MCALLEN, Texas.- Ilusionados con la idea de una vida mejor y lejos de las balas, miles de familias humildes tamaulipecas apostaron por Texas y perdieron.
La tranquilidad no es la que buscaban, los empleos escasean y ahora forman parte de vergonzosos cinturones de miseria propios de cualquier país, pero no del más poderoso del mundo.
Los que viven bien son los que llegaron cargados de dinero abriendo negocios y poblando las zonas más exclusivas.
Y los que sobreviven son los fronterizos que nacieron en Estados Unidos pero crecieron allá y que ahora viven aquí de la beneficencia pública, de “estampillas” de comida y del seguro de desempleo.
Esta es la triste realidad del inmigrante tamaulipeco “equis” , los que están en el “limbo”; los que tuvieron la mala fortuna de llegar en medio de una terrible crisis económica que parece no tener fin y de un fuerte movimiento antiinmigrante.
Los que llegaron cruzando el río, sin papeles son presa fácil para los despiadados patrones. Pero la necesidad es grande y los tamaulipecos “equis” no tienen muchas opciones de trabajo y el hambre cala.
A diferencia de los otros tamaulipecos que llegaron cargados de dinero, abrieron negocios y poblaron vecindarios, estos solo trajeron ilusiones, sueños y esperanzas que poco a poco se desvanecen.
No existen datos precisos del número de mexicanos que han llegado a este país en los últimos años, pero un informe dice que son por lo menos 115 mil en el 2010.
El Informe corresponde al Observatorio de Desplazamiento Interno del Consejo Noruego para Refugiados sobre el desplazamiento forzado en México a consecuencia de la violencia que suman 230 mil.
Se cree que la mitad de estos 230 mil mexicanos desplazados han cruzado a los Estados Unidos, “lo que indica que hay unas 115 mil personas que viven como desplazados internos”, dice el organismo.
Pero esos datos serían tomados de un estudio realizado por la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez de donde han emigrado la mayor parte de los mexicanos afectados por la violencia, el segundo lugar le corresponde a Tamaulipas.
Tan solo en Tamaulipas, de acuerdo a datos del INFONAVIT, unas mil 800 viviendas han sido abandonadas en tres municipios. El INEGI, por su lado, dice que el 20 por ciento de las casas en la frontera están vacías.
MCALLEN, LA CIUDAD MÁS POBRE DE EE. UU.
Los extranjeros pobres que radican en McAllen trajeron a esta población el nuevo título de la ciudad más pobre de los Estados Unidos. El Censo estadounidense dice que 44 por ciento de quienes no nacieron aquí ¡son pobres!
De acuerdo a Forbes, los “macalenses” tienen los ingresos económicos más bajos en los Estados Unidos: 13 mil 742 dólares al año que al tipo de cambio actual suman unos 179 mil 333 pesos tomando el dólar a 13.05 pesos.
La ciudad más rica está en California, es San José, donde sus pobladores tienen un ingreso anual medio de 76 mil 354 dólares, ¡unos 996 mil 419 pesos!
La zona metropolitana de McAllen-Mission-Edinburg sobrepasó a ciudades de reconocido “prestigio” en lo que a pobreza se refiere: Fresno, California y El Paso, Texas. Ambas han dejado de ser las más pobres para dejarle el título a McAllen que lo tomó “holgadamente”.
Un documento publicado por Brookings Metropolitan Policy Program destaca que McAllen ha sido una de las áreas metros “en estados junto a la frontera sur que han recibido un gran influjo de inmigrantes mexicanos pobres”.
Agrega que los nuevos arribos de mexicanos se establecen en los suburbios más que en los centros urbanos y contribuyen al crecimiento de la pobreza en estas zonas.
Texas, de acuerdo al Departamento de Comercio de los Estados Unidos es el estado que mejor enfrentó la crisis económica. A pesar de ello, el 20 por ciento de su población vive bajo el nivel de pobreza.
Este porcentaje se duplica en ciudades del Valle de Texas.
De acuerdo al Pew Hispanic Center, son cada vez más los niños latinos que viven en pobreza -6.1 millones en el 2010- más que los niños de cualquier otro grupo racial o étnico.
De estos 6.1 millones de niños pobres, más que 4.1 millones son hijos de padres inmigrantes. Los otros dos millones son hijos de ciudadanos americanos, agrega ese centro de investigaciones.
Antes de la Gran Recesión, dice el PWC, eran más los niños blancos vivían en la pobreza, pero desde el 2007, el patrón cambió y ahora el rostro de la pobreza en Estados Unidos es un niño mexicano.
De hecho, entre el 2007 y el 2010, 1.6 millones de niños más se integraron a las estadísticas de pobreza, esto significa un 36.6 por ciento de aumento.
EL ABUSO
En Público platicó con varios tamaulipecos “equis” avecindados en el Valle de Texas que llegaron con la idea de mejorar, de trabajar para sostener a sus familias pero muchos no lo logran debido a la falta de empleos y al abuso de los patrones.
Las historias que cuentan estrujan.
El mantense Toribio López es un vivo ejemplo del abuso. Llegó hace meses, batalló para encontrar trabajo pero al fin pudo colocarse en la casa de un policía que estaba ampliando su casa en Raymondville.
Le trabajó hasta 16 horas diarias semanas completas; vivía en su casa donde le daban poco para comer. Pasó el tiempo y el guardián de la ley no le pagó ni la mitad de lo acordado. “… acuérdate que soy policía”, le advirtió.
Con los ojos llenos de lágrimas Toribio cuenta su historia. A ratos se toca la garganta y traga saliva. Enmudece y agacha la mirada. Se limpia los ojos y sonríe.”… pero va a ver que me va a ir mejor”. Ojalá.
Necesitaba su dinero no solo para mantener a su familia, sino para ayudar con los gastos médicos de su padre, que vivía en Reynosa, pero ante la falta del apoyo, el desafortunado hombre murió.
Duele ver cómo el residente o ciudadano americano de ascendencia latina, es el que más abusa de su propia sangre como le ocurrió a otra tamaulipeca, Sonia Reyes, que trabajaba como recamarera hasta 12 horas diarias en un hotel de Weslaco.
El sueldo que recibía era de ¡20 dólares a la quincena!
El hotel le dio un lugar para vivir, pero no fue un cuarto sino una sucia bodega. La cuarentona mujer se queja de que en ese centro de trabajo sufría, además, de acoso sexual y no se le permitió ver al médico cuando enfermó.
De Reynosa llegó Don Hilario Torres y su esposa Jovita, con sus hijos adolescentes. “Buscando el sueño americano como dicen, progreso, pues, pero no hemos podido arreglar”.
Cuenta que los abusos y las amenazas son el pan de cada día entre los patrones texanos -al menos en el Valle de Texas-. “Ya que les trabajas te amenazan con Migración, con la Policía y ¿qué le haces?”, pregunta.
Pero los tamaulipecos entrevistados prefieren vivir así, abusados que morir entre las balas de la violencia asesina que se adueñó de su México.
Organizaciones pro inmigrantes dicen que este es el problema número uno de los que llegan buscando en los Estados Unidos una mejor vida. “Necesitan más información, aquí hay leyes y en ellos está que se respeten”, dice Cristela Rocha de La Unión del Pueblo Entero.
“Lo que deben saber es que todos los trabajadores en los Estados Unidos tienen los mismos derechos”, dice Edén Ramírez, Delegado del Departamento del Trabajo en el Valle de Texas.
LAS “COLONIAS”
CINTURONES DE MISERIA
Propios de cualquier país tercermundista, las “colonias” -como aquí le llaman a los asentamientos humanos irregulares- son habitadas en su mayoría por inmigrantes indocumentados.
Muchas carecen de los servicios públicos más básicos y otras son un verdadero foco de infección pues por drenaje, por ejemplo, tienen fosas sépticas.
La Secretaría de Estado de Texas dice que en muchos lugares no existen las plantas tratadoras de agua y el agua sin tratar va a parar a canales, arroyos y después al Río Bravo y al Golfo de México.
Las “colonias” existen a lo largo de toda la frontera de Estados Unidos con México, pero Texas tiene la cantidad más grande (2,294); en ellas habitan más de medio millón de personas, dice la dependencia.
El idioma que aquí se habla es español y entrar a ciertas “colonias” como “México Chiquito”, en Álamo; Cameron Park, en Brownsville o la Heidelberg en Mercedes, especialmente para los forasteros puede no ser una experiencia agradable.
La pobreza en estos lugares se asemeja a algunas colonias tamaulipecas como la Bethel o Tamaulipas en Ciudad Victoria o la Ernesto Zedillo en Reynosa.
En Público realizó un recorrido por algunas de estas zonas. En “México Chiquito” o “Little México”, es asombroso ver cómo la gente se asoma por puertas y ventanas de sus casas alertados no por los guardianes tradicionales que son los perros sino ¡por… gansos!
En Cameron Park -muy parecida a la Tamaulipas de Ciudad Victoria no solo por su pobreza extrema sino por su peligrosidad- el número de mexicanos -especialmente tamaulipecos- que ahí habitan es grandísimo.
Las casitas son construidas poquito a poco, conforme el morador vaya haciéndose de dinero. Generalmente son de madera con colores vistosos.
En algunas casas la ropa es puesta a secar en las cercas de alambre o los colchones son sacados si no es de noche para darle más espacio al día.
Conforme pasa el tiempo y los ingresos aumentan, instalan sus aires acondicionados o sus discos satelitales, tipo Sky, como en México.
A APRENDER INGLÉS
Pobres o ricos, con papeles o no, los niños que llegan a los Estados Unidos son enrolados en el sistema educativo que observa un impresionante aumento de nuevos estudiantes provenientes de México.
En el 2010, por ejemplo, el Distrito Escolar de Brownsville -frontera con Matamoros- observó la llegada de unos 700 nuevos estudiantes mexicanos, según información proporcionada por Drue Brown, la vocera de las escuelas.
Un análisis elaborado por En Público encontró que ese Distrito Escolar está experimentando un crecimiento fuera de serie; el fenómeno se observa más en sus escuelas preparatorias. De 12 mil 467 estudiantes registrados en el ciclo 2010-2011 subió a 13 mil 343 el presente año escolar.
Tal pareciera que los jóvenes están abandonando Matamoros y ciudades cercanas.
También ha habido cambios en los ingresos de nuevos estudiantes mexicanos en otros distritos escolares como McAllen y la PSJA (Pharr-SanJuan-Alamo), de acuerdo a sus voceros, Mike May y Ariana Vázquez, respectivamente.
En Público encontró que en tan solo en cinco Distritos Escolares del Valle de Texas para este ciclo escolar 2011-2012 hay un total de mil 335 nuevos estudiantes preparatorianos comparativamente a los enrolados el año escolar previo.
Las escuelas mencionadas incluyen Brownsville, McAllen, PSJA, Mission y Sharyland -a esta última, ubicada dentro de Mission, llegan los niños ricos.
Pero las escuelas se enfrentan, además de un aumento poblacional, al no manejo del idioma inglés por parte de los nuevos estudiantes.
En ciudades como El Paso, se han visto incrementos del ocho por ciento en el número de alumnos dentro de un programa para aprender el idioma llamado LEP. Los datos corresponden a los ciclos escolares del 2007 al 2010.
Pero a pesar de los golpes de la crisis, el abuso y la pobreza, los tamaulipecos y mexicanos “equis” prefieren seguir intentando alcanzar el sueño americano que despertarse en la violenta y real pesadilla que dejaron atrás.