MATAMOROS, Tamaulipas.- En los comercios de la ciudad y especialmente en los grandes centros comerciales se ha incrementado el robo hormiga y los actos de vandalismo que generan fuertes pérdidas para los comercios, muchos de los cuales hechos por hombres y mujeres, que a veces utilizan hasta los niños para hacer los hurtos y en esa forma evitar ser descubiertos.
Por ese motivo se estima que las pérdidas por el robo hormiga es de aproximadamente un 20 por ciento de las ventas en los comercios de la ciudad, reveló ayer Julio Ávila Coronado, secretario de la Cámara Nacional de Comercio.
“Decenas de personas sin intenciones de comprar, ingresan todos los días a tiendas, centros comerciales, almacenes y supermercados. Se trata de hombres, mujeres e incluso niños, que sustraen artículos de manera ilícita, que se conoce como “robo hormiga” y representa pérdidas anules de hasta 20 por ciento de las ventas en los comercios de Matamoros”, expresó.
Por su parte, Rubén Treviño Sánchez, consejero de la Cámara Nacional de Comercio, dijo que al robo hormiga, se suman también actos de vandalismo, que cometen preferentemente grupos de jóvenes que llegan a los comercios y centros comerciales, no para hacer compras, sino para ver quien se luce haciendo más maldades.
Dijo que entran a los comercios, rayan paredes, rompen lo que encuentran a su paso con navajas.
En los comercios los mismos jóvenes, “rompen las bolsas de alimentos, no precisamente para robar el alimento por alguna necesidad, solamente para hacer una maldad, para lucirse entre ellos”.
Por su parte, Julio Ávila Coronado, vocero de la Cámara Nacional de Comercio, dijo que el robo hormiga se ha incrementado en la ciudad por la falta de oportunidades laborales (desempleo), las difíciles situaciones económicas en el seno familiar y un mal entorno económico general.
En Matamoros, que sigue sumergido en una profunda crisis económica, dijo que en dos años el robo hormiga se estima que se ha incrementado de un 10 a un 20 por ciento.
El robo hormiga es motivado por la frustración, desorden psicológico o emocional, estrés, depresión y gusto por la adrenalina de quienes cometen el ilícito, sin olvidar la intención de ganar dinero fácil, dijo.
Además para muchos delincuentes se convierte en un modo de vida ya que por falta de economía utilizan este robo para alimentar a su familia.
A través de ese sistema, dijo, que el 70 por ciento de los robos son en ropa, desodorantes, jabones, maquillaje, perfumes, discos y artículos de uso personal.
El 30 por ciento restante son artículos perecederos, así como aparatos electrónicos o artículos para el hogar.