22 abril, 2025

22 abril, 2025

Siguen soplando buenos vientos

Columna huésped

Hace unos días, dos reporteros me preguntaban sobre la situación de los precios internacionales del petróleo contra las expectativas de la Reforma Energética, desde luego también por su impacto en Tamaulipas. Si bien, nadie pudiera hacer un pronóstico certero sobre un tema tan volátil por depender de una serie de factores internacionales, lo cierto es que conservadoramente los analistas siguen estimando que la crisis petrolera no pasará del primer semestre de este año tal como se lo había compartido el año pasado a usted estimado lector en este mismo espacio editorial.

Aquí es importante no perder de vista que los precios del petróleo se establecen de acuerdo a las condiciones momentáneas del mercado, si no fuera tan volátil este asunto no existieran coberturas (seguros) para garantizar los petroingresos a las naciones. Es ahí, en el momento, donde no se fincan las prospecciones para las inversiones de larga data, sí para una prospección comercial pero no determinan el dónde y cómo invertirán los dueños de las petroleras. En ese sentido, hasta ahora no tiene un magro impacto en la ambiciosa Reforma Energética, aunque ya lo están teniendo las arcas de la Nación por su –todavía- petrodependencia. Es decir, siguen soplando los buenos vientos sobre Tamaulipas y México.

Cabe mencionar que la más volátil de todas las petroinversiones es la exploración y explotación de aguas profundas, por consiguiente cualquier decisión para invertir en este momento seguramente se está tomando con toda la tranquilidad que requiere el caso. Por ejemplo, Tamaulipas tiene un papel preponderante en la principal zona de aguas profundas (Cinturón Plegado Perdido), y ahora con el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Cuba, con el yacimiento Shenandoah 2, situado en el triángulo negro entre Luisiana en Estados Unidos, Matamoros en Tamaulipas y Manthua en Cuba, le faculta a los tamaulipecos participar de ese negocio de larga data.

Es por ello que no es casualidad que se estima para los próximos 13 años se van destinar 174 mil 675 millones de pesos en inversión exploratoria sólo en Tamaulipas, mientras que en el Área Cinturón Plegado Perdido se estima una inversión –nótese- exploratoria por 127 mil 783 millones de pesos, y en la cuenca Tampico-Misantla Sur, de Burgos, la inversión –remarco- exploratoria por cuatro mil 28 millones de pesos, y para concluir se prevé que en el delta del río Bravo será por 19 mil 719 millones de pesos. Todavía faltan los pronósticos por extracción y ganancias petroleras, todo esto sin contar con las inversiones en tecnologías limpias como la generación de energía eólica y solar.

Así que sí deberíamos voltear a revisar las condiciones del petromercado pero más debería ocuparnos la preparación del alud de oportunidades que ya se están asomando, que no son centenares sino millones de oportunidades. De acuerdo a la Agencia Estatal de Energía, se proyecta una generación de medio millón de empleos adicionales a los ya existentes que sumaran más de dos millones de empleos para 2025. ¿Estamos listos? ¿Usted qué opina?

 

www.daviddorantes.mx

 

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