18 abril, 2025

18 abril, 2025

Viven a centímetros de la margen del río

Al fondo de la colonia Aurora y a solo cincuenta centímetros de la margen del río, personas en pobreza severa enfrentan cada año inundaciones y otros fenómenos que los hacen clamar apoyo

EL MANTE, Tamaulipas.- Doña María Ascensiona Santiago del Ángel vive con un permanente temor.

Habita en una de las zonas de mayor marginación en el municipio, en un terreno irregular, dentro de una casa con paredes de palos y láminas con huecos que lo mismo sirven para dejar escapar el humo del bracero de su cocina improvisada, que para permitir que se cuelen el frío y el agua.

Su patio trasero mide apenas unos 30 centímetros, medía mucho más, como tres metros, pero afirma que la creciente del río Mante, se ha ido tragando poco a poco el terreno hasta su dejar su casa a punto de colapsarse.

Este día, recibió de parte del presidente municipal una cobija, una colchoneta y otros artículos más que agradece con una sonrisa franca, pero apenas se pierde la comitiva oficial y su rostro refleja nuevamente la preocupación habitual.

Al verse fotografiada junto a su familia, en la primera oportunidad no se detiene y afirma: «Necesitamos ayuda… ya por lo menos me dieron algo y me entregan despensa pero está canijo, necesito ayuda».

Doña María nos invita a pasar a su casa para que observemos las condiciones en que vive y asegura que junto a una decena de familias que viven en esa zona, requieren de ser reubicados a un lugar más digno, en el que no corran peligro con la creciente del río en temporada de lluvia.

«Hace unos años les dieron casa a unas personas, yo también quisiera que me ayudaran, mire cómo vivo y aun así mando a mi hija a la secundaria, yo solita le costeo su estudio, por eso necesito que me ayuden, si a mí me ofrecieran una casita como se les dieron a otros sí me iba», dice decidida.

Asegura que ya en otras ocasiones, ha solicitado el apoyo para vivir en un sitio seguro pero hasta el momento, no lo ha conseguido y continúa viviendo en este cinturón de casas edificadas en terrenos irregulares a los que se está «comiendo» el río.

Afirma que la puerta y algunas paredes de su casa, se convierten en temporada de lluvias en arroyos que se llevan a su paso zapatos, ropa y otras pertenencias de Doña María.

«Yo lo que quiero es que me ayuden a salir de esta situación, porque yo no puedo», asegura.

 

La última reubicación

En 2005, alrededor de 30 familias fueron reubicadas en viviendas otorgadas con subsidios federales y recursos estatales que se invirtieron en la edificación de una parte del fraccionamiento Jalisco.

Eran vecinos de la zona conocida como ampliación del Músico que hoy viven en el fraccionamiento Jalisco pero después de ahí, no se han vuelto a destinar recursos para un reubicación de dicha magnitud.

Las viviendas improvisadas de la zona de riesgo fueron derrumbadas y se emplazó a las autoridades municipales del trienio actual y los que siguieran, a no permitir que fueran usadas nuevamente para fraccionar.

La regidora comisionada en desarrollo urbano Alma Delia Ibarra, que también labora en el ITAVU, asegura que no existen recursos para volver a repetir esa reubicación y sacar a familias de zonas de riesgo por lo que seguramente, doña María Ascensiona seguirá por mucho tiempo más en riesgo.

 

Reconocen crecimiento de zonas irregulares

La Dirección de Protección Civil por su parte, reconoció que en las zonas de riesgo, viven al menos 200 familias que sufren cada año lo mismo en temporada de lluvia que por las bajas temperaturas

de la época invernal.

El director de la corporación, Rodrigo Benavides López, dijo que esas familias requieren en cada temporada una especial atención, pero además, se tiene también que estar atentos a que dichas zonas de riesgo no sigan creciendo.

«En lo que estamos enfocados es en evitar que las zonas de riesgo sigan incrementando, cuando observamos que hay nuevos asentamientos de inmediato y en coordinación los atacamos», afirmó.

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