26 abril, 2025

26 abril, 2025

No tiene quien le escriba…

Laberintos de poder

Tal vez usted haya leído una novela de Gabriel García Márquez o por lo menos haya escuchado su título:

“El General no tiene quien le escriba”.

El contexto de esa obra está muy alejado del tema al que me voy a referir, pero no puedo menos que recordar ese encabezado cuando soy testigo de las vicisitudes casi cotidianas del Procurador General de Justicia en el Estado, Ismael Quintanilla Acosta, por no contar en el área específica bajo su mando con un manejo mediático apropiado.

Parodiando al genial colombiano, podría decirse que “El Procurador no tiene quien le escriba…comunicados de prensa”.

Sólo con esa certeza es posible entender el porqué de las interpretaciones deformadas del trabajo positivo que realiza esa dependencia, la oscuridad en las acciones que la misma desarrolla —y lo hace— en beneficio de la sociedad tamaulipeca y las ocasiones que el mismo Primer Fiscal del Estado tiene personalmente que enmendar la plana de lo que señalan sus reseñadores o lo que es peor, de lo que éstos olvidan ofrecer como información pública.

Los encargados —de manera alguna se pueden llamar responsables— de dar cuenta del quehacer de la PGJ, volvieron la semana pasada a meter en un berenjenal al Procurador con la desinformación generada sobre las recompensas oficiales que se ofrecen para quien brinde datos sólidos que conduzcan a encontrar a desaparecidos en las carreteras de la entidad o en su caso, saber qué sucedió con ellos.

Las medias tintas y la confusión que imperan en los boletines que manda hacer el señor titular del ramo, Rubén Darío Ríos, propició que se generara una equivocada percepción discriminatoria, de que el dinero ofrecido era sólo para personas de Nuevo León que sufrieran un percance delictivo en vías de nuestro estado. Y las críticas no se hicieron esperar.

Ayer, Quintanilla Acosta tuvo que rectificar esa apreciación generalizada creada por su comunicador de cabecera y dejar claro que las presuntas víctimas tamaulipecas o los familiares de las mismas también recibirán ese apoyo, en las mismas condiciones que los originarios del vecino estado.

No debería tener que perder su valioso tiempo el Procurador en sacar agua del barco que su equipo de prensa deja entrar. Son tantas y tan importantes las responsabilidades que enfrenta, que resulta preocupante que tenga que ocupar espacios para aclarar lo que desde el principio debió haber sido, como lo es, muy claro: la indudable atención igual en tiempo, montos y formas para los tamaulipecos, que el Gobierno del Estado impulsa y aplica.

Ojalá que la próxima vez que su jefe de prensa le signifique otro problema que resolver para el Procurador, pueda ser corregido con una declaración y no atendiendo emergencias reflejadas, como en otras latitudes, en reclamos sociales innecesarios…

LOS NUEVOS TIEMPOS

La nueva historia de Ciudad Madero demuestra que los tiempos en que los beneficios sociales procedían sólo de caudillos, quedaron atrás.

En una visita a esa urbe, el secretario de Salud, Norberto Treviño Zapata, en representación del gobernador Egidio Torre Cantú, anunció la construcción del nuevo Hospital General de esa localidad, cuya importancia queda clara con sólo manejar la inversión que se destinará para ese fin: 670 millones de pesos.

Hoy, el avance de una ciudad como la maderense depende del trabajo conjunto de autoridades y ciudadanía. Obras como este hospital se crean —y qué bueno que así sea— gracias a la suma de esfuerzos de los gobiernos federal y estatal, que responden, esto es lo fundamental, a necesidades que la propia sociedad pone sobre la mesa y no a personales ambiciones faraónicas del pasado que el sur ya vivió o sufrió.

Son tiempos de unidad. Y con esa base, son tiempos de progreso…

Twitter: @LABERINTOS_HOY

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