronauta que piloteaba las naves encargadas de realizar misiones en las lejanías del universo y que en esta ocasión debe de hacer una nueva encomienda saliendo de la Tierra para encontrar otros lugares para que la humanidad pueda sobrevivir debido a la escasez de recursos naturales en nuestro mundo y provocando así la salida al espacio por un grupo de científicos siendo la única solución posible para poder dar la continuación de la evolución de la raza humana (y para no arruinar la película vamos a dejarlo así, sólo una mera referencia de inicio) pero ¿Qué hay más allá? La película rompe los esquemas comunes de la ciencia ficción, no busca aterrarnos con alienígenas y nos muestra una realidad que ninguna película del género ha hecho, no muestra ruido en el espacio (como en realidad es) haciendo así una historia explosiva que revuelve y retumba al cerebro humano y lo hace reflexionar y a la vez lo hace reconocer partículas de reencarnación de Stanley Kubrick en Nolan y por más que no queramos siempre se hará la comparación con “2001: odisea del espacio” siendo ésta la película que abre las aguas para demostrarnos un rumbo realista de la ciencia ficción en donde el hombre muchas veces es vencido por su ambición y por sus impulsos y que lo ciega a darse cuenta que en realidad, la solución para cualquier problema de nuestro planeta está solamente en un lugar que debe de congregarse con otros mismos sitios semejantes (nuestras mentes) y que en muchas ocasiones no queremos aceptarlo por deducir la mediocridad de querer encontrar en seres superiores la respuesta a nuestro propio mundo cuando en realidad (y bien lo plantea la película) la respuesta para la solución de la raza humana está solamente en nosotros.

Con toques del poeta del cine Andrei Tarkovsky, con todo el idealismo de Kubrick, Nolan crea una historia de sobrevivencia llena de misterio y amor y nos demuestra irónicamente en una película espacial que el amor todo lo puede, los actores que verán en la pantalla llenarán la trama de elogios como resultado de trabajar con el gran Nolan, ver esta película resuelve la primera duda a cualquier incógnita del universo, en efecto, llenarnos de más pregunta sobre lo que probablemente sea cada vez más cercano, la exploración del humano en el espacio.

Interestelar, para mi gusto, es sin duda la mejor película hasta hoy de Christopher Nolan, consigue ser emocionante, cósmica, sentimental, ideal y llena de significado manejando exclusivamente lo que hasta el día de hoy se nos presenta como una posible realidad sin exagerar ni especular de más. Hoy el cine de ciencia ficción definitivamente ha recibido una lección… comienza por conocer los misterios que en la misma tierra hay y que sólo pueden ser descubiertos cuando el humano llega hasta los límites del universo, es sólo ahí cuando el hombre se encuentra más cerca de lo que cree y que pudo estar para poder limpia.

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