MÉXICO, D.F.- La tecnología ya llegó a la política y hoy en día nadie pone en duda la importancia que tienen la Internet y las redes sociales para formar opinión, para coordinar acciones, para incentivar la participación, y hasta para promover movilizaciones. No es casualidad que el 75% de los jefes de Estado del mundo estén en Twitter, cuando en 2010 era solo 20% el que tenía una cuenta, según Digital Policy Council.
Pero, fue el presidente Barack Obama quien introdujo definitivamente la tecnología en la política cuando incluyó en su estrategia de comunicación con el electorado, el uso de las redes sociales, lo que le permitió introducir su “Yes, we can” en 2008 y convertirse en el rey de las redes sociales, como lo denominó The Washington Post. En 2012, el equipo del presidente Obama fue más allá y apostó por el big data (base de datos de ciudadanos) para conocer el perfil de los estados y de loselectores indecisos, más esquivos y que podían ser claves para ganar las elecciones. Gracias a ello pudieron orientar la publicidad y los mensajes para esos electores con mayor éxito que los republicanos.
Algo similar está haciendo Podemos en España tanto para su organización interna, como para relacionarse con la población. Su propio equipo directivo fue elegido a partir de un sistema de votación mixto que incluyó votos en urna y a través de una tecnología de Agora Voting (software libre) que procesa y valida los votos cifrados. Ahora se están planteando extender el mismo proceso a la revocación de cargos y a las iniciativas ciudadanas. Para Podemos, la tecnología permite hacer inteligencia colectiva promoviendo la intervención de seguidores para sustentar propuestas, el debate entre las posiciones discrepantes, la interacción entre usuarios, la difusión de mensajes en cuentas de Twitter y Facebook que han sido consensuados en grupos privados previamente, entre otros.
En el Perú, Pedro Pablo Kuczynski, también usó las redes sociales para viralizar sus mensajes y convocar a los jóvenes que son referentes en la Campaña de 2011. Si bien no fue suficiente para lograr pasar a la segunda vuelta, mostró la importancia de la herramienta tecnológica en la política.
Recientemente, la publicación de la ley que crea un nuevo Régimen Laboral Juvenil, ha vuelto a hacer visible el poder de la tecnología y las redes sociales que son las que en un primer momento canalizaron los cuestionamientos de los jóvenes a través de Internet, Twitter y Facebook, cuando los medios tradicionales no las recogían o las tomaban en serio. Luego, permitieron también a jóvenes sin ningún tipo de organización manifiesta, buscar puntos comunes y organizar hasta hoy tres movilizaciones multitudinarias en las calles de Lima y otras regiones del país en contra de la misma norma. La respuesta del Estado no se hizo esperar, y nunca como antes, hubo un alineamiento de todos los ministerios para responder con la misma herramienta y usar la Internet y las redes sociales para difundir mensajes positivos de la norma buscando aclarar el contenido de la Ley que estaba siendo demolida en las redes sociales.
Todavía falta ver, cuál será el partido político o el candidato que muestre un liderazgo en estas lides en 2016, queda claro que como sucedió en 2011 con un candidato, la Internet y las redes contribuyen, pero tampoco hacen milagros.
Por lo pronto, algunas de las ventajas de la incorporación de la tecnología a la política que dejan estas experiencias analizadas.
- No cuestan dinero, en comparación con lo que cuesta difundir mensajes en televisión y la prensa escrita.
- Permite a la población participar en conversaciones directas con los candidatos; y, a estos interactuar con los seguidores.
- Puede ser un mecanismo para organizar actividades que permitan recaudar fondos.
- Facilita la organización de los electores que tienen objetivos comunes a distancia, incluyendo a las distintas zonas y regiones del país.
Con información de Proexpansión